Redacción. La alimentación del alumnado andaluz de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) es deficitaria, la oferta de las cafeterías escolares es insuficiente y los centros no promueven actividades dirigidas a fomentar una dieta saludable. Éstas son las conclusiones que recoge un estudio de la Universidad de Huelva, realizado conjuntamente con la Unidad de Gestión Clínica de los distritos sanitarios de Málaga y Almería, dirigido a describir las prácticas alimentarias del alumnado durante la jornada escolar. Los autores del trabajo Proyecto ANDALIES: consumo, oferta y promoción de la alimentación sa¬ludable en los centros de educación secundaria de Andalucía -publicado recientemente en Nutrición Hospitalaria– creen que las administraciones educativa, sanitaria y local deben evitar estas prácticas y asumir su responsabilidad. Las investigadoras han trabajado en 95 centros educativos y han encuestado a 8.068 estudiantes.
Según el trabajo, coordinado por Angustias González Rodríguez, el perfil alimentario de la población infantil y juvenil “se encuentra cada vez más alejado de la dieta tradicional óptima, principalmente, por la escasez de frutas, verduras, cereales integrales y el elevado consumo de carnes y derivados, dulces y bebidas azucaradas”. “En la actualidad, la obesidad, consecuencia directa de la alimentación inadecuada y el sedentarismo, representa una prioridad en la salud pública mundial”, asegura.
Para las expertas, “la omisión del desayuno, el escaso aporte energético o baja calidad nutricional de los alimentos están relacionados con un menor rendimiento físico e intelectual. Una ingesta deficitaria, a primera hora del día, se suple durante la jornada escolar, mayoritariamente, con productos no recomendados en una alimentación saludable a los que se accede fácilmente en la cafetería escolar”. Por este motivo, la existencia de cafeterías en los centros escolares “es un factor predictor de consumo de productos alimentarios no saludables”.
Los productos elegidos por los estudiantes poseen unas características que los hacen muy populares. Por un lado, son económicos y fáciles de adquirir, y en los locales periféricos de los centros educativos se asegura la accesibilidad a multitud de productos prescindibles en una dieta saludable. “Por ello, mejorar la alimentación de los adolescentes es una prioridad y de responsabilidad compartida en las políticas públicas”. Según los resultados de la encuesta, el 77,5 por ciento del alumnado desayuna en casa y solo un 3,4 por ciento es catalogado como “completo”. La mayoría ingiere un preparado lácteo con cereal (40,9 por ciento) o algún tipo de líquido (29,2 por ciento). “Esta elevada frecuencia, unida al número de estudiantes que no desayunan adecuadamente, puede ser causa de un bajo rendimiento académico; de ahí la necesidad de realizar estudios analíticos suficientemente controlados”, sugiere Angustias González.
El 70,3 por ciento del alumnado come y/o bebe algún producto en el centro, siendo el bocadillo, la merienda del recreo mayoritaria (90,8 por ciento). Su acompañamiento más frecuente son los embutidos (52,79 por ciento), especialmente grasos (34,76 por ciento). Tan sólo un 2,5 por ciento consume fruta. La bebida más habitual es el zumo comercial (63,3 por ciento), seguido del agua (14,9 por ciento) y bebidas lácteas (8,1 por ciento). El refresco es la opción elegida por el 6,5 por ciento de la muestra.
En cuanto al consumo de productos no recomendados en una alimentación saludable destaca que el 75 por ciento de los encuestados consume chucherías (golosinas, paquetes de fritos o dulces/bollería) de forma permanente u ocasional, y de forma exclusiva o combinada. De tal forma que el 16,25 por ciento señala una ingesta conjunta de golosinas y paquetes de fritos y otro grupo ingiere los tres a la vez (15,31 por ciento). De los 6.793 estudiantes de secundaria de Andalucía que disponen del servicio de cafetería, el 42,7 por ciento del alumnado trae siempre de casa su merienda escolar, el 19,7 por ciento lo compra siempre en la cafetería del instituto y el 25,73 por ciento la adquiere en establecimientos cercanos. Los productos más demandados son: bocadillos (64,3 por ciento), golosinas (36,6 por ciento), paquetes de fritos (28,8 por ciento) y bebidas (13,5 por ciento).
Respecto a los precios, un 43 por ciento está de acuerdo con ellos y un 45,2 por ciento parcialmente de acuerdo. En relación a los productos ofertados, el 45,9 por ciento mani¬fiesta que desearía que se ampliara la oferta hacia productos alimentarios nada recomendables (57,5 por ciento). Por último, tan solo en el 37,89 por ciento de centros se han realizado propuestas de inclusión de productos saludables a la cafetería, identificándose un total de 38 propuestas relativas a la mejora del desayuno, incentivando el consumo de fruta, zumos naturales y, restringiendo dulces, bollería, chucherías y bocadillos grasos.