P. G. Punto y final. O casi. La madre de todas las batallas acabó mal para un Recre que apenas tuvo respuesta a la ventaja que le supuso tener casi todo el segundo tiempo un hombre más. El Decano perdió (2-1) en Anduva ante el Mirandés, y eso que saltó al campo con todos los resultados de sus rivales a favor. Pero primero acusó el mazazo del infortunio con un gol de chiste en contra, y luego fue incapaz de reaccionar cuando el desarrollo del partido había virado de su lado.
Al término del primer periodo el aficionado albiazul tenía muy claro que el Recre puede ponía un circo y le crecían los enanos. Lo que pueda pensar al final es otra cosa. Pero yendo por partes, reseñar que el discreto primer tiempo que protagonizaron el Mirandés y el Decano forzosamente tenía que haber concluido con empate (a cero o a uno, según se mire). Sin embargo acabó con la ventaja mínima de los locales, que sacaron fruto, excesivo fruto, a su primitivo pero eficaz juego, y se encontraron con un gol afortunado de esos que, ¡ay, ay, ay! suelen penalizar a aquellos equipos que acaban con sus huesos en una categoría inferior.
El Recre saltó al terreno de juego de Anduva consciente que muchas -todas se podría decir- de sus opciones de permanencia pasaban por ganar este encuentro. Todos los marcadores que se habían producido con anterioridad en cierta manera favorecieron los intereses del Decano. Una victoria le sacaba del farolillo rojo de la tabla, le acercaba a un punto a la salvación y le daba una inyección de moral importante para lo que queda.
Jose Dominguez hizo cuatro cambios con respecto al último partido. El más llamativo, el del portero: Dani Sotres. Las otras modificaciones se esperaban: la vuelta de los dos centrales titulares -Menosse y Diego Jiménez- y el concurso de Caye Quintana por el sancionado Braulio. Se podría incluir una novedad más, como fue la presencia de Juanan en el lado izquierdo de la zaga. Todo fuera para ganar enteros en el juego aéreo del que es un especialista el Mirandés.
Con las piezas del ajedrez asentadas el partido se desarrolló con el guión previsto. Es decir, un Mirandés metiendo balones arriba para su ‘torre’ Urko Vera, en espera de un remate directo, o una dejada; el Recre, por su parte, arriesgando lo mínimo, arropado atrás y pendiente de alguna contra.
No había pasado absolutamente nada, salvo un par de centros intencionados al área visitante, no rematados por nadie, cuando Pedro Martín se encontró con un balón lejos del área y le pegó con ganas; el esférico dio en la cabeza, o el hombro, de Urko Vera, descolocó a Dani Sotres y se alojó en el marco albiazul. Mala suerte.
Lo cierto es que ese gol lo acusó el Decano, y su portero, que en las acciones siguientes mostraron -todos- demasiados nervios y estuvieron a punto de servir en bandeja un segundo tanto que, posiblemente, hubiera sido definitivo.
Fue en los últimos cinco minutos cuando el Recre pudo zafarse de sus nervios, controlar mejor la ansiedad y tocar un poco la pelota, lo que le proporcionó un par de llegadas con peligro, con Caye Quintana como protagonista. En una de ellas Pedro Ríos le ganó la acción por arriba a su par, y remató picado, dando el balón en el poste por la parte exterior; poco después, tras un saque de esquina fue Diego Jiménez el que remató de cabeza e Igor Martínez sacó el balón debajo de los palos.
Lo del segundo tiempo fue otra cosa distinta. De entrada el Mirandés pudo dar el golpe definitivo al choque con un remate franco de Urko Vera, dentro del área, tras un centro de Álex García, que se fue arriba del portal de Sotres. Aunque la historia del partido iba a cambiar a continuación. Porque Fran Carnicer en apenas siete minutos vio dos amarillas, quedando el Recre con un hombre más y con casi 35 minutos por delante para enmendar la plana.
Pero se vio un equipo plano, con una respuesta lenta e inocua desde el banquillo, que tardó un mundo en cambiar piezas, en modificar algo. Antonio Domínguez, Manu Molina y ya al final Cabrera fueron saliendo al terreno de juego, sin que el Recre diera la sensación de poder si quiera empatar.
Aunque tuvo la pelota -era lógico-, el Mirandés estuvo muy cómodo atrincherado atrás, sin descomponerse, mostrando una solvente eficacia ante el juego previsible de los albiazules, que salvo un disparo flojo de Antonio Núñez, apenas inquietaron a Razak.
Claro que lo peor estaba por llegar. Una contra de Pedro Martín no fue cortada a tiempo, casi ganó la línea de fondo y sirvió la pelota a Álex García quien, controló y remató a placer fuera del alcance de Sotres: 2-0.
Con todo decidido el Recre tiró de heróico, pero nada convencido. Metió balones en la olla donde la zaga local respondió con firmeza, salvo en un centro de Antonio Domínguez que Razak despejó mal y propició que Álvaro Antón marcara el tanto del honor.
Con tres minutos por delante más otros tres de añadido, el Recre volvió a ser un alma en pena que no creó ni una sola opción más ante el marco local. Punto final a un partido y quien sabe si a la permanencia del Recre en Segunda División.
MIRANDÉS: Razak; Espín (Álcaro Corral, desc.), Caneda, Álex Ortiz, Cantero; Rúper; Igor Martínez (Emilio Sánchez, 82′), Fran Carnicer, Pedro Martín, Álex García; Urko Vera (Juanjo, 67′).
RECREATIVO: Dani Sotres; Víctor Díaz (Cabrera, 83′), Menosse, Diego Jiménez, Juanan (Antonio Domínguez, 65′); Dimas (Manu Molina, 67′), Jesús Vázquez; Pedro Ríos, Álvaro Antón, Antonio Núñez; Caye Quintana
Árbitro: José María Sánchez Martínez (colegio murciano). Expulsó por doble amonestación a Fran Carnicer (52′). Mostró la cartulina amarilla a Espín (13′) y Álex García (93′), por el Mirandés; y a Dimas (62′) y Víctor Díaz (73′), por el Recreativo.
Goles: 1-0 (23′) Disparo de Pedro Martín desde fuera del área, da en Urko Vera y des coloca a Dani Sotres. 2-0 (77′) Álex García controla un balón en el área tras una jugada de Pedro Martín y dispara cruzado. 2-1 (87′) Álvaro Antón se aprovecha de un rechace de Razak tras un centro de Antonio Domínguez.
Incidencias: Partido correspondiente a la 36ª jornada en la Segunda División disputado en el estadio de Anduva. Lluvia fina pero persistente durante el choque.
