Redacción. Tras dos meses de intensa actividad, los campamentos de verano de Moguer y Mazagón cerraron el 31 de agosto sus puertas con una divertida fiesta del agua en la que participaron los casi 350 niños que tan tomado parte en este proyecto municipal. El viernes protagonizaron un espectáculo musical que compartieron con monitores y familiares.
Poco a poco empezamos a decir adiós al verano y con él a muchas de las actividades lúdicas que se ponen en marcha en este periodo estival, entre ellas el multitudinario campamento urbano que organiza el Patronato Municipal de Deportes en sus sedes de Moguer y Mazagón.
El concejal responsable del área de Deporte José Antonio Rodríguez ha querido compartir este último día de clase con los protagonistas de una de las ediciones más numerosas de este proyecto de ocio y formación, que ha superado notablemente el número de matriculas registradas en campañas anteriores; un dato que pone de manifiesto la consolidación de un programa extraescolar pensado y diseñado para dar cobertura a las vacaciones de los más pequeños.
En este 2015 ha destacado la colaboración del nuevo Centro Deportivo José Manuel Sierra Méndez, que ha posibilitado con la cesión de la piscina cubierta que las actividades acuáticas volvieran a estos campamentos urbanos, que cerraron sus puertas con una fiesta del agua en la que participaron los 210 niños inscritos en Moguer y los 130 matriculados en Mazagón.
Gala musical. Antes de cerrar oficialmente esta aventura formativa, los niños que han pasado el verano entre talleres, excursiones, actividades educativas y deportivas, se despidieron el 28 de agosto de compañeros y monitores en una típica verbena de fin de curso que se organizó por igual en el pabellón Zenobia de Moguer y en la Mancomunidad de Mazagón y en la que el alcalde Gustavo Cuéllar entregó los diplomas a los participantes.
Con el objetivo de trabajar la motricidad y fomentar la desinhibición de los escolares, en estos dos meses de campamento han bailado, asimilado el ritmo de la música y trabajado sobre distintas coreografías, que el pasado viernes presentaron para disfrute de compañeros y familiares.
Tanto en Moguer como en Mazagón se puso broche final a este espectáculo musical con una comida de convivencia en la que participaron monitores y escolares, acompañados de sus familiares.