Leticia Camacho. Si uno tiene un pálpito y es lo suficientemente valiente como para hacerle caso, trabajarlo y pelearlo, amarlo y odiarlo durante más de cuatro años, es posible que un buen día pueda celebrar con los suyos el haber perseguido semejante corazonada. Así le ha ocurrido a Carlos Troncoso, que recogía ayer la biznaga de plata por el documental ‘Algo más que una pasión’, dentro de la categoría Afirmando los derechos de la mujer del Festival de Cine Español de Málaga.
Todo se remonta a la colocación de la primera piedra de un edificio institucional en Isla Cristina, ciudad natal de Troncoso, que se encontraba allí cubriendo el acto como periodista. Al ver su cámara de fotos, una señora se le acercó y le contó orgullosa que ella había jugado en la selección española de fútbol y de ahí el pálpito del ahora premiado, que empezó a bombear más fuerte al leer en la hemeroteca de ABC un titular al respecto: nada menos que cinco isleñas habían sido seleccionadas en la década de los setenta para jugar en la selección nacional de fútbol femenino.
El asunto ha desembocado en un trabajo que relata los orígenes del fútbol femenino en Europa, poniendo el foco de atención en los contrastes derivados de cada contexto social y político, muy dispares en el conjunto europeo de los 70. También se fija en las desigualdades de género existentes en este deporte, porque la mujer se adentraba entonces en un terreno históricamente masculino, y no se detiene en ese punto, sino que lleva al espectador a la actualidad que viven jugadoras como Vero Boquete, de la selección española Absoluta o Mireya García, una isleña como Troncoso que es subcampeona mundial con la selección Sub’17.
‘Algo más que una pasión’ se presentó sin optar a concurso en el Festival Iberoamericano de Huelva en la edición de 2013. Era aún un montaje previo, por lo que desde esa fecha el trabajo ha ido enriqueciéndose y llenándose de diferentes localizaciones: Escocia, Italia, Reino Unido y, por supuesto, España, con un escenario común, una cancha de fútbol, «ese espacio en el que siempre se juega a una misma cosa, ya sea entre hombres o entre mujeres», apunta el director.
La historia se teje a través de testimonios directos bajo una firme premisa, mostrar la lucha de esas mujeres -y también de algún hombre, tal es el caso del primer seleccionador, Rafael Muga-, por ver cumplido su sueño. Algunas de ellas tenían 14 años y se dedicaban al marisqueo, y otras han llegado muy alto, como Pia Sundaghe, actual entrenadora de la selección sueca, medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres y mejor Entrenadora del Fútbol Femenino de la FIFA 2012. Pueden imaginar de qué países proceden unas y otra.
Al hilo, podría decirse que el manejo de contrastes es uno de los fuertes del incipiente cineasta. Para llevar a cabo su ópera prima, Carlos Troncoso se ha nutrido de distintas fuentes, desde la hemeroteca del periódico isleño y decano de la prensa de Huelva, la Higuerita, del que ha sido colaborador durante años, hasta el valioso archivo audiovisual de Televisión Española, que coproduce el documental, con la colaboración de la Diputación de Huelva y el Instituto Andaluz de la Mujer.
La Perla Films se ha constituido como empresa para empezar el viaje de éste y otros trabajos del cineasta que, no obstante, deja claro que «mi deseo, más allá de los premios, es difundirlo. Siempre me ha dado la sensación de que se han alineado los planetas porque cuando se inició el proyecto yo vivía en Londres, sede de los Juegos Olímpicos de 2012, lo que nos abrió la posibilidad de darle una visión europea. Además, este verano se celebra el Mundial de Fútbol Femenino y es la primera vez que la selección española Absoluta se clasifica: parece que llega una oleada de información de un tema que estaba oculto».