Redacción. Un total de 17 puertos deportivos andaluces han recibido este año la bandera azul que conceden de la Fundación Europea para la Educación Ambiental (FEE) y la Asociación de Educación Ambiental y del Consumir (ADEAC) en reconocimiento a su calidad medioambiental y a la labor formativa que en ellos se realiza. De ellos, 16 son puertos autonómicos –diez gestionados directamente por la Junta de Andalucía y seis a través de concesionarios- y uno de titularidad estatal.
Por provincias, la que más banderas azules ha recibido en sus puertos es Huelva, al haber sido galardonados los de Ayamonte, Marina Isla Canela, Isla Cristina, El Terrón (Lepe), Punta Umbría y Mazagón. Le sigue Cádiz con cinco; Málaga con cuatro; y Granada y Almería con uno cada una. Se trata de los mismos puertos distinguidos con este galardón el pasado año.
El jurado internacional que concede las banderas azules está compuesto por representantes del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), la Organización Mundial del Turismo de Naciones Unidas (UNWTO), la Asociación Internacional de Salvamento y Socorrismo (ILS); la Agencia Europea para el Medio Ambiente (EEA), Unión Europea para la Conservación de la Costa (EUCC), Unión para la Conservación de la Naturaleza (UICN), un experto en Educación Ambiental, el Consejo Internacional de Asociaciones de la Industria Portuaria (ICOMIA) y la Fundación para la Educación Ambiental (FEE).
Las banderas azules se conceden tras un análisis exhaustivo por parte de los técnicos de DEAC de las condiciones de seguridad, calidad ambiental, gestión sostenible, servicios al usuario, integración social y labor divulgativa de cada puerto. En lo referido a la sostenibilidad ambiental, se tiene en cuenta a la hora de conceder este distintivo cuestiones como la calidad del agua, la gestión de los residuos, priorizando el reciclaje, la promoción del transporte sostenible y la prohibición de conducir o aparcar vehículos a motor en el puerto, salvo en las zonas autorizadas, la eficiencia energética y en el uso del agua, la utilización de productos ecológicos en la medida de lo posible y la integración paisajística, entre otras.
Por lo que respecta a la vertiente social, se valora la adaptación de las instalaciones a personas con discapacidad, la organización de actividades de educación ambiental dirigidas a su personal y usuarios (limpieza de fondos marinos, visitas de escolares, conservación de la flora y fauna acuática, etc.) y la información ambiental a disposición de los usuarios de estos puertos deportivos sobre las zonas marítimas y espacios naturales sensibles cercanos.