Fotógrafos de renombre venden sus exclusivas imágenes a precios asequibles a través de una iniciativa del onubense Víctor de Vega

Ana Rodríguez. Tener una copia de la fotografía original que César Lucas le hizo a John Lennon, Paco de Lucía o Brigitte Bardot, o de uno de esos carrerones de Cristiano Ronaldo captado por la cámara de Juan Medina ya es posible. El onubense Víctor de Vega ha hecho que lo sea gracias a un proyecto innovador y creativo, la primera photogallery española, que puso en marcha hace diez meses. Se llama Zoom Edition y bajo el lema ‘Fotografía de autor para todos’, este emprendedor está logrando que cualquier persona pueda conseguir instantáneas captadas por grandes fotógrafos, casi todos nacionales, para disfrutar de ellas en su casa o su despacho.

La iniciativa consiste en ofrecer a los usuarios imágenes realizadas por profesionales de renombre, de las cuales se saca una edición limitada de 100 ejemplares. El quid de la cuestión se encuentra en que todas estas obras tienen el mismo precio, que sólo varía en función del tamaño en que el cliente desea recibirlas, es decir, que una fotografía no es más cara o barata porque su autor sea más o menos famoso. “El coste de todas nuestras imágenes oscila entre los 40 y los 490 euros en función de sus dimensiones. El acuerdo que tenemos con todos nuestros fotógrafos es el mismo, valoramos a todos nuestros autores de igual manera, huyendo del concepto clásico de galería”, explica Víctor.

Una idea, pues, completamente original de exclusividad asequible y con la que este onubense está tratando de meterse en el bolsillo a un público poco acostumbrado a comprar arte fotográfico como es el español. En esta línea, el empresario indica que “nos situamos comercialmente entre los vendedores de láminas y las galerías de arte más exclusivas y caras”.

Para poner en marcha Zoom Edition, que tiene su sede en la calle Pez de Madrid, en el barrio de Malasaña, cerca de Gran Vía, de Vega tuvo la inestimable colaboración de su hermano Luis, periodista de ABC y también fotógrafo. Así, ambos comenzaron a difundir esta iniciativa entre la amplia red de contactos de fotógrafos de Luis, a quienes les platearon su intención de representarlos y mover sus obras tanto en la galería física como a través de una tienda on line.

De este modo han logrado que 36 profesionales de la cámara se sumen al proyecto aportando, hasta el momento, un total de 165 obras. Entre estos autores se encuentran César Lucas, Tino Soriano, Enrique López Tapia, Juan Pérez Fajardo, Anya Bartels-Suermondt , el también onubense Luis de Vega, Paco Guerrero o Peter Muller, todos ellos con amplias trayectorias, gran prestigio y merecedores de distintos premios. Sin embargo, el empresario pone de relieve que “también dejamos espacio para fotógrafos más jóvenes, con menos biografía, para dar una oportunidad a los nuevos valores”.

Cabe destacar que otro de los objetivos de Zoom Edition es darle una segunda vida útil a los archivos fotográficos de estos autores. En este sentido, todas las imágenes que se presentan en la galería han tenido orígenes diferentes: formar parte de un libro, un catálogo, una exposición, un periódico, una revista… Tras este primer cometido, la galería pretende que vuelvan a estar en circulación, pues su filosofía es que “las fotos no son sólo imágenes bonitas” para tenerlas en un cajón o para que sólo su autor las disfrute.

Aunque sólo lleva 10 meses funcionando, la galería está teniendo muy buena acogida, siendo muchos de sus clientes de otros países, como Francia, Alemania, Italia, Inglaterra y, sobre todo, Estados Unidos, un público, el americano, muy acostumbrado a comprar y coleccionar fotografías. Y es que, aunque el 95% de las adquisiciones se hacen en tienda, hay un 5% que se cierra por Internet, favoreciendo así la internacionalización del negocio.

El que Zoom Edition haya tenido este buen comienzo afianza la decisión tomada por Víctor, licenciado en Empresariales y Derecho, de abandonar su anterior empleo para volcarse en este nuevo proyecto vital y laboral. Y es que hace sólo año y medio, el onubense era el jefe de Recursos Humanos de Inditex en Londres, un trabajo que había alcanzado tras pasar por la directiva de RRHH de otras multinacionales como Siemens y ONO.

“Hice una pequeña locura y me salí de mi zona de confort, dejé mi bagaje profesional para hacer un paréntesis y cumplir también el sueño de no tener jefes”, explica el onubense. Y es que su experiencia en Londres, de donde se volvió a principios de 2014, no fue muy positiva: “me fichó una empresa potente, con un gran sueldo y puesto para cambiar sus Recursos Humanos, pero luego me di cuenta de que en realidad no querían cambiar nada. Entonces me desencanté e hice de mi capa un sayo y volví a España”.

Aunque el mundo de los Recursos Humanos y el de la fotografía se parecen, a simple vista, lo que un huevo a una castaña, el experto asegura que el primero es universal ya que, si se trasciende lo puramente administrativo, “hay un eje común que sirve para casi cualquier aspecto de la profesión y de la vida. Tratar con la gente es la base del éxito”.

En este sentido, de Vega comenta que “en cualquier empresa un 95% es sensatez y un 5% experiencia y conocimiento. Cuanto más crece la experiencia, más versátil te vuelves, aprender a hacer de eso un activo y ello te genera riqueza y capacidad de trasladar esa experiencia a otros entornos del tipo que sean”.

En el año y medio que lleva con la galería, Víctor reconoce que ha aprendido millones de cosa, un nuevo bagaje que, añadido al anterior, le está permitiendo afrontar este reto con ilusión y esperanzas de éxito. Por lo pronto, su objetivo para este año es mantener la balanza de ingresos y gastos equilibrada, con expectativas a que se incline del lado de las ganancias el próximo 2016. Además, el año que viene quiere asentar la tienda on line y abrir nuevas galerías en distintos puntos de España, como Barcelona, Bilbao, Marbella, Palma de Mallorca y una segunda en Madrid.

En cualquier caso, nadie puede negar la originalidad de este proyecto, ya una realidad, que está permitiendo al común de los mortales adquirir copias de fotografías originales a las que, sin la cartera llena, jamás habrían podido tener acceso.