Paula Crespo. Alejandra Tortosa no esconde que la curiosidad por vivir una experiencia lejos de su Huelva natal y su adorada playa de La Antilla, donde no ha dejado de veranear en sus 30 años de vida, siempre ha estado latente en ella. Nuestra Onubense por el Mundo de esta semana estudió sus primeros años y hasta Secundaria en el Colegio san Vicente de Paul, del que admite «guardar un recuerdo inmejorable». De ahí pasó al Instituto Diego de Guzmán y Quesada, popularmente conocido como “El Femenino”, donde se dio cuenta de que su carrera iría por la rama de ciencias y encaminada a la ingeniería: «Me incliné por la Ingeniería Industrial porque abarca un amplio abanico de actividades y, a priori, no tenía del todo claro en qué rama me quería especializar. Para ello que me trasladé a Sevilla, en donde completé mis estudios en la Escuela Superior de Ingenieros. Lo mío me costo, pero a cambio la satisfacción que sentí al terminar la carrera no tiene precio».
– Actualmente vives en Holanda, pero cuéntanos ¿cómo has llegado hasta allí? ¿Cómo te convertiste en onubense por el mundo?
– Yo siempre había sentido curiosidad por vivir un tiempo en el extranjero, y sobre todo por mejorar mi nivel inglés, ya que desgraciadamente en España se hacía complicado. Fue mi tutor del Proyecto Fin de Carrera en la ESI quien me dió el empujón final y me puso en contacto con la Universidad Técnica de Delft (TU Delft) para realizar allí el PFC, el cual tuve que exponer en ambas universidades. La verdad es que le estoy muy agradecida por la gran oportunidad que me brindó, TU Delft está entre las universidades técnicas más prestigiosas del mundo, y ello me ha abierto muchas puertas para trabajar en Holanda.
– ¿Cómo es vivir en este país?
– La vida es muy diferente en Holanda, principalmente, y desgraciadamente, por el clima. En general se hace más vida en casa, sobre todo en invierno, por la falta de luz ,el frío y la lluvia. Todo está muy bien organizado y funciona fenomenal (transporte, burocracia…), pero a cambio los impuestos son más elevados que en España. Las jornadas laborales son más cortas, se almuerza a las 12.00 y se cena a las 19.00, nada de siesta, todo el mundo puede comunicarse en inglés perfectamente…yo diría que ni mejor ni peor que en Huelva o en España, simplemente diferente.
– ¿A qué te dedicas exactamente? ¿Cómo es tu día a día en lo laboral?
– Soy ingeniera de proyectos en Heinen & Hopman, una empresa dedicada a la climatización de barcos, yates y plataformas petrolíferas. Normalmente trabajo en oficina, pero a veces me ha tocado desplazarme a los astilleros, algo que me encanta.
– ¿Qué es lo más positivo de tu trabajo allí?
– La facilidad para conciliar la vida profesional y laboral, que la jornada de trabajo no se prolonga más de ocho horas, y la seguridad que da el trabajar para una empresa en la que no faltan nuevos proyectos. En general, me gusta que cuidan mucho de los empleados.
-¿Cuánto tiempo llevas fuera de España?
– Cuatro años en septiembre de este año.
-¿Es tu primera estancia en el extranjero?
– Mi primera estancia en el extranjero sí que fue en Holanda, pero no ha sido la única. Tras terminar mi proyecto fin de carrera en TU Delft, me ofrecieron un contrato como investigadora en la misma universidad. Durante el año y medio que trabaje allí, tuve la suerte de disfrutar una beca Marie Curie de la Unión Europea para investigadores, gracias a que la que pude trabajar varios meses en una universidad al sur de China. ¡Una experiencia muy enriquecedora!
– ¿Dónde resides actualmente?¿Cómo es esa ciudad?
– Vivo en una ciudad de aproximadamente 150.00 habitantes, se llama Amersfoort y es una ciudad medieval preciosa, llena canales y bicicletas. Es bastante tranquila, a veces demasiado para mi gusto, pero este país en muy pequeño así que en 30 minutos en tren me planto en Ámsterdam. Me encanta ir los sábados al mercado a comprar flores y queso.
-¿Y sus habitantes, cómo son?
– En general, los holandeses son muy organizados para todo. Por ejemplo, si quieres planear una cena tienes que hacerlo con un mes de antelación, y primero tendrán que consultar su agenda para ver si están disponibles. No son tan espontáneos como nosotros, pero son muy respetuosos y extremadamente honestos. Cuidan mucho el medio ambiente y les va mucho el “rollo cultural” (arte, cine, lectura). También destacaría que tienen una mentalidad muy abierta, principalmente en las grandes ciudades como Ámsterdam o Rotterdam.
– ¿Qué tres cosas (turísticamente hablando) son imprescindibles allí?
– Los molinos de viento, un día (y noche) en Ámsterdam y los campos de tulipanes.
– ¿Qué es lo que más te ha llamado a ti la atención?
– Como todo el mundo sabe, aquí la prostitución y las drogas blandas son legales. Eso es lo que más me ha llamado la atención.
-¿Saben algo de Huelva allí? ¿Qué imagen tienen?
– No mucho, pero ya me estoy encargando de que la conozcan.
– ¿Qué les cuentas?
– La verdad es que hago muy buena propaganda de mi tierra, como se merece. A veces es difícil transmitir nuestra forma de vivir la vida por la diferencia cultural. Sobre todo menciono la alegría con la que vivimos, la luz, que necesitamos muy poco para disfrutar de la vida, y nuestro carácter abierto. Por supuesto el jamón serrano, las gambas, El Rocío, flamenco, las playas…
-¿Qué piensa tu familia de que vivas fuera de Huelva?
– Ellos están contentos si me ven a mi contenta. Nos vemos muy a menudo, aquí en Holanda o en España. Al fin y al cabo son tres horas de vuelo, no me siento muy lejos.
– ¿Y tus amigos?
Afortunadamente (o no) gran parte de mis amigos comparten la experiencia de vivir en el extranjero debido a las circunstancias económicas en España.
– ¿Cuáles son tus planes futuros? ¿Te has marcado algún nuevo objetivo o reto?
– Probablemente trasladarme dentro de la misma empresa a un país con un poco más de sol y calor.
– ¿Piensas volver a Huelva, en breve?
Sí ,de vacaciones a La Antilla. ¡Imposible pasar un verano sin pisarla!
– ¿Qué es lo que más echas de menos de Huelva?
– Mi familia, mis amigos y el Sol.
– ¿Recomiendas la experiencia de vivir fuera de España? ¿Por qué?
– Vivir en el extranjero tiene su lado positivo y su lado negativo, pero para mí lo positivo gana con creces. Incluso lo que peor llevo (echar de menos a mi familia y amigos ) tiene su parte buena, ahora valoro mucho más cada momento con ellos. A mí esta experiencia me hecho mucho más fuerte y segura, entre otras muchas cosas. ¡Lo volvería a repetir sin duda! Una de las cosas que más me gusta de vivir en el extranjero y de haber trabajado en la universidad de Delft es que tengo amigos de todo el mundo, y eso abre la mente y enriquece mucho.
