P. G. Ni árbitro tinerfeño, ni mala suerte. Simple y llana impotencia. Así se puede resumir el fútbol (¿?) del Recreativo de Huelva en uno de los partidos llave para tratar de alimentar esperanzas de permanencia. Con partidos así, el Decano echa paletadas de tierra sobre sí mismo.
Porque el Recre de este domingo ante el Girona fue un alma en pena, que demabuló por el terreno de juego, y salvo unos diez minutos al comienzo del segundo tiempo, estuvo a merced de un buen Girona que, desde el minuto uno, creyó en una victoria que consiguió.
Que el partido acabara 0-3 es una mera anécdota, pues a tenor de lo visto, en especial en el tramo final del choque, la derrota recreativista pudo ser aún más sonrojante, dado el estado de enorme descomposición con el que cerró el partido.
La puesta en escena ya dejó claro lo que iba a suceder en los 90 minutos posteriores. Tomó la pelota el Girona desde el pitido inicial del tinerfeño, hizo con ella lo que quiso, acorraló a un Recre miedoso, nervioso y a merced de un rival que nunca pensó que lo podía tener tan fácil.
El Recre presentó una defensa inédita: Zamora y Juanan en el centro de la zaga, más Antonio Núñez en la derecha y Víctor Díaz en la izquierdam, al lesionarse Fernando Vega en el calentamiento previo, además de contar con Dimas en el centro del campo como otra de las novedades con respecto al último once. Juguete roto en manos del Girona que, en el momento que se puso por delante en el marcador -golazo de Álex Granell- dejó muy clarito que los puntos iban a ser suyos.
Que casi a renglón seguido hiciera el segundo, éste un autogol de Zamora a la salida de un córner, no fue que la consecuencia lógica del dominio del cuadro catalán, convencido desde el principio en su victoria.
Fueron los primeros diez minutos del segundo tiempo lo único potable del Recre en este partido. Jose Dominguez había dejado en la caseta a Zamora para dar entrada a Caye Quintana, jugando con una defensa de tres: Víctor Díaz, Jesús Vázquez y Juanan. Y fue el canterano el que tuvo en sus botas y cabeza las ocasiones más claras de marcar y, dado el resultado de entonces, meter al Recre en el partido. Primero con un disparo fuera tras una incursión de Antonio Núñez, y luego con un cabezazo alto -forzado- después de un centro de Pedro Ríos, Caye pudo cambiar el rumbo de los acontecimientos. Incluso Juanan, poco después, con un cabezazo fuera tras salida en falso de Isaac Becerra.
Ahí acabó todo el juego de ataque del Recre. El Girona, acomodado en esos compases iniciales del segundo tiempo, volvió a tomar las riendas del choque y a llegar de nuevo a las inmediaciones del portal de Rubén Gálvez. Así, a los 66 minutos sentenció el partido -si no lo estaba antes- con su tercer gol, obra de Fran Sandaza al rematar desde cerca una buena acción de Felipe Sanchón.
El partido se terminó. Lo que vino a continuación fue un cúmulo de despropósitos de un Recre descompuesto, que se salvó de una goleada de escándalo quizás porque el Girona no quiso hacer más sangre a un equipo moribundo.
RECREATIVO: Rubén Gálvez; Antonio Núñez, Zamora (Caye Quintana, desc.), Juanan, Víctor Díaz; Jesús Vázquez, Dimas; Antonio Domínguez (Cabrera, 65′), Álvaro Antón, Pedro Ríos; y Braulio.
GIRONA: Isaac Becerra; Cifu, Ramalho, Richy, Lejeune, Sebas (Jandro, 71′); Pere Pons, Álex Granell, Eloi, Felipe Sanchón (Juanlu Hens, 71); y Fran Sandaza (Christian, 77′).
Árbitro: Trujillo Suárez (colegio tinerfeño). Mostró la cartulina amarilla a Zamora (37′) y a Braulio (40′), por el Recre; y a Lejeune (54′), por el Girona
Goles: 0-1 (27′) Álex Granell, de un gran disparo desde fuera del área que entra por la misma escuadra derecha del portal de Rubén Gálvez. 0-2 (33′) Zamora, en propia puerta, al intentar despejar in extremis un balón cabeceado por Lejeune a la salida de un córnes. 0-3 (66′) Fran Sandaza, tras controlar en el área un servicio de Felipe Sánchón que ganó previamente la línea de fondo.
Incidencias: Partido correspondiente a la 35ª jornada en Segunda División jugador en el estadio Nuevo Colombino. Asistieron al mismo 6.368 espectadores. Durante el partido se escucharon en varias ocasiones gritos de “¡Comas vete ya!” y de “¡directiva dimisión!”.
