Mari Paz Díaz. Huelva es una de las provincias más ricas de la Península Ibérica cuando se habla de arte prehistórico. Sus casi 200 monumentos megalíticos la convierten en un referente de estas construcciones funerarias con 5.000 años de antigüedad. El Pozuelo (Zalamea la Real), Los Gabrieles (Valverde del Camino), El Labradillo (Beas) y el Dolmen de Soto (Trigueros) son algunos de los más emblemáticos, pero no los únicos. Un valioso patrimonio que, a pesar de su importancia, a veces ha sido poco valorado por los propios onubenses.
Los expertos en el tema tienen claro que Huelva tiene en su territorio -junto con Portugal- uno de los patrimonios arqueológicos prehistóricos más importantes de la Península Ibérica. Tanto es así que no sería muy descabellado pensar que el Megalitismo Transfronterizo entre Huelva y Portugal, es decir, el Patrimonio Prehistórico de las dos orillas del Guadiana, podrían formar perfectamente una Candidatura para ser declarado Patrimonio Mundial de la Unesco, al tratarse de «un potente legado histórico y social que, además, tiene el aliciente de que sería un proyecto internacional. Los ayuntamientos de ambos países deben apoyar proyectos de cooperación cultural en este sentido».
Así de claro se muestra el investigador Pedro Cantalejo, coordinador del patrimonio natural e histórico de la comarca del Guadalteba (Málaga), que cuenta con más de una decena de libros y unos cincuenta artículos sobre la prehistoria de la provincia malagueña y de Andalucía.
Cantalejo es director y conservador de las Cuevas de Ardales en Málaga. Y, precisamente, el Sitio de los Dólmenes de Antequera trabaja para convertirse en Patrimonio Mundial de la Unesco. Una propuesta para la que se ha creado una comisión, de la que la Cueva de Ardales forma parte del territorio donde se ubican los dólmenes de Antequera y es una de las claves del poblamiento humano en la zona. Aunque mucho más antigua, la Cueva de Ardales apoya al Conjunto Megalítico de Antequera en este proceso.
Este investigador ha visitado recientemente Trigueros, localidad a la que acudió para ofrecer una conferencia con motivo de las actividades organizadas por el Ayuntamiento triguereño en el Dolmen de Soto coincidiendo con la entrada del sol con motivo de la llegada del equinoccio de otoño. La invitación, realizada por la Concejalía de Cultura y la dinamizadora María del Carmen Rafallo, incluyó una conferencia y la visita al sepulcro megalítico al amanecer.
En su visita, Pedro Cantalejo pudo comprobar la importancia megalítica de la provincia onubense, lo que le confiere una dimensión que va mucho más allá de lo local, de ahí que recogiera la idea de que la Huelva tiene entidad suficiente como para trabajar por ser reconocida por la Unesco. Eso sí, este experto reconoce que se trata de una tarea nada fácil, puesto que «es necesario un gran esfuerzo político por apoyar y respaldar una candidatura que tiene que constituirse con una estructura científica, histórica, patrimonial y cultural». En cualquier caso, no tiene duda de que «el Dolmen de Soto es un magnífico ejemplo y podría, en la estela de Antequera, acceder a esa categoría (…) Pero al margen de las atribuciones que otorgan la Unesco a sus sitios Patrimonio Mundial, Trigueros es ya, con o sin declaración, el pueblo del Dolmen de Soto. Hay que creérselo y sentirse orgulloso de ello».
En el caso de Antequera, su reconocimiento por parte de la Unesco supondría «hacer justicia al Megalitismo de la Península Ibérica. Una arquitectura clave en el desarrollo de las sociedades prehistóricas, dado que caracteriza, precisamente, la revolución cultural y social de los primeros campesinos de la Península Ibérica…, y pone en evidencia el gran desarrollo tecnológico de estos primeros agricultores y pastores. El reconocimiento, por tanto, me parece de justicia cultural para España», apunta Pedro.
Su conferencia en Trigueros, de carácter pedagógico, estuvo dedicada a mostrar el valor científico, cultural y patrimonial del Arte Rupestre Prehistórico, fundamentalmente de Málaga y el entorno del sur de Europa, uno de los más antiguos del mundo. Un ámbito en el que, aunque sea poco conocido, también resalta el Dolmen de Soto de Trigueros al ser, según Cantalejo, «un referente a nivel europeo y una de las necrópolis megalíticas más importantes del mundo«. Pero, además, «las grandes piedras decoradas del Dolmen de Soto es uno de los más relevantes ejemplos del uso de la pintura, el grabado y la escultura en relieve del Arte Prehistórico de Andalucía«, afirma.
Por tanto, para este experto, -que en la actualidad continúa estudiando el origen del poblamiento humano de Andalucía a través de las cuevas de Ardales-, la importancia de Trigueros en cuanto al arte rupestre prehistórico se refiere es muy alta a nivel científico, a pesar de que su conocimiento por el el público en general debe mejorarse, por lo que apuesta por la potenciación por parte de las administraciones onubenses de un turismo cultural que venga a Huelva interesado por conocer este tipo de espacios, lo que ayudará a su difusión.
En este aspecto, este conservador considera que la presentación actual del Dolmen de Soto es «muy acertada, tanto arquitectónica como paisajísticamente (muy bien integrado todo). Asimismo, me ha parecido un gran acierto el que el ayuntamiento haya promovido visitas culturales guiadas, muy bien realizadas, por cierto por Rafallo, que dotan al monumento de un discurso muy actualizado y lleno de contenido. Interpretar las claves de esta tumba, producto de otro edificio anterior Neolítico, es de una enorme importancia histórica».
A pesar de ello, Pedro Cantalejo hace un llamamiento a la sociedad onubense, pues cree que, en líneas generales, «la riqueza patrimonial y cultural de nuestras provincias van por detrás de otros valores socio económicos. Parece que invertir en el patrimonio es secundario, porque en momentos de crisis hay otras prioridades. Pero, la realidad demuestra que gastar en monumentos, yacimientos y puestas en valor del patrimonio histórico es muy rentable para el turismo cultural de los pueblos. Cuando se hace con fuerza y convencidos, el turismo cultural es el más rentable de todos los que vienen a nuestras provincias».
En cualquier caso, es una responsabilidad en la que interviene toda la sociedad, desde que los medios de comunicación se interesen por este tipo de cuestiones hasta la potenciación de circuitos de turismo cultural. Y, en este sentido, «en los últimos años se han desarrollado en Huelva proyectos científicos y patrimoniales de gran importancia para el conocimiento de ese legado desde un punto de vista cultural», puntualiza.
De esta forma, de cara al futuro, Cantalejo tiene claro que estos monumentos serán lo que quieran las instituciones (…) Es imprescindible que detrás de cada monumento haya personas, que lo cuiden, que lo expliquen, que lo difundan, que lo visiten…, estudiantes que vengan con sus profesores, etcétera. Y esto no lo puede hacer la ciudadanía sin la organización institucional. Así lo veo yo de cara al futuro». Una reflexión que ojalá no caiga en saco roto y donde Huelva tiene mucho que decir.