Redacción. El último número de la revista científica Lancet Infectious Diseases acaba de publicar un estudio realizado por investigadores del Grupo de Estudio del SIDA (GeSIDA) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), entre los que se encuentran especialistas de los hospitales Juan Ramón Jiménez e Infanta Elena de Huelva, que demuestra que la terapia de simplificación dual con atazanavir/ritonavir+lamivudina es una opción eficaz y segura en pacientes estables.
Concretamente, en el citado estudio, la proporción de pacientes con carga viral indetectable a las 48 semanas fue del 84% en terapia dual frente al 78% en terapia triple, demostrándose la no inferioridad de la nueva estrategia. Además, hubo más pacientes en el grupo de tratamiento triple que abandonaron el estudio por problemas de toxicidad.
Los resultados son por tanto favorables a una simplificación de la estrategia de tratamiento, ahora basada en tres medicamentos, y coincidentes en este sentido a los resultados de otro estudio realizado también por científicos españoles –y que ha sido publicado en el mismo número de Lancet- con resultados igualmente positivos para una terapia dual diferente basada en lopinavir potenciado con ritonavir y lamivudina.
Según concluyen los autores de la investigación de GeSIDA, este nuevo enfoque para el tratamiento del VIH tiene gran relevancia, pues “permitirá usar pautas antirretrovirales que ahorren fármacos en pacientes estables, disminuyendo toxicidades innecesarias, guardando fármacos para el futuro y reduciendo los costes del tratamiento”.
Los inconvenientes del tratamiento actual
El tratamiento antirretroviral ha cambiado drásticamente la evolución de la infección por el VIH, que ha pasado de ser una enfermedad rápidamente mortal a una infección crónica. Actualmente los pacientes que son diagnosticados precozmente y toman su medicación regularmente, tienen un pronóstico vital similar al de las personas de su sexo y edad. No obstante, el tratamiento antirretroviral ha de tomarse indefinidamente lo que causa varios inconvenientes, algunos de los cuales pueden limitar la eficacia del mismo.
Uno de ellos son las toxicidades, que aunque raras con los fármacos modernos, pueden causar problemas a todo lo largo de la vida de un paciente. Los fracasos del tratamiento a veces se asocian con resistencias del virus a los fármacos, que inutilizan los medicamentos que tomaba el paciente así como otros de la misma familia. Por último, pero no menos importante, el coste de los tratamientos es un aspecto que también influye cuando deben ser administrados de por vida.