Antonio José Martínez Navarro. Limítrofe a la barriada de Fuentepiña, al dorso del bloque “Vicente Mortes”, ciudad afuera, atrae la mirada de cuantos la diosa Fortuna los lleva por estos andurriales un bello y espacioso templo, dedicado a San Cirilo y San Metodio, Patrones de Europa, glorioso recuerdo a la arquitectura bizantina gótica, con algunas pinceladas de los distintos artes occidentales, singularidad que aumenta su valor artístico por lo poco común de esta mixtificación en las construcciones andaluzas. Queremos con estas letras hacer más conocido este singular templo entre el público onubense.
Antecedentes históricos onubenses del rito bizantino
Durante el mandato del segundo Obispo de Huelva, Monseñor José María García Lahiguera, se celebraron dos misas de rito oriental en nuestra ciudad, encaminadas a la Unión de las Iglesias.
La primera celebración de esta misa bajo el rito bizantino, según la liturgia de San Juan Crisóstomo, se efectuó, al parecer, en 1967 en la Parroquia de la Inmaculada Concepción. En el mismo escenario religioso quedó fijada la segunda misa bizantina que se celebraría el 19 de enero de 1968, pero debido a las obras que se realizaban en este templo, fue trasladada a la iglesia de las Agustinas, en la plaza de las Monjas.
Esta misa fue presidida desde el presbiterio por el Obispo Monseñor García Lahiguera, y fue oficiada por el Reverendo Padre Justo Collantes, S. J., profesor de Eclesiología de la Facultad Teológica de Granada.
A la hora de la Comunión, impartida con pan natural, fueron muchas las personas que se acercaron a la Sagrada Mesa.
<<… Esta celebración de la Eucaristía según el rito oriental – señalaba el redactor de “Odiel” en las páginas de este diario – llega con la veracidad de su liturgia, al alma despierta muy hondos fervores y sentimientos de contrición, seminetonados en antífonas y jaculatorias a lo largo de la ceremonia>>.
Iglesia católica
Conviene que aclaremos algunos términos. Esta iglesia está conducida por ucranianos católicos de rito bizantino, aceptados en tal medida que el Papa Benedicto XVI nombró a un Obispo para que ejerciera en la extensa zona de estos católicos de rito bizantino, que, en definitiva, en lo único en que se diferencian es que tienen más de veinticuatro rituales. Los estudios que realizan los sacerdotes ucranianos son los mismos que los que desarrollan los que siguen las directrices de Roma, esto es, se estudia Dogmática, Filosofía, Teología y otras materias que nos son afines a ambos grupos También los ucranianos católicos tienen en su culto la Gracia Dulía que reconoce la veneración de los santos, la aceptación del sagrado Corazón de Jesús y de la Virgen, el dogma de la Inmaculada Concepción, creencias de fe o cultos que no aceptan los ortodoxos. Los ucranianos pertenecen a la iglesia greco católica que tuvo los orígenes siguientes: la piedra angular de que parte este brazal del río católico surge cuando Vladimiro el Grande, un rey ucraniano que bautizó toda Ucrania en el año 988, recogió toda la cultura y las tradiciones bizantinas y las han mantenido a pesar de que se separara de la Iglesia Católica de Roma en 1054. En este caso, cogieron la fe católica antes de la separación en la citada fecha y la siguen manteniendo ajena al resto de los católicos de Occidente. Esta tendencia católica reconoce al Santo Padre, pero siguen dependiendo de su estructura con rito propio e impregnado de innumerables tradiciones.
Su misa es cantada y celebran la Misa de San Juan Crisóstomo, la de San Basilio el Magno (autor de una misa que se realiza en esta parroquia), tienen unas vísperas cantadas y otras muchas oraciones, también cantadas, que son distintas de la misa cantada de Occidente y actos, como es el de la celebración del Bautizo de San Volodymyr el Grande. Esta iglesia tiene actividad religiosa todos los días laborales de la semana a las veinte horas y media de la noche, el sábado a las veintiuna y en los domingos a diversas horas, porque atienden en Sevilla a otra parroquia y se tiene que desplazar para ello. “Antes -nos decía el Sr. Dmytri, párroco de San Cirilo y San Metodio-teníamos once iglesias, ahora, gracias a Dios, nos hemos quedado con las de Sevilla y Huelva por tener otros sacerdotes. Ya no atiendo las establecidas en Cádiz, Jerez de la Frontera, Puerto de Santa María, Córdoba, Granada, Málaga, Marbella…. La labor que desarrollaba antes quemaba…”.
¿De dónde proviene el nombre de la iglesia ucraniana sita en nuestros lares?
¿Cuáles eran la más alta virtud de San Cirilo y San Metodio? La caridad. La caridad es amor, es justicia, es compasión… pero también es algo más, y por cierto difícil: la entrega completa del ser en beneficio del prójimo. Dotados de este sentimiento los dos hermanos, auténticos maestros de la Iglesia, llegaron a Ucrania llevando consigo la educación y la fe del Imperio Bizantino. Como se sabe, estos piadosos hermanos se consagraron a aliviar el dolor de los ucranianos, a socorrer sus necesidades y a darle una educación, un idioma y diversos libros litúrgicos.
Su hermano Metodio habló muchas veces con los alemanes, porque la zona religiosa donde ejercía su apostolado estaba bajo la jurisdicción de un cardenal de esta nacionalidad y le decía a éste: “Nosotros damos educación empleando el idioma cirílico porque la gente no entiende alemán”. Pero el cardenal germano insistió: “No, sólo hay tres idiomas litúrgicos: latino, griego y arameo. No se pude por tanto emplear el cirílico”. Y fue enviado a la cárcel. Cirilo mandó a varios sacerdotes a Roma, que expusieron las circunstancias al Papa y éste, Nicolás I, dio la orden de que lo dejaran en libertad. Todavía no estaba Ucrania evangelizada… Más tarde, Metodio fue a Roma, ya que era un sacerdote ucraniano que había hecho en la Ciudad Eterna un doctorado, y se han encontrado pruebas, existentes en varias bibliotecas, de que San Metodio, con autorización papal, celebró la primera misa empleando el rito bizantino en San Pedro.
Este es el poderoso motivo por el que esta iglesia la han puesto bajo la advocación de San Cirilo y San Metodio. Cosa lógica, ya que como vienen de Ucrania quieren guardar y proteger la primera fe y la primera cultura bizantina.
Esta parroquia, al igual que las restantes católicas de la Diócesis, está bajo la jurisdicción del Sr. Obispo de Huelva para el que tuvo el párroco de la misma, palabras de agradecimiento y afecto. Así, le decía a este historiador con voz emocionada: “Quiero dar gracias al Sr. Obispo de Huelva. Don José es un auténtico padre, muy abierto, muy cariñoso, nos está ayudando, siempre está preocupado por los demás, qué necesitamos, qué es un obispo excepcional…”.
Los fieles que utilizan los servicios religiosos de esta Parroquia se acercan al centenar. La mayoría son ucranianos, algunos ortodoxos. Vienen polacos, bielorrusos, rusos y también se dirigen a este templo, católicos españoles. De la provincia se desplazan para asistir a sus cultos divinos personas de Moguer, de Palos de la Frontera, de San Juan del Puerto, en definitiva, de todos los pueblos onubenses.
Descripción del templo
Esta iglesia daría materia y motivo sobrado para una extensa monografía. Seamos, pues, escueto en su descripción. Nosotros nos hemos concretado a divulgar su conocimiento por medio de ese magnífico portavoz histórico, que se llama Huelva Buenas Noticias.
La iglesia de San Cirilo y San Metodio, obra con evocaciones bizantinas, comenzada a levantar el día 5 de agosto de 2013 con la puesta de la primera piedra y fue inaugurada el día 31 de mayo de 2015 con un sencillo acto presidido por el Ilmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de Huelva, don José Vilaplana, y don Dionisio Likhovyck, Diseñador Apostólico para los ucranianos católicos de rito bizantino, es meritoria, tanto en su parte externa como interna, por el colorido (la fachada de la iglesia tiene los colores de la bandera ucraniana y este edificio ha sido concebida como un casi consulado de Ucrania en esta provincia), la armonía y los diversos detalles de su arquitectura. Los inteligentes se maravillan ante su traza, y asertan su calidad sin titubeos.
Estas obras han llevado un coste de setecientos ochenta mil euros. El proyecto lleva las firmas del arquitecto ucraniano Sr. Sviatoslav y español Carlos Hermoso Hernández. Se accede a su interior por una puerta, flanqueada por dos bellos murales dedicados a San Cirilo y San Metodio, en cuyo remate luce bellamente un balcón con airosa balaustrada, en voladizo curvo, que es coronado a su vez por tres arquivoltas en degradación. A la izquierda y derecha del citado balcón dos ojos de buey le da luminosidad al interior del templo. Las fachadas que se abren a izquierda y derecha, simétricas entre sí o con la misma traza, tiene seis ventanales en el lienzo más cercano a la puerta principal, continúa con un ventanal con rica vidriera, después se observan dos ventanales más, para terminar con varias ventanas más pequeñas y una puerta secundaria. Del techo de la iglesia a dos aguas en sus inicios, emerge un pequeño campanario que rompe la posible monotonía de la parte superior y, más al centro de la estructura del templo, en el crucero, sobre pechinas, se levanta una magnífica cúpula con un tambor octogonal en el que en cada uno de sus lados apreciamos una ventana acristalada que le brindan luminosidad al interior del templo. Entramos sin timidez y observamos una placa que recuerda la inauguración del templo y en cuya leyenda quedan citados los nombres del Obispo de Huelva y del Diseñador Apostólico. A reglón seguido, damos acceso a un pequeño vestíbulo que se une con la única nave central en la que domina la más absoluta sencillez en su estructura. Destacan dos altas vidrieras de colores, en los lienzos de la izquierda y de la derecha, con las imágenes de la Virgen, Patrona de Ucrania y del Cristo de la Misericordia, respectivamente, del notable autor Román Mural, y en las que juegan los ardientes y juguetones dedos del sol.
En este templo en su primera planta hay cuatro ventanales donde se alojan salas en las que se dan catequesis, se enseñan el idioma ucraniano y se reúnen las diversas hermandades. Y, encima de la puerta principal de entrada a la parroquia, se sitúa un espléndido coro con nívea y grácil balaustrada y a este historiador, en su ensoñación mística, parece que les llegan desde ese punto las voces hondas, solemnes, litúrgicas, de los que se inclinan a poner en movimiento la musicalidad y las letras del bizantino.
En la parte central del templo, debajo de la gran cúpula, destaca una espléndida lámpara de un gran atrevimiento en su fabricación, de una reciedumbre grandiosa, de una exquisita fineza… Y quedamos admirados de los mil y un detalles de una obra monumental que ha sido ejecutada por los mismos artistas que hacían o hacen las rejas, faroles, puertas, braseros, etc., para cualquier casa-hogar y que, en su gran técnica, han sido capaces de elevar esta pieza a este lugar sagrado con una mezcla de religiosidad y sentido vanidoso de la vida. Corona esta gran “araña” un crucificado y si nuestra mirada la elevamos un poco más arriba, y en el espacio que dejan las intersecciones de la cúpula, se aloja un relieve con la figura de Jesucristo con los ángeles, obra del genial pintor Román Papinko y, más abajo, una historia de salvación que empieza en el Antiguo Testamento y termina en la actualidad. Los murales pictóricos, de gran calidad en sus tonos colorísticos y figuras, nos hacen apreciar a Moisés, Aarón, Abraham, Isaac y tantos y tantas personalidades sacras que termina con San Juan Bautista, los Apóstoles y todos los Padres del Nuevo Testamento. Estas pinturas, con poco que se hojee la Historia Sagrada, nos traen el recuerdo de los numerosos hombres sagrados que nos enseñaron en nuestra juventud y que el sabio pintor ha sabido hacernos recordar. Al fondo de la amplia nave un retablo que se divide en dos partes. En la de la derecha, observamos a Jesucristo, San Cirilo y San Metodio y el último icono lo ocupa un sacerdote que, por su bondad, ha llegado a la dignidad eclesiástica de beatitud. Se llama Omelancok (Podemos decir de este sacerdote ejemplar que era tan humilde y elocuente que a todos los que le rodeaban asombró Estuvo prisionero en un campo de concentración en Polonia en la II Guerra Mundial y este sacerdote que estaba casado y tenía una familia muy numerosa le escribió varias castas a los suyos. Lo notable en él fue que estaba tocado por la gracia divina y poseía su talento y elocuencia maravillosos: hablaba perfectamente alemán, latín e italiano y poseía estudios universitarios, ya que había estudiado en la Universidad de Viena (Austria). Este sacerdote, del que nunca hubo la menor queja, porque su vida fue de piedad y amor al prójimo, celebró misas y confesó a pesar de tener una salud muy precaria. Existen cartas de las que les mandó a su familia y decía en ellas: “Cariño mío: Perdona que no pueda ir con vosotros, ya que no tengo permiso para salir de aquí. No puedo dejar a los enfermos porque tengo que servir a Dios y a ellos. Aquí hay personas de más de cincuenta nacionalidades y yo sólo veo a un Dios para todos y así lo han aceptado, porque los judíos me piden bautizo, vienen a misa, a confesar, y lo mismo les pasa a los budistas, musulmanes que se me acercan a hablar conmigo de día y de noche y, en verdad, yo he visto a un solo Dios para todos y tengo que servirle”. En definitiva, Omelancok era una personalidad humana sumamente atractiva, pues hacía el bien a quien lo necesitara). Esta bondad fue premiada por Dios y bajo su intercepción ha hecho muchos milagrosa los que se los han pedido en Polonia, Alemania, Chequia… y que pregonan su santidad y por los hombres, ya que la Iglesia le ha rendido pleitesía dándole el título de beato y se está dando los pasos necesarios para que alcance la santidad A la izquierda de este retablo se sitúan la Virgen, San Nicolás y San Juan Bautista y, por último, un santo que conocemos todos, oriundo de Polonia y con raíces ucranianas, que rigió, en calidad de Papa de la Iglesia Católica y Jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano desde el 16 de octubre de 1978 hasta su muerte en 2005, Juan Pablo II. Retablo, en definitiva, de gran composición y abolengo artístico bizantino.
Esta parroquia tiene también otros habitáculos que por su calidad artística deberían ser descritos y tiene todos los requisitos necesarios para que los fieles estén más cerca del Sumo Hacedor, cosa que advertimos en sus dimensiones, altura y espacios interiores y exteriores.
El espléndido coro de la Parroquia
Se diría que nuestra visita a la iglesia de San Cirilo y San Metodio nos ha producido descanso espiritual y así, frente a esta Parroquia, reposando en su belleza, nos imaginamos que transcurrirá el tiempo, lento, más puro y serenamente, para darle, esa patina que sólo la otorgan los años.
Por último bástele saber al amable lector que, contemplando las numerosas bellezas artísticas que este templo encierra, hemos experimentado una de las más gratas sensaciones, y que una vez examinadas con la detención necesaria las joyas pictóricas, de orfebrería (la gran lámpara) y de ornamentación de esta iglesia, no podemos por menos de reconocerle que entre los diversos templos onubenses a los que podemos dar el título de bello, es, el de esta iglesia de San Cirilo y San Metodio, uno de los que más justamente puede ostentar dicho galardón.
5 comentarios en «Iglesia de San Cirilo y San Metodio»
¡Ay si las nuevas iglesias que edifica la Iglesia Católica tuvieran porte similar y no locales comerciales! Bien por la comunidad ucraniana
La iglesia preciosa, y un ole por la labor de este historiador como es Antonio José Martínez Navarro, su trabajo sublime, nos hace disfrutar de una Huelva para muchos desconocida, insigne escritor con mas de 30 libros dedicados a temas relacionados con la ciudad, asi como algo tan extraordinario como es la Gran Enciclopedia de Huelva, el mayor trabajo hecho por una sola persona, todo lo que se diga es poco de este señor
Tienen wasap número por favor
Me gustaría asistir al culto.? Qué días y horas tienen?
Sublime. Respeto y profunda religiosidad. Un descubrimiento que da luz en un mundo de tinieblas.