La fuerza y el talento en el ataque y la defensa del Pedro Alonso Niño llegan desde el Cono Sur

Jugadores suramericanos del Pedro Alonso Niño.
Jugadores suramericanos del Pedro Alonso Niño.
Jugadores suramericanos del Pedro Alonso Niño.
Jugadores suramericanos del Pedro Alonso Niño.

S. D. El Club Balonmano Pedro Alonso Niño de Moguer ha ido armando un equipo cada vez más competitivo en cada uno de los puestos con la mejora individual y colectiva de sus jugadores. La plantilla amarilla rebosa juventud y también poder latino, pues cuatro suramericanos, el Cono Sur al completo, dan fuerza y talento al equipo en ataque y defensa con el chileno Cristian Moll, el uruguayo Alejandro Velazco y los hermanos argentinos Nacho y Fernando Sánchez Medrano, cuyo papel será importante en la fase de ascenso que se disputa a partir del viernes en Pontevedra.

El central Cristian Moll, que ha jugado con sus selección los dos últimos mundiales y que cumple su segunda temporada de amarillo, ha afirmado que “el equipo en estos momentos se encuentra preparado para afrontar cualquier meta que se pueda proponer, siempre que rememos todos juntos como lo hemos venido haciendo. Se ha trabajado muy duro para llegar donde estamos y hay que creer en lo que venimos haciendo desde que hemos empezado la segunda vuelta”. A eso ha añadido que “ha sido un cambio muy positivo, sin dejar de lado la primera vuelta que fue más que un aprendizaje. Se podía muchísimo más y con trabajo y constancia se ha logrado obtener”.

Ha recordado que la temporada pasada “nos quedamos fuera de la fase de ascenso por un gol, y eso no fue muy agradable que digamos. Esta fase de ascenso será una experiencia gigantesca jugar con personas que han significado bastante para mí en este tiempo, siempre mentalizado que juntos podremos obtener grandes cosas”.

Moll ha señalado que su experiencia internacional “me ayudará. En estos torneos se juegan partidos muy duros en pocos días,  donde tienes que estar 100% concentrado en todo momento para lograr lo que queremos, pero cada competición tiene sus cualidades y hay que saber afrontarlas”.
Acerca de lo que han aportado de diferente los jugadores sudamericanos al equipo amarillo, Moll ha comentado que “los hermanos Nacho y Fer dan la posibilidad de tener una buena defensa, que ha mejorado bastante. Ale y yo somos primera línea, donde había escasez. Ale nos da un plus de lanzamiento exterior y yo como armador central”.



El central chileno afirma que dentro del buen ambiente del equipo hay una especie de clan con sus compañeros latinos pues “en el equipo somos una familia, nos llevamos muy bien y hay buena amistad. Es otra cultura y estar muy lejos de casa lo sabemos cada uno y el apoyo está”.

Desde Uruguay, país por el que es internacional, llegó esta campaña Alejandro Velazco, que ve al PAN Moguer “sumamente preparado para conseguir el acenso”, pues “creo que tenemos hambre de gloria y eso sumado al gran trabajo de Fernando en el manejo del equipo es una combinación perfecta”. En su opinión “todos los puntos donde podamos tener debilidades fueron cubiertos en estos últimos meses” y que la llegada de jugadores experimentados como Javi Ollero y Alejandro Millán y de Diego Roque, “nos aporta las armas que nos estaban faltando”.

“El equipo trabajó muy duro para lograr la clasificación y el trabajo se nota. Creo que nuestra gran fortaleza es que nuestro juego se basa en un equipo no en individualidades”, ha resaltado el lateral charrúa, que ha añadido que “el equipo está muy contento e ilusionado con la fase, sumamente concentrado en el objetivo. El éxito depende de nosotros mismos y vamos a dejarlo todo en la cancha para conseguirlo”.

En su opinión, las claves del buen rendimiento del equipo amarillo son “sin duda” el “trabajo constante por parte de todo el equipo buscando mejorar”, así como el “ser más que un equipo de jugadores sino un grupo de amigos donde todos buscamos lo mismo, el bien del equipo”.

Además ha señalado que la dirección técnica de Fernando fue “fundamental”, ya que “logró sacar lo mejor de cada uno de nosotros en cada partido y cada entrenamiento. En la segunda mitad de la temporada logramos jugar y divertirnos y eso se notaba”, por lo que cree que “la mayor fortaleza de este equipo son las ganas de jugar y de hacer siempre nuestro mejor papel”.

Sobre como se lleva con sus compañeros sudamericanos, ha dicho que “tener gente que comparta tus costumbres facilita mucho la adaptación. Con Nacho y Fer estoy mas unido porque ellos y su madre me abrieron las puertas de su casa prestándome una habitación y ayudándome en todo para que yo este bien, por lo que les estoy muy agradecido”. No obstante, ha comentado que “en Moguer mas que un equipo tengo un grupo de amigos que me han acogido muy bien desde mi primer día en el club y que trasciende el balonmano. Somos una familia”.

En lo personal llegar a una fase de ascenso le hace sentirse “muy contento porque fue una buena temporada para el club y creo que nos merecíamos estar donde estamos. Es una oportunidad increíble poder jugar una fase para pelar el acenso y es por esto que voy con toda la ilusión de poder lograr el objetivo”. Pero sobre todo ha sido “una gran sorpresa”, porque “yo daba por seguro que no jugaba la fase y claro que la quería jugar. Fue una decisión muy difícil el volverme a estudiar, pero cuando me dijeron de volver enseguida acomodé los horarios para poder ir es algo que no me quiero perder”. En esta línea ha relatado que “el detalle de ayudarme con el pasaje para poder ir creo que demuestra el increíble grupo que es el PAN Moguer, desde los jugadores hasta dirigentes. Yo les estoy muy agradecido por la oportunidad que me están dando y creo que después del esfuerzo que hizo el club y mis compañeros para poderme costear el pasaje mi responsabilidad es llegar al cien por cien y por eso estuve entrenando con mi club y la selección, además de ir al gimnasio para afrontar el desafío, para el que estoy en forma”.

De lo que le puede aportar la experiencia con su selección para afrontar la fase, ha indicado que “creo que una de las ventajas es que con la selección los campeonatos son parecidos a la fase en cuanto a formato, porque son 7 partidos en 7 días. Es por esto que con Cristian y Nacho ya estamos acostumbrados a la exigencia que representa jugar partidos consecutivos. Todas las experiencias previas suman a la hora de definir partidos parejos y afrontar presiones, pero lo mas importante es cómo resolvemos esas situaciones como equipo, pues creo que ahí esta la clave para poder sortear las adversidades”.

La representación argentina la ponen Nacho y Fernando Sánchez Medrano. El primero se ha puesto en situación y ha indicado que “nos veo sudando la camiseta y dejando hasta la última gota en la pista, así como hemos hecho a lo largo de esta temporada y más en esta segunda parte. El equipo cuenta con una plantilla joven y todos nos verán con falta de experiencia, muchos no hemos jugado nunca una fase de ascenso o un campeonato de España ni nada, pero siempre dije que tenemos que ser irrespetuosos con el rival. Si vas con respeto te verán sumiso y ahí es donde se cae. Nuestros motivos para ganar son nuestro esfuerzo, nuestra determinación y nuestro apetito de ganarle a quien sea donde sea”.

En cuanto a cómo ha encajado el juego de los sudamericanos en el estilo del PAN Moguer, Nacho ha comentado que “si bien pasamos un momento de adaptación bastante arduo, tanto en ritmo como forma de juego, uno también conserva mucho de sus orígenes y eso hace que comprenda el estilo de juego y sepa lo que van a hacer ellos cada vez que coincidimos. Es un arma de doble filo visto que el balonmano aquí es de mayor rendimiento, pero no está de más tenerla. No solo en el ataque. En defensa también reconozco muchos movimientos de mis compañeros. La expresión adecuada creo que sería que por más que no hayamos jugado toda la vida juntos, tenemos esa química justa dentro de la pista”.

Fuera de la cancha se ve ese ‘feeling’ entre ellos y ha explicado Nacho que “cuando uno esta tan lejos de casa y durante tanto tiempo, tener algo o alguien que te recuerde nuestro lado del charco hace que extrañar sea hasta más bonito. Cristian tuvo la fortuna de poder convivir día a día con los demás muchachos de Antequera, y se los ve muy unidos y un grupo muy fuerte y yo tuve la fortuna de seguir bajo el mismo techo con mi hermano y este tiempo con Alejandro que, si bien nos conocíamos de hace años atrás, lo hemos integrado y también se volvió un compañero y un amigo entrañable”.

Nacho ha lamentado que el año pasado la fase se quedara a un gol y ha reconocido que tiene una “espina clavada» que ahora “puedo quitármela y jugarla con todo el dolor que quedó resentido del año anterior y ese dolor lo tengo asimilado y hoy eso nos hizo mas fuertes”. Sobre el hecho de compartirla con su hermano ha expresado que “aunque tuve la oportunidad de vestir la misma camiseta en Argentina con él, nunca creí que cruzando el mundo iba a volver a suceder esto y encima vivir esta gran competición”, por lo que “para mí es todo logro aún más delicioso si mi familia esta a mi lado, y con él literalmente al lado de mí hace que esto sea aún mas pletórico”.

De la aplicación de su experiencia internacional a la fase, Sánchez Medrano ha considerado que “el Panamericano, por ejemplo, es una competencia dura y de tiempo muy corto, entonces es normal que la idea de jugar tres partidos en tres días a Cristian, Alejandro y a mi no nos parezca tan descabellada ya una vez vivido ello, y además usando una camiseta tan pesada como las de nuestras selecciones, que llevamos con orgulloso”. A pesar de eso ha matizado que “se dé por hecho que nosotros vamos a hacer lo mismo con la amarilla del Pedro Alonso Niño de Moguer estos tres días allí en Pontevedra”.

Su hermano Fernando ha considerado que “el equipo está muy unido y motivado. Conseguimos hallar la dinámica que mejor nos hace a nivel grupal y creo que eso nos convierte en un rival difícil de vencer” y que dentro de él cuenta con jugadores con “experiencia internacional y saben responder a situaciones de mucha presión”, como sus compañeros sudamericanos.

Con ellos tiene una unión especial, pues “el hecho de pasar tanto tiempo lejos de casa te lleva a apoyarte más en los que estamos en la misma situación, pero no hace que se armen grupos aparte. Somos todos un gran grupo”, ha señalado.

En lo personal jugar la fase “es de lo más inesperado. Soy muy autocrítico y sinceramente no sabía si contarían conmigo para esta temporada y les agradezco mucho al club y a Fernando el voto de confianza y espero responder satisfactoriamente en la fase”, donde “vivir esta experiencia con mi hermano es un lujo. Nos llevamos muy bien tanto fuera como dentro de la cancha, pues es un tipo muy trabajador y un gran compañero”.

Sobre la juventud del equipo, Fernando ha señalado que “el ser un grupo tan joven nos ayuda a adaptarnos a las diferentes situaciones y evitar ciertos vicios que quizás tienen jugadores más experimentados. Lo malo es eso mismo, pues la falta de experiencia nos hace un poco más vulnerables cuando el rival propone un ritmo de juego en el que no nos sentimos totalmente cómodos”. Igualmente ha expuesto que “no me cabe ninguna duda de que vamos a hacer una gran fase y no nos vamos a conformar con algo menos que el ascenso”.


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