P. Gamero. Benjamín Naranjo Rodríguez (Huelva, 28 de julio de 1954). Especialista en Cirugía General del Aparato Digestivo y Senológico, historiador del Recreativo, del que es desde el 29 de julio su presidente.
Llega con ganas de aportar su talante conciliador, sabedor del momento que le ha tocado vivir en la entidad, pero dispuesto a dar un pasito adelante para la subsistencia de una entidad de la que asegura categóricamente que “no va a desaparecer”. Aún sorprendido por la petición que se le formuló de ser el presidente, y en alerta por la responsabilidad que entraña el cargo, se toma como cuestión de estado el reto de “agilizar la relación club-medios de comunicación”, y ayudar en la medida de sus posibilidades -abriendo puertas- para paliar la difícil situación económica de la entidad, con especial énfasis en los pagos aún pendientes a los empleados.
– ¿Por qué presidente?
– Es algo que me lo estoy preguntando todavía. Podría decir que me han llamado para ayudar, es algo manido, pero real. Ni me lo había planteado, pero mira aquí estamos para seguir colaborando, aunque no de la manera que hubiera imaginado.
– Costó convencer a Benjamín Naranjo, pero al final dio el paso.
– Ha sido un proceso duro, difícil y siempre con mi familia diciendo que no aceptara. Han sido días complicados, que le daba muchas vueltas porque me daba miedo la responsabilidad, y mira que en mis manos ha estado la vida de muchas personas, pero esto era diferente.
– De no haber estado dentro y no haber vivido la realidad del club, ¿la decisión hubiera sido diferente?
– Puede ser. He estado en los últimos tiempos vinculado al Recreativo, como miembro de la Comisión del 125 Aniversario, y en los meses precedentes, ejerciendo de médico. Internamente claro que he ido comprendiendo la situación, los problemas que había, con los empleados, con la plantilla, era una situación difícil. Creo que saber todo eso, aparte de darme más miedo esa responsabilidad que te hablé, también me dio ese pequeño poso para dar el paso.
– Hubo una llamada de Pablo Comas descolocó a Benjamín Naranjo, ¿cómo fue?
– Qué te voy a decir, yo me ofrecía a colaborar como médico y como Licenciado en Historia, y estábamos estudiando un proyecto que les había propuesto para darle vida al museo. En esta estábamos cuando me llamó el presidente y mi sorpresa fue cuando me dijo que había llegado el momento, de qué le dije, y me contestó que de hacerme cargo de la presidencia. Te puedo asegurar que ni lo había pensado. Pedí un poco de tiempo para consultar con la familia, y tras hablar con mi gente recibí la negativa total de aceptar el cargo, por motivos de salud. Intenté poner durante ese mes todas las trampas del mundo para poder decir que no, por ese miedo a la responsabilidad… Hasta que el 28 de julio me vuelve a llamar Pablo Comas y me dice que tiene que ser ya, que por favor me lo pedía. Tenía muchas preguntas que hacer, pero me callé y dije, que sea lo que Dios quiera, si puedo hacerles falta, y si por mi forma de ser puede ayudar en este momento, adelante.
– Un trago complicado.
– Pudo ser la decisión más difícil de mi vida, quitando eso sí, aquellas que por mi profesión he tenido que adoptar ante pacientes en estado crítico. Me he visto no con un puñal en el cuello, pero sí el paso antes.
– Una vez dentro, ¿qué puede aportar Benjamín Naranjo?
– Me gustaría que las aguas se tranquilizaran. He visto una gran tensión alrededor del club, una enorme desunión con luchas internas dentro de la masa social del Recreativo. Hacía tiempo que no veía eso, y se tiene que acabar. He visto insultos, mala relación entidad-medios de comunicación, ese ambiente que se respira en las redes sociales es muy negativo. Me gustaría que eso se acabara, porque aquí nos necesitamos todos. Durante mi etapa de médico me decían en el hospital que era el mejor mediador ante los pacientes, los familiares, con todos, pues mira, si puedo mediar y hacer que esa crispación desaparezca, algo es algo.
– Pero no sólo es crispación, dentro hay problemas.
– Claro, y uno de los que más me preocupaba era el de los atrasos a los empleados, a los que se les debía tres mensualidades más la extra. Como he pasado por esa situación, sé lo que es, la siento como propia. Y la primera pregunta que hice al llegar al club fue esa, cómo estaban las nóminas y cómo lo vamos a solucionar. Creo que en breve se va a pagar, porque es lo que corresponde.
– Muchos aficionados desconfían que Benjamín Naranjo pueda tener la varita mágica, por la simple razón que piensan que las decisiones la toman otros.
– Tengo margen de maniobra, la suficiente que yo necesito. No oculto la realidad, estoy para representar al Recreativo, pero también para tener mi sitio. Me pueden achacar que puedo ser un pelele por conformarme con eso, pues yo digo que eso, representar al Recreativo de Huelva, es para mí un honor. Y otra cosa, ya han dicho que soy un vocero de Pablo, pues no, yo digo mi verdad, me equivocaré, claro, pero diré mi verdad siempre, y una de ellas es que esta situación se arregla con dinero y Pablo lo ha puesto.
– Lo de mediar lo tuvo que poner en práctica pronto, porque el 31 de julio el Recre corría el riesgo de descender.
– Ojalá me hubieran nombrado el día 3 de agosto y no el 29 de julio. Me hubiera ahorrado lo vivido antes de esa fecha que a mí me preocupaba. Estuve hablando con tres jugadores para que comprendieran la situación, que si no el 31 el equipo se iba Tercera. Creo que les hice un chantaje emocional, les dije que si mañana estábamos en Tercera a mí no hacía falta que me den un tiro, me dada el infarto directamente. No sé si movieron o no, pero al final nos quedamos con que no hubo ninguna denuncia. Para mí eso sí fue un motivo de fiesta, aunque alguien pudiera pensar que no era para hacer fiesta, a esos les digo que hubieran estado a mi lado esos dos días.
– Claro que para llegar a esta situación algo mal se habrá hecho.
– Sin lugar a dudas, por parte de todos. El bloqueo de Hacienda ha sido el detonante de todo, y ahí los culpables somos nosotros, pero en otros ámbito han habido declaraciones de miembros del consejo, del cuerpo técnico y de la plantilla que no se debieron hacer, hay cosas que se tienen que quedar dentro. Todas estas cuestiones han ido creando ese mal ambiente actual.
– Hasta llegar a un ambiente enrarecido.
– Y crispado dirá yo. Siendo miembro del cuerpo médico, cuando iba por la calle lo hacía con resquemor, por si alguien me identificaba y decía algo. Alrededor del club había un malísimo ambiente, que para nada favorecía. Y todo porque se dicen muchas cosas, se emiten opiniones de manera irrespetuosa en ocasiones. Las opiniones siempre que nos la hagan llegar de buenas maneras son bien recibidas. Esa ha sido mi forma de proceder en la Federación de Baloncesto, coger las ideas buenas que me daban. No hace falta transmitirla con crispación, con malos modos, si es buena vamos a llegar a un acuerdo. Por es ruego, por la salud del Recreativo, y por la mía también, que cese esa crispación, no creo que sea tan difícil. Se ha podido hacer daño desde el Recreativo, se ha podido faltar, sin duda, ha faltado comunicación, también, pero todo puede solucionarse.
– Ante la realidad del Recre, al frente está un cirujano.
– Pero no para cortar, sí a remodelar y a hacer algo de estética, que también se precisa el bisturí. Es necesario un cambio en la comunicación, que tiene que ser fluida, abierta, con todos los estamentos, socios, medios de comunicación, a los que pedimos su ayuda. No les voy a pedir que mientan, eso es imposible, les pediré que sean benevolentes a la hora de criticar. Le pido comprensión y ayuda, déjennos salir de este pozo, que dicen que es el peor momento de la historia del Recreativo, yo no lo sé, porque siempre hemos estado así. Esa es la realidad.
– Y rogando también para que no llegue ningún forense.
– No, ojalá nadie actúe como tal en el Recreativo.
– Dadas las circunstancias, la pregunta es directa: ¿el Recreativo va a desaparecer?
– No, porque siempre hay alguien que salta a defenderlo. Siempre que se han producido momentos de crisis, han salido grupos de personas que se han levantado a eso. Pasó en 1927, en 1932, en 1954, más reciente en 1992… siempre hubo solución y seguirá habiéndola.
– ¿Por dónde pasa esa solución?
– Por el desbloqueo del tema de Hacienda, que se puedan manejar las cuentas de uno, esa es la clave. Que nadie piense que vamos a poner la deuda a cero, pero sí para poder trazar un plan para hacer viable el club, que pasará por no gastar más de lo que ingresamos. Por desgracia no se hace siempre así, y puede que alguna vez lo haya hecho en el baloncesto, pero el futuro del Recre es ese.
– Con estos antecedentes, el club parece condenado a militar muchos años en Segunda B.
– No quiero hacer de profeta, pero creo que sólo se estará un año. Vamos a hacer un equipo para poder competir por el primer puesto, no por los cuatro primeros, por el primer puesto. Eso hay que hacerlo con dinero, y también con trabajo de la comisión deportiva y técnicos. Con dinero y buena voluntad. No sé el orden. Si hay buena voluntad, creo que se encuentra el dinero.
– De momento Benjamín Naranjo ya busca ese dinero.
– Sí, las de las instituciones, pero dejando muy claro que no quiero dinero, si me lo dan, estupendo, pero no les pido eso, les pido que me abra puertas. Porque el Recreativo es un símbolo en Huelva.
– Llegando al tema deportivo, la realidad por los acontecimientos vividos en el verano es que la preparación del equipo va con retraso.
– Cierto, pero poco a poco se hacen progresos. Nos queda más camino porque hemos empezado tarde. Hay que tener en cuenta que en temporadas anteriores a estas alturas ya se habían realizado muchos fichajes, ahora no ha sido posible. Nos faltan algunas salidas, y por lo menos cuatro o cinco incorporaciones.
– ¿La meta es el ascenso?
– Sin ningún género de dudas. Con esas incorporaciones que vamos a hacer se va a pelear por el ascenso, seguro.
– Benjamín Naranjo habló como presidente, como médico, y como historiador, ¿qué apostillaría?
– Que al Recreativo de Huelva aún le quedan muchas páginas por completar.
