Mari Paz Díaz. La Banda de Cornetas y Tambores Jesús Nazareno de Huelva es una de las referencias musicales de la Semana Santa de Huelva. Con más de una década de historia, su presencia en las calles de la capital onubense es una de las imágenes más reconocibles de la Semana de Pasión de Huelva, especialmente durante la Madrugada, cuando acompañan al paso de Jesús Nazareno.
La banda se crea después de la Semana Santa del año 1986, cuando Alfonso Raggio propone a la junta de gobierno de la Hermandad del Nazareno formar una agrupación musical para acompañar a su sagrado titular en su estación de penitencia. La idea se gestó y, a principios del año 1987, la banda fue presentada al pueblo de Huelva. Ya en la Semana Santa de ese mismo año empiezan incluso a acompañar a varias hermandades.
Su objetivo ha sido siempre el acompañar musicalmente a Nuestro Padre Jesús Nazareno en su estación de penitencia por las calles de Huelva, al mismo tiempo que se reúne a un grupo de jóvenes de la hermandad en torno a la música, ayudando al desarrollo personal de cada uno de ellos.
Desde entonces hasta la actualidad, la Banda del Nazareno ha ido creciendo y evolucionando mucho, incluyendo hasta un cambio de estilo. Y es que la banda se formó en sus inicios como agrupación musical, pero en el año 1996 se transforma en banda de cornetas y tambores, tal y como se le conoce hoy en día. Además, en sus inicios, sólo montaban marchas de otras bandas y se hacía de oído, es decir, a base prueba y fallo. Luego, empezaron a introducir partituras, por lo que las composiciones interpretadas fueron más complejas y de mejor calidad musical.
Así hasta llegar ahora, cuando la banda cuenta con más de 110 músicos y más de 20 marchas propias compuestas por algunos de ellos. Y es que, en lo musical, su filosofía es apostar por las composiciones propias, pues afirman que «son esas las que nos enriquecen musicalmente y nos hace tener una personalidad propia que nos diferencia dentro de este mundo cofrade».
Una prueba clara de su consolidación está en el número de hermandades al que acompañan este año 2013: la Hermandad de los Mutilados de Huelva, el Domingo de Ramos; las Tres Caídas de Huelva, el Lunes Santo; en el Martes Santo, la Hermandad de San Blas de la localidad sevillana de Carmona; la Hermandad de la Victoria Coronada en el Miércoles Santo de Huelva; el Señor de la Oración en el Huerto de Huelva, el Jueves Santo; su titular Nuestro Padre Jesús Nazareno en la Madrugá de Huelva; el Sábado Santo, como novedad este año, van a Alcalá del Río (Sevilla) para estar con la Hermandad de la Soledad; y, por último, el Domingo de Resurrección estarán en Hinojos para celebrar este día con la Hermandad del Resucitado.
Pero la incorporación de Alcalá del Río no es la única novedad de este año en la Banda del Nazareno, ya que prácticamente todos los años tienen algún estreno, sobre todo, en cuanto a nuevas composiciones musicales se refiere. Y, en este 2013, además de estrenar marchas, la agrupación cuenta con un nuevo banderín, que ha sido bordado en oro fino y sedas por las manos del artista onubense Manuel Ponce.
Además, durante la jornada del pasado Domingo de Ramos prepararon el remate final del mástil del banderín, que en lugar de ir como hasta ahora con una punta de lanza, fue con otra figura que fue toda una sorpresa.
Todo ello en un año muy especial para la música cofrade de Huelva, porque por primera vez se ha creado el Consejo de Bandas, del que forma parte esta banda de cornetas y tambores.
A pesar de todos estos avances, esta banda no para de crecer y de trabajar en nuevos proyectos, siempre apostando por la formación musical de sus componentes para contribuir así al engrandecimiento de la Semana Santa de Huelva. Una manifestación que, desde el punto de vista de la banda, ha evolucionado mucho, especialmente porque «notamos que hay más respeto tanto para las bandas como para las cofradías en la calle«, aseguran.
Eso sí, estos músicos tienen claro que, en una procesión, lo importante no es la música, sino que se le debe dar siempre a cada hermandad, puesto que el papel de la banda es secundario, poniendo de manifiesto que «lo fundamental son las imágenes, sagradas titulares de las hermandades a las que acompañamos, por lo que debemos ser respetuosos y discretos dentro del cortejo o en el acto al que seamos invitados». Y, además, teniendo en cuenta que no todas las hermandades tienen la misma personalidad, si bien la música despierta mucho interés, siempre que el repertorio elegido sea el adecuado.
Por último, la banda lanza un mensaje a los onubenses y los anima a «que salgan a la calle a ver la gran Semana Santa que tenemos y que disfruten de ella, de la música, de las insignias que las hermandades, de los detalles de los pasos, de los momentos en una calle o una esquina, una salida o recogida, momentos que por lo emotivo, artístico o musical quedan para siempre en el recuerdo».