Benito de la Morena. Un amigo al que leo lo que escribe, me indicaba el otro día que había “perdido el interés personal por contribuir a mejorar su ciudad y provincia” y, viniendo de quien viene, me preocupe, pues no estamos para perder a personas con calidad intelectual.
Parece que los Ayuntamientos y Diputaciones están bien dotados de asesores, bastante bien pagados por cierto; en nuestro Ayuntamiento oscilan entre los 23 y 39 mil euros por persona y año, y a mí me parece muy bien que el salarió sea digno, pero siempre que se lo merezca el susodicho, pero me surge la duda de si se les exige la correspondiente responsabilidad o son, simplemente, cargos a débito de favores anteriores.
Esta circunstancia es la que tiene desconsolado a mi amigo, persona seria y rigurosa, de esas que se documentan antes de escribir lo que piensan y no están al mejor postor. Hace tiempo a un alcalde le dijo otro amigo mío que asumiera sus responsabilidades políticas, pero que no interfiriera en sus dictámenes técnicos, evidentemente no le hizo caso y lo despidió y, ya se sabe, cuando el salario se necesita, a “tragar”, ¡una pena!
Mi amigo me preguntaba por lo del aeropuerto de Huelva, yo le recordaba lo de los “puentes de Punta Umbría” y así sacamos cuatro o cinco temas oportunamente electoralistas, en los que los asesores deberán estampar sus firmas para que los políticos se sientan liberados de responsabilidad y puedan tomar decisiones con menos riesgo, pues siempre habrá un asesor a sueldo que pague el pato. Antes ese “pato” lo pagaba el funcionario, pero tras varias batidas y patos desplumados, estos, los funcionarios, se han acogido a la Ley y la aplican a rajatabla, de manera que ellos se sienten exonerados, aunque todo se ralentice; toda una faena para el ciudadano de a pie, aunque lógica y necesaria.
Parece que en la FOE se respiran aires nuevos, también la Alcaldía dice que quiere cambios, ¿les dejarán los poderes fáticos?, ¡quién sabe!, deberemos esperar un poco a ver por donde se respira, pero, mientras tanto, espero que los asesores seguirán formándose complementariamente para adquirir la sapiencia que precisan y optimizar su tiempo y resultados, pues de sus informes, los alcaldes, presidentes de Diputaciones y Federaciones de empresarios tendrán que tomar decisiones que afectan al conjunto de la ciudadanía, esa que decide si “PODEMOS” o “NO PODEMOS” seguir como estábamos.
1 comentario en «Personas de confianza»
Tengo una duda, amigo Benito: ¿Realmente la ciudadanía esa decide lo que podemos y no podemos hacer?
Otra duda: ¿Son competentes para su función los asesores de las insituciones?
Como casi siempre, me subo al carro de la reflexión de Don Benito.
Y añado, para los amantes de ese cine que se nos fue: Conviene volver a ver una películoa «del oeste», en la que se tornan los papeles habituales en nuestra sociedad. Es un canto a la honestidad y al idealismo: «Cimarrón».