Redacción. El Campus de La Rábida de la Universidad Internacional de Andalucía ha sido el escenario del XII Encuentro bilateral de rectores entre las universidades españolas y cubanas. El acto de clausura, que estuvo presidido por la vicerrectora del Campus de La Rábida, Yolanda Pelayo en representación del rector de la UNIA, contó con la presencia del secretario general de universidades del Ministerio de Educación Cultura y Deportes, Juan María Vázquez. También participaron el viceministro de Educación Superior de Cuba, José Ramón Saborido y en representación de la CRUE, lo hizo el rector de la Universidad de Cantabria, José Carlos Gómez Sal.
A lo largo de las intervenciones todos han destacado el ambiente de cooperación y trabajo en este lugar, como dijo Pelayo, “tan emblemático que nos une a América. Desde la UNIA ha sido un placer ser los anfitriones de tan importante encuentro”. Hace cinco siglos hubo un encuentro entre dos continentes y hoy la UNIA sigue siendo un referente. “Somos una Universidad sin fronteras, que lidera el Grupo de Universidades Iberoamericanas, desde hace 15 años”, destacó.
El viceministro Saborido abogó por la cooperación entre España y Cuba y habló de la gran tarea por hacer: “Después de 50 años, dijo, el pueblo cubano ha demostrado que es insistente y laborioso y ha venido cosechando todos estos años y ahora comienza a recoger esa cosecha”. Esta nueva etapa abre puertas a la colaboración. En febrero se va a celebrar en Cuba un evento muy importante como es “Universidad 2016” y ese será el momento para volver a encontrarse, dijo.
El rector de la Universidad de Cantabria agradeció a la UNIA la gran acogida que han recibido y trasladó un mensaje de la Secretaria de Estado de Investigación, que no pudo desplazarse a la Rábida, pero mostró su apoyo a todas las iniciativas que “se pongan en marcha en relación con la investigación e innovación con Cuba”.
Cerró el acto el Secretario General de Universidades del Ministerio de Educación para quién el idioma es un elemento de internacionalización y eso facilita el poder crear espacios compartidos con Iberoamérica. “Si fue posible crear espacios de Educación Superior con Europa en 20 años, que poco nos costaría crear, después de siglos de conocimientos, espacio compartidos con Iberoamérica”, concluyó.