HBN. Juanma González es lepero y se presenta a la elección como alcalde de su pueblo en las listas del Partido Popular. Actualmente ocupa el cargo de primer munícipe al sustituir a Manuel Andrés González cuando éste pasó al Parlamento Andaluz como diputado por la provincia de Huelva (Juan Manuel iba en las listas del 2011, el número 2).
Ante la pregunta de cómo se presentaría, se define como un funcionario del Ayuntamiento de Lepe, que llevaba 30 años como tal cuando decidió entrar en política. Siempre ha estado vinculado al área económica del Ayuntamiento, su último cargo fue el de tesorero del mismo. Cree, precisamente, que su incursión en política se debe a que en esos momentos, 2011, la cuestión económica tenía prelación sobre otros perfiles, como podría ser en épocas anteriores un arquitecto, por ejemplo. Ahora se necesitaba un gestor, y ahí estaba él, que conocía la realidad financiera del consistorio con exactitud, «desde el motor hasta el puente», afirma utilizando un símil náutico.
«Ahí me he movido yo, en el terreno de la economía, en el que nosotros hemos pasado momentos difíciles, pero creo que hemos estado a la altura, con menos sobresaltos que otros ayuntamientos próximos. Hemos logrado una estabilidad que es para la que vine, navegar con esta carga. A día de hoy no tenemos nada pendiente de pago en personal, por ejemplo, y así vamos a continuar y, si tenemos la suerte de seguir, ésa será nuestra dinámica, reafirmando solidez», destaca el primer edil.
– ¿Cual es su marco familiar?
– Estoy casado y tengo dos hijos. Uno ya terminó arquitectura, está en un periodo de trabajo en prácticas; y el otro está estudiando periodismo, universitarios los dos. Mi familia es de origen muy humilde, del mundo de la pesca, trabajando también mi madre en la calle para poder subsistir.
– ¿Qué opina de que en alguna medida se haya ido perdiendo el perfil pesquero de nuestra costa, en particular de Lepe?
– A mí esto me produce mucha pena, la verdad. No puedes imaginarlo. Si echo algo muy en falta es no haber llegado a tiempo para haber solucionado el tema pesquero de Lepe. Había una cantera de marineros y patrones de pesca extraordinaria, que todavía son famosos en el mundo entero. Aún quedan algunos, pero esa cantera se ha perdido. Se han perdido los barcos… también motivado por las circunstancias del río, no hay calado, no se ha cuidado este tema y se ha dependido de las mareas altas, esto provoca costes en tiempo y en combustible. El crecimiento de la barra -32/33 metros anualmente- también ha perjudicado. No es comercial, no es rentable, pero eso se podía haber tenido en cuenta. Echo mucho de menos el ambiente pesquero en Lepe. Si la pesca aquí hubiera funcionado, nuestro pueblo no tendría paro ninguno, en ningún momento. Con el potencial agrícola y turístico que tiene Lepe, sumado a la pesca, tendríamos pleno empleo.
– ¿Cuales son sus aficiones?
– Me gusta mucho el deporte, soy muy aficionado al futbol. He sido futbolista del San Roque, y directivo. Muy aficionado a todo lo que tenga que ver con Lepe, mi pueblo. Soy muy romero también, la Romería la vivo también muy intensamente, tengo una caseta con mis amigos de siempre. Me gustan muchas cosas, la verdad.
– ¿Qué valores le gustaría haberle transmitido a sus hijos?
– Lo que quiero es que mis hijos sean personas de bien. No me preocupa tanto que triunfen en sus profesiones -aunque son brillantes-, lo que quiero es que sean buenas personas. Mi mujer y yo lo que les hemos inculcado es que sean buenas personas, los valores de siempre. Ellos los tienen muy asumidos, considero que son muy educados, tolerantes. Han tenido una educación sana de pueblo, de barrio, y creo que saben valorar las cosas, que es lo que hemos pretendido.
– ¿Se considera optimista?
– Sí, soy bastante optimista. Si no no estaría donde estoy ni habría afrontado los retos que he asumido. Yo soy una persona de origen muy humilde. Estudié con mucho esfuerzo, por las dificultades económicas de mi familia, y me hice técnico administrativo. Luego me preparé muchas oposiciones, cursos. Si no fuese optimista no habría salido adelante.
– A pesar de conocer en profundidad el interior del ayuntamiento, por su experiencia laboral, ¿se encontró con muchas sorpresas al asumir la alcaldía?
– No, básicamente no. Yo venía con ideas para mejorar, consensuadas con mi antecesor. Hay un factor que nos condiciona que es la parálisis del desarrollo urbanístico por las circunstancias que atravesamos en general. Tenemos ocho planes parciales que nos ofrecen un potencial tremendo, pero la verdad es que lo que hemos hecho hasta ahora, que nos ha permitido llegar hasta aquí, nos hace sentirnos muy satisfechos. Si tuviese, no obstante, que señalar alguna sorpresa… agradable, es que el equipo de gobierno está absolutamente entregado a su labor, conmigo y con su responsabilidad. Me esperaba algo bueno en este sentido, pero lo que he visto ha superado las mejores expectativas.
– Comentaba antes que deseaba que sus hijos fuesen buenas personas. ¿Qué opina de las buenas y malas personas?
– Yo confío en la gente, creo que hay muy buenas personas, aunque es verdad que a veces te llevas decepciones porque hay gente que no está a esa altura. La verdad es que en este cargo las dificultades son mayores, y te encuentras matices que en la vida no política es menos frecuente apreciar. Antes era un’niño bueno’ y todo el mundo se llevaba bien conmigo, ahora no es tan simple por intereses que a veces no entiendo muy bien.
– ¿Qué adversarios políticos le ‘caen’ bien?
– Tengo que decir que con los portavoces de la oposición que he tenido y tengo en Lepe, con Iván por ejemplo, que abandonó la portavocía y el ayuntamiento, he tenido una muy buena relación. Creo que demostró que tenía mucha categoría. Con David Díaz ahora me da la sensación que también. No he terminado de conocerlo pero me transmite buenas vibraciones. Y con Valderas también tengo una buena relación. Con Manuel Jesús, el andalucista, la relación también es muy cordial. A nivel personal, desde luego, no tengo ningún problema con ellos, todo lo contrario. Me caen bien.
– Háblemos del contexto político que vivimos, del torbellino mediático-político, del desgaste de la imagen del político.
– A mí me da mucha pena porque eso me estalló en la cara. Cuando yo llego a la política se inicia esta vorágine con el caso Bárcenas. Es una pena porque hemos hecho las cosas bien y, lamentablemente, situaciones de este tipo empañan la labor de muchísima gente honesta. Nuestro equipo de gobierno, sin ninguna duda, está formado por gente modélica en honradez. Pongo la mano en el fuego por cualquiera de ellos. Desde luego yo no he venido a la política, con cincuenta años y mi vida resuelta, para cometer ningún tipo de error en este sentido. Nadie que me conozca me podría proponer ninguna comisión de delito. No me ha ocurrido ni antes, ni ahora ni en el futuro. Es una lástima que la excelente gestión que el gobierno está realizando a nivel nacional, habiendo creado dos millones de empleos, pueda empañarse por un puñado de desalmados. Crecemos a un ritmo del 3%, el éxito de la gestión económica es espectacular, para bien de esta nación.
– ¿Asignatura pendiente?
– Como decía, siento nostalgia por la pesca, mi familia es marinera, pero también creo este pueblo tiene pendiente avanzar en el cuidado de la riqueza patrimonial e histórica. Lepe tiene un subsuelo riquísimo. Yo me he empeñado, primero en recuperar la capilla de San Cristóbal, del S.XVI, pero luego avanzar en este sentido. Es una lástima porque se ha perdido mucho, quedan restos de la capilla de San Antonio, se conserva la cúpula y parece que algunos frescos que están ocultos entre viviendas. Lepe era muy importante eclesiáticamente, con multitud de hermandades y agrupaciones. Quizá a Lepe le falte identidad urbanística, una homogeneidad que el rápido crecimiento en las últimas décadas, no ha propiciado. Habría que haber respetado más ese perfil de pueblo costero, que otros si lo han conseguido. Aquí hay que seguir trabajando.
– ¿A dónde va usted? ¿A dónde va Lepe?
– Mi ilusión es terminar la misión que me impuse a la hora de llegar a la política. Una vez que esté la labor hecha me voy. Mi vida no es la política, ni ha sido ni es. Circuntancialmente he creído que tenía que estar aquí, pero es temporal. Lo vi necesario, en estos momentos duros, y acepté. Quiero dejarlo todo bien encauzado y cuando lo consiga, me voy, cuatro, ocho… pero mi vida no es la política. Quiero que se me recuerde aquí como una persona que vino a hacer una labor, y creo que la voy a hacer.
Lepe, quizás, creo que no me equivoco… pocos pueblos han afrontado como Lepe la situación de crisis. Y creo que estamos muy preparados para afrontar el desarrollo que puede llegar a través de esos ocho planes parciales… la apuesta por el turismo, por la agricultura. El ayuntamiento ha promovido la explotación de los antiguos terrenos de Celulosas, mil hectáreas,que van a dar mucho trabajo. Por lo tanto Lepe tiene mucho futuro. La Romería de la Bella es muy especial, entre las grandes romerías de Andalucía. Lepe puede ser, con todos los respetos para otras maravillosas romerías, de los únicos pueblos que no tienen filiales de otras romerías… que con la Bella los leperos se quedan plenamente satisfechos. Yo espero hacer algo más de lo que se ha hecho por el puerto del Terrón. En materia de navegación deportiva está muy bien, pero me gustaría darle un tono de tradición a esa zona, vinculado al mundo de la pesca, su esencia. Por lo tanto, Lepe, va a encabezar la Costa, sin ninguna duda, es y va a ser referente de Huelva donde quiera que vaya.
Muchas gracias, Juan Manuel.