Historia de las mantequerías onubenses

Antonio José Martínez Navarro. La lectura del artículo aparecido el pasado día 30 de agosto en el hospitalario ‘Huelva buenas noticias’ sobre la historia onubense de la suculenta sandía por parte de un amigo llamado XX hizo que nos la comentase y nos mostrara su interés por el asunto de las Mantequerías y de su presencia en nuestra ciudad. Decidido a complacerle y como quiera que el tema tiene interés por tratarse de unos comercios muy presentes en la vida onubense en gran parte del siglo XX, y dado su carácter innovador en este modelo de tiendas de alimentación que estableció un determinado estilo de consumo, hemos considerado oportuno dar a luz los diversas referencias históricas que sobre el tema tiene nuestro Archivo.

Mantequería Rubio y Leonesas, tanto monta…
El apellido Rubio tiene en el comercio de nuestra ciudad unas connotaciones muy antiguas, ya que los inicios de su tienda de ultramarinos la podemos situar en los primeros años del siglo XX. Así, en la sesión municipal del 23 de abril de 1920 su titular solicitaba que su establecimiento tuviese la fachada tal como la moda imponía:

<<…Conceder licencia a don Ulpiano Rubio para forrar de madera la fachada de la casa número 4 y 6 de la calle Joaquín Costa, exigiéndosele el pago doble de los arbitrios por haber dado comienzo las obras sin la oportuna licencia,,,>>.

Años más tarde, (“La Provincia” del 19 de diciembre de 1923), los ecos de sociedad sonaban triste para la saga de los Rubio

<<Esta tarde se ha verificado el sepelio del cadáver de la preciosa niña Elenita Rubio Serrano, hija del industrial de la plaza, querido amigo nuestro don Ulpiano Rubio.
Un blanco ataúd encerraba el cadáver de la criatura. Formaba la presidencia del duelo su desconsolado padre, don Ulpiano Rubio, don Valeriano Ciordia, capellán del colegio del Sagrado Corazón de Jesús, don Carlos Sánchez, el Sr. Marchena Oliveira y otros deudos>>.

Y apenas unos meses más tarde las campanas de la Concepción tañían con alegría el nacimiento de un nuevo hijo de don Ulpiano (“La Provincia de 15 de julio de 1924):

<<El domingo fue bautizado en la parroquia de la Concepción el hijo del inteligente y antiguo industrial de esta plaza don Ulpiano Rubio, administrando el sacramento el culto sacerdote del Colegio del Sagrado Corazón, don Carlos Sánchez e imponiéndosele el nombre de Antonio.
Fueron padrinos el joven Pablo Bazán y la docta inspectora de primera enseñanza señorita, Elena Carcanel.
Terminada la ceremonia los invitados pasaron al domicilio de los señores de Rubio-Serrano donde fueron espléndidamente organizándose pasándose una animada fiesta que fue amenizada por un terceto que integrado por los incansables hermanos Hervés y Díaz, que interpretaron unas escogidas piezas de su repertorio, entre ellas unos bonitos fados que fueron muy del agrado de la concurrencia…>>.

En la prensa local del 4 de noviembre de 1936 se observa, por vez primera, el nombre de Mantequerías:

<<Mantequerías Rubio. Cafés, vinos, licores, quesos. Encontrarán toda clase de artículos pertenecientes al gremio de comestible. Exquisita manteca “Rubio” absolutamente pura. Precios muy económicos. Servicio a domicilio, Joaquín Costa, 6. Huelva>>.

Tras unos años sin actividad, en el Legajo número 563 del A. M. H. aparecen dos solicitudes, por distintos cauces administrativos y fechados el 6 y 8 de mayo de 1942, para volver a abrir su negocio:

<<Mantequería Rubio, de los Herederos de don Ulpiano rubio Otero, solicitando la reapertura de este establecimiento en calle Calvo Sotelo, número 6…>>.

<<Ulpiano Rubio de los Herederos de Ulpiano rubio Otero en su nombre y representación el gente de la misma que desea solicitar reapertura del establecimiento denominado Mantequerías “Rubio” a nombre de los herederos de don Ulpiano Rubio Otero situado en esta capital en la calle Calvo Sotelo, número 6>>.

El negocio va “viento en popa” y pronto instala una sucursal en Punta Umbría. Así, cada año va a recordarlo (“Odiel”, 1 de julio de 1947):

<<Mantequerías “Rubio” inaugura su temporada de verano 1947 en Playas de Punta Umbría>>.

En 1948, iniciaba grandes reformas y así se lo hacía saber a su clientela a través de la prensa local del 19 de octubre:

<<Mantequería Rubio comunica a su distinguida clientela que durante las obras de reforma la entrada del establecimiento, se hará por el portal Calvo Sotelo 4 y 6>>.

Y cada año inicia una campaña publicitaria para la venta de sus artículos en el diario “Odiel”: Son sus famosas Exposiciones en las que, frente a la parquedad de alimentos de la época, ofrecía auténtica ambrosía. Sepamos su reclamo del 21 de diciembre de 1949, aparecida en el citado cauce informativo:

<<Mantequerías Rubio le ofrece un extenso surtido en artículos de Charcutería y Fiambres: Clase roblada de ternera, pavo trufado, gelatina de pavo, cabeza de jabalí, lengua a la escarlata, jamón de york, jamón serrano, robrada trufada, mortadela, caña de lomo, salchichón de Vich, chorizo de cantimpalo, chorizo serrano…>>.

La participación de Mantequerías “Rubio” en la sociedad onubense fue total. Así, leemos en el diario “Odiel” del día 3 de junio de 1950:

<<Un magnífico estoque, regalo de Mantequerías Rubio para el triunfador de la corrida de noveles. Es idéntico a otro, adquirido recientemente por “Litri” en Valencia.
Don Heliodoro del Haya, el prestigioso industrial gerente de la acreditada Mantequería de la calle Calvo Sotelo, que ya el año pasado contribuyó de gran manera al éxito de nuestra corrida de noveles, al regalarle la Oreja de Plata que se llevó Joselito Romero>>.

Mantequería “Rubio” también patrocinaba el concurso titulado ¡Felices Fiestas!, que organizaba “Odiel”, en el que los participantes pronosticaban que el reloj de la sorpresa detendría sus manecillas a tal hora y minuto.
El día 3 de marzo de 1951 la Central de Mantequerías Rubio comunicaba al público de Huelva y su provincia, la apertura de un nuevo establecimiento en la calle Tetuán, número 30, de Sevilla.
Llegando el verano estas Mantequerías tomaba en exclusiva los helados Ilsa-Frigo (“Odiel”, 19 de mayo de 1955):

<<Desde hoy, día 19, podrá Vd. degustarse con los exquisitos helados Ilsa-Frigo de venta en los kioscos instalados en La Placeta, calle Concepción, Plaza de las Monjas, Isla Chica, Merced, el Puerto, muelle embarcadero, Punta del Sebo, Balneario de Nuestra Señora de la Cinta, Estación de Autobuses. Damas y San Pedro…>>.

Con la consumición de estos helados el cliente podía verse favorecido con premios de 50, 25, 10 y 5 pesetas.
Un anuncio nos indica que, posiblemente por muerte de don Ulpiano, Mantequerías Leonesas se había anexionado a las Mantequerías Rubio:

<<Helados Ilsa-Frigo S. A. Distribuidor para Huelva y su provincia.
Mantequerías “Leonesas” (antes Mantequerías Rubio). Calvo Sotelo, 6 Huelva>>.

Continuada la historia, ya como Mantequerías “Leonesas”, debemos añadir que éstas tenían sucursales en Jerez (Avenida Alcalde Álvaro Domecq, número 6), Sevilla (Tetuán, 30) y Rota (calle Calvo Sotelo, 6).
El establecimiento de Mantequerías “Leonesas” ofrecía al público que se acercara por la calle Calvo Sotelo (actual Calle Palacio), número 6 los mejores productos en quesos, mantequillas, aceites, diversas marcas de conservas, azúcares y toda clase de embutidos, entre ellos su incomparable jamón.
Mantequerías Leonesas les servía a todos los organismos oficiales (Cuartel, Ayuntamiento, etc.) Así, en la relación de gastos vertida en la sesión municipal del día 31 de enero de 1958 leemos;

<<…a Mantequerías “Leonesas”, por suministro de sesenta kilos de azúcar blanco para la Farmacia Municipal, seiscientas sesenta y ocho pesetas…>>.

En la sesión municipal del día 24 de abril de 1970 leemos:

<<…a Mantequerías Leonesas”, por suministro de material según
Factura fecha 29 de octubre de 1968……………………. 480 pesetas>>.

El diario “Odiel” del día 8 de diciembre de 1972 nos cuenta un contratiempo de Mantequerías “Leonesas”:

<<Un derrumbamiento inoportuno. Afectó a los artículos preparados para Navidad por un importante establecimiento.
Los derrumbamientos son sucesos que están de moda. Ayer hubo uno en Huelva. No hubo víctimas, salvo un hombre que resultó ligeramente herido, pero indudablemente, por lo que se dirá, resulta muy inoportuno y los daños son más cuantiosos de los que a primera vista pueden parecer Se trata de que al realizar una de las numerosas excavaciones que afortunadamente se llevan a cabo en la actualidad en Huelva, para sustituir viejas casas por modernos edificios, cedió el inmueble vecino. Fue el afectado el que lleva el número seis de la calle Cardenal Cisneros y en él, tiene sus almacenes las Mantequerías Leoneras, comercio al que el accidente plantea problemas de envergadura precisamente por la fecha en que ha ocurrido, vísperas de Navidad. En efecto, en los almacenes estaban preparados para su envío diversos pedidos de canastillas y lotes de artículos que suelen encargar empresas y particulares para presentes de las fechas que se avecinan. Había también un centenar de cajas de champan que ha quedado bajos los escombros y una buena cantidad de canastillas sin preparar que al quedado rotas al caer sobre ellas el aluvión de cascotes que la sepultó. Como se ven, pérdidas importantes y nuevos trabajos para nuestros amigos del céntrico comercio de la calle Concepción, que han de vérselas y deseárselas para cumplir ahora los compromisos contraídos. Problemas que, pesa a todo, creemos que ellos resolverán bien. Lo sentimos, amigo Saturnino, pero ¿Quién dijo miedo?>>.

Cerremos esta Historia Menuda con el recuerdo a Saturnino Castilla Fernández, un hombre que fue encargado desde 1939 y durante más de cuarenta años de ambas Mantequerías, que vivió la época de las cartillas de racionamientos (1940 a 1952) y la época industrial de Huelva, en la que los diversos Economatos (instalados por las diversas Empresas del Polo y en donde se servía a operarios de las mismas y a otros que no lo eran) ayudaron a que desapareciera, a mediados de los años ochenta, este modelo de establecimiento de alimentación en el que todo era amabilidad y calidad en sus productos.