Seis cosas que hay que hacer en la provincia de Huelva una vez en la vida

HBN. La revista de viajes CondéNast Traveler ha publicado un artículo titulado ’58 cosas que hay que hacer en Andalucía una vez en la vida’ en el que recorre de Este a Oeste la Comunidad Autónoma destacando aquellas experiencias que nadie que pasara por alguna de las ocho provincias hermanas debería perderse.

En lo referente a la onubense, la prestigiosa publicación hace seis interesantes paradas. ¡Veamos cuáles son!

La primera es gastronómica y tiene nombre propio: Jabugo. «Peregrinar salivando hasta las tierras de Jabugo. Abrazar a un jamón», con pocas palabras y en tono divertido, la revista ensalza este exquisito producto, famoso en el mundo entero, y que toda persona debería probar en su lugar de crianza, al menos, una vez en la vida.

Cabe recordar que si la provincia de Huelva es finalista, junto con Toledo, a ser Capital Española de la Gastronomía 2016 es por razones como su jamón, pues basta una sola loncha para conquistar los paladares más exigentes.

Continuando con la ruta, CondéNast Traveler aconseja a sus lectores que admiren con sus propios ojos la belleza de Riotinto: «Devolver la conexión a Houston cuando se ‘aterriza’ en el extraño paisaje de Río Tinto», cita textualmente el texto del artículo.

Los tonos rojizos y ocres de este espacio son únicos, su pasado minero, su rica historia recogida por la Fundación y mostrada a través del Museo, el ferrocarril o el Parque Minero es todo un lujo, además de la posibilidad de contemplar la Corta Atalaya o cruzar a pie el marciano río, fuente de investigación para científicos de todo el mundo y muy especialmente para la NASA por sus conocidas semejanzas con el planeta rojo.

La tercera parada es, por supuesto, Doñana y la aldea de El Rocío, dos enclaves inigualables, el primero por los tesoros naturales que guarda y el segundo por ser un centro mundial de energía mariana, un lugar de peregrinación para devotos de la Blanca Paloma, que cada año acuden a rendirle pleitesía desde los lugares más remotos del planeta.

Así recoge este punto la revista sobre turismo: «Iniciarse a la ornitología (y de paso a la paciencia) por los humedales de Doñana, ese hotel de 5 estrellas para aves migratorias. Dar con la sorprendentemente exótica población de El Rocío, con su fervor de romería y su virgen queridísima».

Y es que, qué duda cabe que el sonido de las aves en la marisma no tiene parangón, así como hacer el camino, que es una experiencia única que hay que vivir en primera persona para darse cuenta de los sentimientos y emociones que sobrevienen a los peregrinos.

Pero el listado no acaba aquí. La siguiente parada es Palos de la Frontera, lugar del inicio de la gesta descubridora, y municipio en el que aún se conservan las réplicas de aquellas carabelas con las que Colón se lanzó al Atlántico en 1492. En este sentido, si se pasa por Huelva es imprescindible «despedir más de 500 años después a las carabelas que partieron desde el puerto de Palos».

No en vano, el Muelle donde reposan las embarcaciones es uno de los lugares de mayor afluencia de turistas de la provincia, que acuden a La Rábida para ver con sus propios ojos aquellos barcos en los que hombres valientes se subieron para adentrase en el océano hace más de 520 años sin saber que el destino les depararía la gloria.

Finalmente, quedan dos objetivos: recorrer las «infinitas» playas de la costa onubense, de arena blanca y bañadas por más de 3.000 horas de sol al año, con la suerte de «no encontrar ni un alma», y «añorar España en cuanto se cruza el Guadiana caminito de Portugal», un río que hace de frontera natural con el país vecino.

A estas seis se podrían añadir innumerables experiencias más, como disfrutar un vino en el Condado, dejarse seducir por las curiosas formas de la Gruta de las Maravillas, enamorarse de Turóbriga o ver nacer el sol desde el Dolmen de Soto. Pero nunca es tarde para incluir guiones en el listado y recorrer nuestra tierra con lápiz y papel -más romántico que apuntarlo en el móvil-, tachando -o quizás anotando- las maravillosas vivencias de las que hemos ido disfrutando en nuestro caminar por los rincones de Huelva.