P. G. ¡Vive el Recre! Con esas tres palabras se puede resumir el partido que realizó el equipo onubense en el campo de un candidato al ascenso, el Sporting de Gijón, donde logró un empate muy merecido (1-1), que pudo ser algo más con un poquito más de fortuna.
Mejores sensaciones que premio se puede decir. Porque el Recre, orgullo de equipo, pregonó en El Molinón su mejoría evidente, realizando posiblemente el mejor partido desde que Juan Manuel Pavón se sienta en su banquillo.
Empezando por el final, lamentar esa última jugada entre Braulio y Manu Molina, solos ante el meta Alberto, en la que ninguno estuvo acertado en la suerte final. Hubiera sido el premio justo al trabajo realizado por los albiazules, cortocircuitando a un Sporting, nervioso y muy superado por los nervios de tener que ganar para encaramarse al liderato.
Ya en la primera parte se empezó a ver al mejor Recre en los últimos partidos. Valiente, sin perderle la cara, ambicioso en ocasiones, el equipo albiazul dio una imagen diferente a la que se le suponía en tan complicado estadio, donde esperaba nada menos que un equipo al que un triunfo le dejaba como líder. Y desde el primer momento se vio un equipo que propuso algo más que en defensa, un conjunto que sin perder un ápice de competitividad, buscó las cosquillas a un rival que, para nada, se podía esperar un Recre tan incisivo.
Cierto es que el Sporting, en la cresta de la ola, cuenta con jugadores que te crean peligro casi si querer, y que a los doce minutos Menosse ya tuvo que sacar un balón bajo los palos tras un remate de Sergio Álvarez, pero la puesta en escena del Decano, con el mismo once que ante el Tenerife, era más que decente.
Bien pudieron comprobarlos los seguidores locales que abarrotaron El Molinón en la jugada en la que Antonio Domínguez se plantó solo ante Alberto. Puede que la carrera que se dio el de Punta Umbría le dejara sin el oxígeno necesario para ajustar mejor su disparo, que se fue a un lado del portal asturiano.
Y las cosas que tiene el fútbol. En la siguiente acción el Recre pagó caro, muy caro, el perdón de Domínguez. Balón de Jony a la espalda de los centrales y Guerrero, oportuno y certero, cruza la pelota ante Rubén Gálvez. Partido en contra.
Pero este Recre, al menos este Recre de los últimos partidos, tiene capacidad de reacción. Se vio ante el Tenerife hace ocho días, y volvió a acreditarlo en Gijón. Porque suyas fueron las ocasiones para marcar que siguieron al tanto local. Primero en las botas de Álvaro Antón, que remató desde el borde del área un buen balón que le llegó fruto de un robo tras presión en la zona de creación del Sporting. Lástima que el burgalés disparase flojo a las manos de Alberto. La segunda fue de Antonio Domínguez y tuvo premio. Contra del Recre, balón que le llega al puntaumbrieño en el vértice derecho del área sportinguista, según atacaba el Recre, se busca un hueco y le pega con el alma con la izquierda pegado al palo izquierdo del portal de Alberto. Gol. Gozalo para hacer justicia.
Y es que el Recre, este Recre de culpas y pecados, no tuvo reparos en plantarse en Gijón para un intercambio de golpes, con el riesgo que podía conllevar eso ante un equipo con gol como el local. Le salió bien. Vale que de ahí al final del primer tiempo fue el Sporting el que dominó, el que metió en su parcela al Decano, que se defendió con orden haciendo muy complicadas las llegadas locales. Aun así tanto Jony como Guerrero pusieron a prueba a Rubén, respondiendo bien en esas acciones el de Aracena. El empate con el que se llegó al final del primer periodo era, con mucho, muy justo para lo que había trabajado el Recre.
En la segunda parte estuvo más espeso a la hora de salir, pero con las ideas claritas. Riesgos justos, defensa ordenada, tratando de no meterse muy atrás -sólo conculcó esa premisa en el tramo final del choque, cuando el Sporting se fue arriba con todo-, y estando presto a salir a la contra. Todo queda explicado si reseñamos que Rubén Gálvez sólo tuvo que intervenir en dos acciones de cierto peligro, una a un disparo de Lora nada más comenzar el segundo periodo, y otra posterior (60′) ante Guerrero, que taponó con su cuerpo -a tenor de donde le dio, él hubiera preferido otra zona- un remate cercano de Guerrero. Eso, y la última acción a la desesperada del Sporting en la que Pablo Pérez quiso rizar el rizo casi en el área chica y dio tiempo a la defensa del Recre a tapar el disparo.
Claro que para ocasiones claras las del Recre en este segundo periodo menos brillante. Un balón a la cruceta de Álvaro Antón, en el saque de una falta (64′), y el posterior remate fallado -pero fallado de verdad- por parte de Diego Jiménez con todo a su favor tras el rechace; y la mencionada acción de dos contra Alberto en los estertores, en la que ni Braulio -eficaz en el inicio- ni Manu Molina, llegaron a culminar, fueron esas acciones que pudieron dar al Recre un premio superior. Un premio que nadie podía decir que hubiera sido injusto.
Pero no fue así. Se tuvo que conformar con un empate, con un solo punto. Puede que un botín material escaso, pero muy, muy crecido en sensaciones, en espíritu y en autoconfianza. Porque este Recre está vivo.
SPORTING: Alberto; Lora, Luis Hernández, Bernardo, Isma López, Sergio Álvarez, Mandi, Carmona (Juan Muñiz, 68′), Ndi (Carlos Castro, 57′), Jony; Guerrero (Pablo Pérez, 80′).
RECREATIVO: Rubén Gálvez; Víctor Díaz, Menosse, Diego Jiménez, Córcoles; Jesús Vázquez, Montoro; Antonio Domínguez (Fernando Vega, 81′), Dani Molina (Manu Molina, 75′), Álvaro Antón; Caye Quintana (Braulio, 70′).
Árbitro: Lesma López (colegio madrileño). Mostró la cartulina amarilla a Carmona (51′) y Juan Muñiz (79′), por el Sporting; y a Montoro (35′), Álvaro Antón (37′), Menosse (46′), Víctor Díaz (62′), Braulio (72′) y Córcoles (90′), por el Recre.
Goles: 1-0 (17′) Guerrero, tras ganar la espalda a los centrales albiazules aprovechando un pase de Jony. 1-1 (24′) Antonio Domínguez, gracias a un zurdazo pegado al palo, tras un acción a la contra del Decano.
Incidencias: Partido correspondiente a la 30ª jornada en Segunda División jugado en el estadio El Molinón. Los jugadores del Recre lucieron brazalete negro en memoria del padre del presidente del club albiazul, Pablo Comas, recientemente fallecido. Asistieron al choque 24.302 espectadores.
