José Miguel Jiménez / Zalamea. El público que se dio cita en el Paseo Redondo de Zalamea disfrutó de una gala, la del Festival Flamenco de Zalamea, donde, de nuevo, sirvió para repasar las distintas modalidades del cante flamenco a través de tres voces y tres puntos de vista para un mismo arte.
Satisfacción también por parte de la terna de artistas para con el público, entendido y respetuoso como lo definió el presentador, José Manuel López.
Ya conocía el entorno el campillero José Luis Dieguez, tras participar en alguna velada de feria en el mismo recinto, esta vez acudió al festival , un ambiente diferente en el que entró por granaínas y soleares, para continuar viajando por los cantes de Cádiz y finalizando con los fandangos de Huelva, en los que Dieguez se recreó como verdadero conocedor del estilo de la tierra.
Agradable sorpresa la de Beatriz Romero, la joven palerma se presentaba en Zalamea como figura emergente del flamenco, que ya es presente y futuro de este arte. Peteneras y bulerías en una voz que no llega a los 20 años, pero que ha sido reconocida con importantes premios como el Melón de Oro o el Colón Flamenco.
Para culminar la noche, la figura de José Menese, punta de lanza del renacimiento cultural flamenco de las últimas décadas del pasado siglo y representante de la vuelta a las raíces del cante jondo. Hubiera sido imposible repasar todas las vertientes del flamenco que domina el cantaor de La Puebla de Cazalla, que dejó una muestra de su trayectoria con nanas, tarantos y soleares , haciendo las delicias de los aficionados más ortodoxos, acompañado a la guitarra por Antonio Carrión.