Redacción. Las catedrales vitivinícolas de Bollullos vuelven a abrirse al ámbito artístico de la mano de la Asociación Cultural Boluarte y Bodegas Sauci, promotores de la Muestra de Enopintura que en este mes de junio alcanza su octava edición con los trabajos de la artista Lucía Oliveros. Bajo el título de ‘Vuela y Vive’, se dan cita 18 obras de la artista bollullera, enmarcados en la temática de una leyenda Maya en la que el colibrí es el animal concebido por los dioses para trasporta los sueños de los humanos. Tomando como elemento central esta historia nos ofrece una simpar constelación de retratos de este ave que parecen revolotear por las paredes de la bodega.
El comisario y promotor de la exposición, José Antonio Faraco, explica que se trata de trabajos realizados únicamente con vino, gracias a una técnica pictórica que tiene su génesis en la aguada, con el matiz de que, para la ocasión, la tinta es sustituida por los caldos que desde tiempo ancestral elabora esta empresa. Para su confección la artista “utiliza papel de 300 gramos de grosor que se ‘bebe’ el liquido elemento, produciendo una mancha sobre la que el autor va trabajando”
El mayor desafío profesional lo comporta el hecho de que la tinta puede menguar su densidad mezclándola con agua, logrando diversos espesores y dotando a cada trazo de diferentes texturas. En cambio, con el vino, la artista se ve sometida a las cadenas limitantes de la materia prima y le obliga a exprimir su creatividad una y otra vez.
Oliveros señala las dificultades de domar el vino. Cada redondito espacio del papel absorbe a veces a su libre albedrío la cantidad de líquido que quiere, lo que dificulta de modo soberano las intensidades de cada trazo e incluso el propio color. Todo ello hace que la mitad de las obras en las que se puso a trabajar terminaran en la papelera, dada la imposibilidad de remendar cualquier trazo como puede ocurrir con el oleo. Aquí el margen de error no existe. Para mitigar ese elemento que escapa al control del autor, algunos compañeros de profesión le aconsejaron la utilización de fungicidas para eliminar las bacterias y estabilizar el líquido. Sin embargo, es una idea que desechó para experimentar e investigar, aun cuando el camino fuese más arduo, por lo que la única licencia externa al vino es el uso de gratito.
En cualquier caso, los resultados son espectaculares. A pesar de la una baja gama cromática que viene determinado de manera natural por el propio vino, las destreza de la artista lograr lienzos llenos de vida, y donde el buen uso de los trazos le permite lograr movimiento e imágenes que parecen tatuadas en tres dimensiones.
Por todo, ‘Vuela y Vive’ se erige en una de las exposiciones más originales del año, en la que Boluarte innova para sorprender al publico y mostrar como la alquimia que produce la metamorfosis de la vid en vino puede ser, una y otra vez, trasformada en arte. De lunes a viernes de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 horas se puede visitar esta exposición.