Redacción. El centro de salud del Molino de la Vega, ubicado en la capital y dependiente del Distrito de Atención Primaria Huelva-Costa, lleva a cabo dentro de su cartera de servicios una serie de talleres formativos encaminados a prevenir conductas de riesgo entre la población adolescente que reside en su zona de influencia.
Esta iniciativa se enmarca en el programa ‘Forma Joven’, una estrategia de la Junta de Andalucía que traslada a los espacios frecuentados por el colectivo actividades de formación e información a través de las cuales se atiendan sus demandas y se le ayude a afrontar los problemas de salud más frecuentes en esta etapa de la vida.
Los talleres organizados por el centro sanitario se imparten en el instituto Pablo Neruda y cuentan con el apoyo de la asociación Hacam-Doctor, centrada en el desarrollo de programas de intervención con menores y jóvenes infractores o en situación de riesgo.
En cuanto a las temáticas que se abordan en estas sesiones, que acaban de finalizar y se reanudarán con el inicio del próximo curso escolar, destacan recomendaciones para una alimentación equilibrada, la detección y abordaje de trastornos alimenticios y la importancia de la práctica de ejercicio físico en la rutina diaria. Otros de los apartados que se trabajan son la prevención del consumo de drogas y de cualquier otro tipo de adicción, con especial hincapié en las consecuencias del tabaco y el alcohol, así como la adopción de relaciones sexuales sanas y seguras a fin de evitar embarazos no deseados y la transmisión de enfermedades de esta índole.
A instancias del profesorado y el propio alumnado, este curso también se han organizado talleres sobre primeros auxilios y maniobras de RCP (reanimación cardiopulmonar) básicas, de manera que los intervinientes sepan actuar en caso de accidente.
En paralelo a todas estas acciones formativas, los profesionales del centro sanitario programan además en el mismo instituto asesorías individuales o grupales en las que se tratan desde un punto de vista personalizado los problemas que tengan los jóvenes, a la vez que se les ayuda a resolver cualquier tipo de duda ante aspectos que les preocupen.
Con ello se pretende contribuir a fomentar estilos de vida saludable en la población adolescente que sean compatibles con sus necesidades e intereses, así como que los menores desarrollen habilidades que les permitan responder de forma adecuada a situaciones de riesgo o interrogantes a los que se enfrenten. Por otro lado, también se propicia una mayor proximidad entre este grupo poblacional y los servicios sanitarios.
