HBN. A estas alturas poca presentación necesita Pedro Rodríguez o Perico como se le conoce en Huelva. Periodista, fotógrafo y reportero gráfico onubense, cambió la cámara y la pluma por una alcaldía a la que se ha aferrado durante cinco legislaturas y para la que aún conserva energías.
Uno de los alcaldes más veteranos de nuestro país y de la democracia, asegura que ha estado 20 años «transformando la ciudad». El Mercado del Carmen y la peatonalización del casco urbano son quizás los cambios que le han traido más halagos y críticas a partes iguales, aunque lo cierto es que quienes vienen a Huelva después de los años aseguran no conocerla.
Ahora el Recreativo, los fosfoyesos y el proyecto urbanístico de una Huelva que mire al mar son los grandes proyectos que Pedro tiene encima de la mesa, junto con la estación de tren cuyas obras acaban de empezar.
Hoy en Huelva Buenas Noticias, el de sobras conocido candidato a la alcaldía de Huelva, Pedro Rodríguez.
– Han pasado ya 20 años desde las primeras elecciones a las que se presentó. En lo personal, ¿en qué ha cambiado el Pedro Rodríguez que entró en política en 1995?
– Veinte años no son nada para una ciudad de 6.000 años. 20 años no son nada y son mucho si el alcalde no quiere a su ciudad, no gestiona bien, no la transforma urbanísticamente, no consigue que los onubenses crezcan en sentimiento de pertenencia, los barrios cambien, mejoren, se construyan 40 centros sociales, haya 40.000 personas vinculadas a los servicios sociales del Ayuntamiento…Si no hace nada de eso a los cuatro años lo echan. La gente no le da la confianza a una persona así porque sí y menos a un político que es el que tiene menos crédito ahora mismo. Y en cuanto a lo personal, en lo básico no he cambiado. Tengo mis mismos amigos. Sigo siendo el mismo esencialmente, vitalmente. ¿En qué he cambiado? En que sé más cosas, he estudiado más y tengo más conocimiento de la realidad. He ampliado mis puntos de mira y tengo más capacidad de empatizar con el otro y para servir a los demás, para entender los fallos que tenemos todos. Un puesto como el de alcalde te hace ser más sencillo, y la sencillez está en el punto medio entre la autoestima desorbitada y la falsa humildad. He aprendido que nadie es más que nadie.
– ¿Constituye un reto ofrecer continuidad tras 20 años, frente al discurso en teoría más atractivo del cambio?
– Yo estoy cambiando la ciudad permanentemente. Llevo 20 años cambiando la ciudad. Lo del ‘cambio’ es solo una palabra, todo el mundo está hablando ahora del cambio porque no tienen otra cosa que decir. El cambio puede ser para una ciudad en la que no haya cambiado nada, podía pegar cuando llegué hace 20 años, ahora no. Prefiero hablar de segunda transformación porque Huelva lleva 20 años cambiando. Podemos estar de acuerdo en que en los últimos tres por culpa de la crisis hayamos hecho menos obras en la calle, pero hemos hecho algo muy importante que es conseguir que el Ayuntamiento, de la mano de Saúl Fernández, tenga un plan de ahorro, y financiación para tener durante 20 años un Ayuntamiento estable. Eso es lo que no quiere la oposición, que quería que llegáramos a sin pagar a nadie y con los proveedores chillándonos en la puerta y resulta que ahora pagamos en vez de en tres años en 26 días.
– En este tiempo, ¿cuál ha sido su momento más positivo o el más satisfactorio?
– He tenido muchos momentos muy satisfactorios cuando el Recre subió a Primera, cuando jugamos la final de Copa en Elche, cuando inauguramos el Estadio Colombino, cuando pude dar el dinero para salvar el Recreativo…son algunos momentos que no se me olvidan. Cuando inauguramos el Mercado del Carmen o el Parque Moret, eso fue una maravilla. O cualquier persona necesitada a la que yo haya podido ayudar, me he sentido feliz. Pero lo último, una de las cosas más grandes que me han pasado en estos últimos 20 años ha sido el derribo del Puente de Cádiz porque ahí va la estación nueva que estará terminada en noviembre. Con esto he reflexionado sobre esa frase que dice que «los estadistas son los que piensan en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones». Ese proyecto de nueva estación y de tren que venimos pidiendo desde hace muchos años ahí está. Han tenido que pasar 130 años para que Huelva tenga otra estación, eso me lo llevo yo, por eso entre otras muchas cosas quiero ser alcalde, para inaugurarla en noviembre porque llevo 20 años luchando por esto en Madrid y antes que yo estaba Juan Ceada.
– ¿Su familia participa en sus decisiones?¿En qué afecta tener un marido alcalde, un padre alcalde o un abuelo alcalde?
– Mi nieta me ha dicho que tengo que ganar como sea, que tengo que salir de alcalde y que si ella pudiera me votaba cinco veces. Así que pido por favor que me vote todo el mundo porque cómo voy a decirle a mi nieta que no he ganado [risas]. Mi mujer no sigue la política, pero está absolutamente entregada, dándome apoyo. Un alcalde 24 horas al día al servicio de los demás, si no tiene una mujer como la que yo tengo, que se sacrifica en su soledad y no se enfade. La estabilidad matrimonial es uno de los primeros requisitos para ser alcalde.
– Una de las exigencias de los ciudadanos es que Huelva tenga más peso en las políticas regional y nacional…
– Eso decía yo cuando escribía como periodista. El problema del peso es que no tiene que ser solo político. Para que a Huelva vengan inversores no es suficiente que el alcalde o los concejales vayan a verlos y se muevan. tiene que haber un equipo unido. Y es que en Huelva, desgraciadamente, ha habido hasta ahora unos protagonismos que han creado antagonismos y al final se han vivido situaciones kafkianas, absurdas, que han retrasado los proyectos simplemente por razones políticas. Huelva tiene una situación política compleja en la que ha sido imposible crear equipo.
– Exprese si lo desea una opinión sobre el resto de candidatos.
– Solo conozco a dos, a los de PSOE e Izquierda Unida. Con Gabriel Cruz tengo una excelente relación y con Pedro Jiménez también, aunque Pedro es más crítico conmigo. Cruz es más moderado. El resto es la primera vez que irrumpe en política y no los conozco.
– Hay quien rechaza que con dinero público se apoye una institución deportiva deficitaria, ¿qué hacemos con el Recre?
– Yo podría mirar a otro lado y que el Recreativo desapareciera, pero usted sabe la cantidad de mensajes que me llegan de gente llorando porque creen que va a desaparecer. Mientras yo sea alcalde el Recreativo no va a desaparecer. El único alcalde que puede garantizar eso soy yo. El Recreativo es más que un club, es una emoción, es un sentimiento y además lo que se haría no sería darle dinero, sino comprar acciones que son de una sociedad en la que estamos para mantener nuestro patrimonio. Hay que tener en cuenta que el Recreativo, además de ser patrimonio, deja en la ciudad en Segunda A, una plusvalía de 8 millones de euros, según un estudio hecho por cámaras de comercio de Pamplona y de Zaragoza, y en Primera deja 28 millones de euros. Luego hay un factor intangible que es la promoción de la ciudad en el resto de España.
– Si saliese reelegido, ¿podería adelantarnos cuáles serían sus tres primeras decisiones?
– Hacer todo lo posible para si el Recre desciende, Dios quiera que no, subiera a Segunda y luego a Primera y volver a la senda de los triunfos que tuvimos. Segundo, crear un comité de expertos científicos para dilucidar el futuro de los fosfoyesos porque no estoy de acuerdo con el proyecto de la empresa Fertiberia. Que sea este comité el que presente una alternativa a ese proyecto. Y en tercer lugar poner en marcha con fondos Feder tres grandes proyectos urbanísticos, como son la gran vía de la Isla Chica, la prolongación de la peatonalización desde la Gran Vía hasta calle Gravina y el derribo del muro de la avenida de Italia y del Matadero una vez que esté terminada la estación. Estos tres grandes proyectos alumbrarían una ciudad mirando al mar.
– La ciudad que Pedro Rodríguez quiere dejar como legado sería más…
– Más sostenible, más amable, más apta para vivir y para invertir, más marinera porque estaría más cerca del mar, asomada a la ría, más admirada por sus visitantes que tendrán más ganas de no irse y más social porque sus barrios tendrán una mayor cohesión.
– ¿En qué medida cree que Huelva es fuente de buenas noticias?
– Huelva es fuente de buenas noticias porque Dios nos ha dado muchas cosas y luego los hombres hemos puesto de nuestra parte y entre las cosas naturales y las cosas casi divinas que tenemos y el patrimonio artificial y humano, y la forma de ser de los onubenses generamos al cabo del día muchas buenas noticias. Ocurre que los medios de comunicación creen que solo las malas noticias son las que quiere la gente. La gente tiene necesidad de primicia, pero de las cosas que ocurren pero en positivo.
– Muchas gracias Pedro.