P.C.G. Casi como para los estadounidenses el 4 de julio, el 26 de abril es un fecha más que importante para la historia de Punta Umbría. Tal día como hoy de hace 52 años el pueblo puntaumbrieño conseguía su segregación de Cartaya y su consideración como localidad independiente. Era el fin de un farragoso proceso que se inició en 1944 y que se prolongó durante casi dos décadas, hasta que en 1963 se publicaba un Decreto Ley que hacía efectiva la separación del territorio cartayero.
El libro Punta Umbría, historia de una segregación, del técnico del consistorio puntaumbrieño, Diego Ramírez Cayuela, recoge al detalle cada paso del proceso de segregación y sus protagonistas y cómo «comenzó a gestarse a principios de la década de los años 40 del pasado siglo, cuando un grupo de industriales residentes en Punta Umbría, conscientes de las carencias que sufría la entonces barriada y de la gran importancia de ésta, juzgaron necesario que la solución de estos problemas y el despegue definitivo de Punta Umbría, que empezaba a despuntar como importante enclave turístico, pasaban por emanciparse y convertiste en municipio, con esta idea surgirá la denominada Comisión Fundacional del Municipio de Punta Umbría«.
Una comisión que estaba formada por cuatro miembros y un asesor jurídico: Eloy Martín Mayor, el presidente y posterior promotor de la -Cofradía de Pescadores; Juan Coronel Prieto, el secretario; los vocales Juan Toscano Reyes –cartayero de nacimiento, y Juan Hernández González y el asesor jurídico Juan Manuel Ríos Martínez, a quien Punta Umbría debe mucho ya que fue quien elaboró los estudios previos y el propio expediente de segregación. Asimismo, como recoge Diego Ramírez en su publicación «también formaron parte como coadyuvantes en los pleitos entablados con Cartaya, por iniciativa de este último municipio, otros tres vecinos de Punta Umbría».
Desde su fundación en 1944 hasta que se disolvió en 1964 esta comisión celebró 54 sesiones, aunque dos años antes habían comenzado ya los trabajos y los estudios de forma oficiosa para elaborar el mencionado expediente de segregación. En la primera de estas sesiones, la de constitución la comisión elabora un pequeño informe con los argumentos por los que la entonces barriada de Punta Umbría debía segregarse y las necesidades tanto de infraestructuras como de servicios, que esta presentaba como importante núcleo de población, como que la única vía de conexión que tenía eran las canoas.
El primer paso que dio esta comisión fue ponerse en contacto con el entonces gobernador civil, el Sr. Fernández Cánepa, para ver qué documentación era necesario solicitar al Ayuntamiento de Cartaya para incluir en el expediente de segregación. Fue entonces cuando se vio que en Cartaya no estaban muy por la labor de la emancipación puntaumbrieña. De hecho mandaron unos datos falsos de la población puntaumbrieña, situándola por debajo de lo que realmente estaba, que entonces era de 1.361 habitantes. Y es que los cartayeros habían comenzado a darse cuenta del potencial que tenía la barriada y no quería dejarla escapar.
Este dato era fundamental, por lo que se pusieron en marcha tras un recurso de alzada presentado por la comisión, unos trabajos de comprobación que decretaron que el número de habitantes de hecho quedaría establecido en 2.877 y 2.045 de derecho, unas cifras infinitamente superiores a las facilitadas por el Ayuntamiento de Cartaya de 707 residentes y 183 vecinos. Con este dato se elabora el expediente de solicitud de emancipación aprobado por la comisión el 26 de junio de 1945 y se remite al Ayuntamiento de Cartaya «alegando que en Punta Umbría se cumplían las dos condiciones indispensables que la legislación vigente preceptuaba para ello: territorio y base humana». Esta solicitud se acompañó de un listado de firmas de los vecinos.
Comenzaba entonces un periplo de casi dos décadas que se inició con la llegada del expediente al pleno del Ayuntamiento de Cartaya. Entre 1945 y 1958 el expediente iría y vendría a Cartaya y a Madrid para su evaluación por el Ministerio de Gobernación (varias veces), incluso habría una carta del presidente de la Comisión, Eloy Martín a Franco cuando durante un año estuvieron los trámites paralizados. El Consejo de Ministros de 9 de enero de 1959, aprobaba el Decreto por el que se autoriza la constitución del Municipio independiente de Punta Umbría.
Pero cuando parecía que todo se iba a resolver favorablemente para los intereses puntaumbrieños, «el Ayuntamiento de Cartaya, como era de esperar, no estuvo de acuerdo con los términos en que se había redactado el Decreto, ya que en el mismo se aprueba la segregación con las condiciones, esto es, territorio, bienes, aprovechamientos y derechos, que se recogen en el expediente de la Comisión Fundacional, considerando que los cálculos realizados por ésta se apartan de la realidad y por tanto luchará para conseguir o bien el reconocimiento de la improcedencia de la segregación, o bien, que se lleve a cabo una total revisión de los proyectos inicialmente elaborados».
Esto llevaría ala presentación de un recurso de nulidad del Decreto, que el Tribunal Supremo desestimó el 26 de enero de 1962 y un recurso de revisión extraordinario que obtuvo la misma respuesta. Antes de esta segunda desestimación había comenzado ya el proceso de constitución del nuevo Ayuntamiento de Punta Umbría que culminaría el 26 de abril de 1963, más de 20 años después de que comenzaran los primeros estudios para la elaboración del expediente.
Actualmente hay una plaza en el municipio costero que recuerda esta efemérides y Punta Umbría sigue celebrando cada 26 de abril su «independencia».