Es un proyecto del Grupo Azoteas y de Fotoespacios
Miguel Mojarro.
Continuamos hoy con la serie del Proyecto M.E.C. (Mejora y Evolución de los Casinos), esbozando el elemento básico de todo proyecto: El objetivo, es decir, lo que se pretende, para qué se afronta una tarea.
En nuestro libro «A la calidad por la evaluación» dejábamos bien sentado que hay dos formas de hacer las cosas importantes: La improvisación generosa e instintiva o una planificación previa, que no tiene ni debe ser compleja ni farragosa. Lo más difícil, puede ser sencillo en su ejecución, si se planifica adecuadamente.
Está clara nuestra opción: La previsión y organización previa, garantiza que la tarea esté bien hecha, que no significa que se obtengan los resultados previstos, porque hay otros factores que lo condicionan.
Pero la improvisación, la buena voluntad y la inspiración momentánea, conducen, generalmente, al fracaso y la decepción, salvo en muy contadas ocasiones, en las que la casualidad pone de su parte.
Y para que la planificación pueda ser fundamento de lo bien hecho, hay un elemento indispensable y previo: El objetivo.
Es decir: Antes de preparar el camino, sepamos dónde queremos ir. Antes de prever las acciones, dejemos claro para qué las afrontamos. Antes de trabajar por una causa, hay que tener asumida la finalidad del esfuerzo.
Pero hagamos una breve reflexión sobre el proyecto que planteamos.
Un casino, en tanto que grupo social que está inmerso en una sociedad más amplia, se ve envuelto en los avatares de ésta y sometido a su influencia. Inevitable.
La sociedad general en la que se ubica un casino, se modifica, evoluciona, desarrolla nuevos recursos y realiza conquistas económicas y culturales. Dentro de esta sociedad, los casinos soportan los vaivenes de estos cambios, a los que no puede dar respuesta, porque los casinos son algo con estructura y personalidad bien definidas y, en algunos casos, inmovilista.
Por ello, los casinos son como una balsa en agua, que no ha mantenido las amarras que la unían al barco. Éste navega, se aleja, mientras la balsa sin propulsión (el casino) queda varada en un tiempo que pronto se convertirá en pasado. Y, por lo tanto, desconectada de un entorno (el barco) que se aleja cada vez más.
No debe olvidarse que los casinos nacieron y vivieron con unos valores y una personalidad propia, que le dieron esa cualidad que es su característica más preciada: Ser patrimonio social. Un patrimonio irrenunciable. Un patrimonio insustituible. Por eso aquí nunca vamos a proponer que se mantengan amarras a cambio de renunciar a los valores propios, a la esencia del concepto casino.
Pero algo hay que hacer para que no queden a la deriva, en tiempos de una vorágine evolutiva incontrolable: Desarrollo, adaptación y protección del patrimonio.
De aquí nace la propuesta de mejora que hacemos, como referente de acciones encaminadas a la evolución de los casinos. Sin ninguna concesión a la ambigüedad, en Azoteas proponemos proyectos que eviten el deterioro de los casinos y su posible (¿previsible?) desaparición. Salvo casos muy claramente privilegiados y escasos.
El horizonte, muy claro:
1-Un desarrollo social que permita colocarse a la altura de la sociedad.
2-Adaptación al entorno cercano.
3-Proteger la personalidad y valores propios del casino, porque convertir el casino en «otra cosa», es empujarlo a su desaparición.
Pero antes de preparar el camino, sepamos dónde queremos ir. Antes de prever las acciones, dejemos claro por qué las afrontamos. Antes de trabajar, hay que tener asumida la finalidad del esfuerzo.
Eso es el objetivo. Lo que nos permite planificar con sentido, establecer los procedimientos y diseñar el calendario.
Un ejemplo claro de objetivo bien definido, es el Casino Minero de Corrales. Su Equipo Directivo, consciente de que los valores de esa entidad nacen y se desarrollan a partir de su condición de «minero», han definido un objetivo claro y contundente: Recuperar los valores y los símbolos de su seña de identidad, para evitar que el Casino Minero se diluya en una situación de falta de personalidad propia, que lo abocaría a convertirse en un bar más de la localidad.
Definida este objetivo, está llevando a cabo un plan sencillo y entusiasta, para volver a tener en el ambiente lo que fue ambiente en el origen.
Esto no significa que vuelvan atrás en su historia, todo lo contrario. Recupera la historia propia para dar sentido a su presente. Pero esto ya lo trataremos en otro artículo, en el que describiremos el momento ilusionante que vive este casino, para nosotros entrañable.
Hoy sólo pretendemos identificar la mejora con una finalidad u objetivo. Si algo hay que hacer en favor de un casino, debe hacerse, sin que valgan pretextos. Está en juego el futuro de «nuestro» patrimonio.
Pero teniendo en cuenta qué queremos hacer y para qué. Sin olvidar que no es la sociedad general quien debe tener la iniciativa, ni las instituciones pueden (Ya quisiéramos …) ni los ajenos van a sacarnos las castañas del fuego (Tienen sus propias castañas en su propio fuego). La mejora debe ser una inquietud nuestra, del propio casino, que por eso es una asociación privada y libre.
La definición de objetivo (Finalidad de la mejora) debe salir de propuestas del colectivo casinero, si es que éste tiene inquietudes en este sentido. Las tareas a realizar son responsabilidad de los socios, que para eso son los dueños. Nadie espere que lo que han levantado nuestros abuelos y padres con mucho esfuerzo e ilusión, lo salven quienes no pertenecen a estas sociedades privadas.
Dicho de otra forma, cada casino es responsable de sus actuaciones en favor de la evolución de lo que «es nuestro». Nadie lo va a hacer por nosotros. Y, como ejemplo admirable, miremos hacia el Casino de Rociana, que camina por una senda que él mismo se ha trazado y planificado.
Pero, desde luego, tras la intención de hacer algo, debe venir la ocurrencia de «qué hacer».
Objetivos sencillos, claros y posibles. Coherentes con nuestros recursos. De plazos cortos y asequibles. Motivadores. A modo de ejemplo, valga uno que en esta serie ofreceremos como colaboración directa desde Azoteas, de forma gratuita: «Creación y puesta en marcha de una biblioteca dinámica y eficaz». En su momento, no lejano, ofreceremos el proyecto diseñado y una oferta de apoyo para su ejecución.
Hoy, solamente la consideración del objetivo como punto de inicio de una evolución deseable. Por ahí debe empezar una sociedad casinera que quiera subirse al carro de la adecuación al entorno.
Y con un proyecto de mejora, que en eso estamos.
Equipo Azoteas
2 comentarios en «Proyecto M.E.C. Mejora y Evolución de los Casinos (2): Finalidad y objetivos»
Y tiene razón D. Miguel y su equipo de Azoteas cuando dice que “La mejora debe ser una inquietud nuestra, del propio casino, que por eso es una asociación privada y libre”, pero para ello debe haber personas inquietas, libres, marchosas….dispuestas a la entrega generosa y no condicionada y, el caso es, que también las hay, entonces, ¿donde falla el sistema?
A mí me parece que la “apatía”, el “vuelva usted mañana”, o como decía otro brillante D. Miguel, en esta ocasión apellidado Unamuno, el “querer vivir en paz”, el que “me dejen estar en paz” tan propio de los españolitos de “a pie” y andaluces de “sillón” es algo que actúa desde nuestros genes, ayudado por nuestro benigno clima, para provocar desinterés por lo bueno y por lo bello, salvo que nos afecte a los hijos, en cuyo caso, la reacción es, a veces, incontrolada.
Somos acomodados por naturaleza y cómodos hasta la saciedad, salvo honrosas excepciones y nos gustan que nos lo den todo hecho, recordando la respuesta del vago cuando tocando la puerta, le contestan… ¡entre!, y él responde, ¡que me empujen!
Reacción, reacción y reacción por lo que deseamos sin apasionamientos extemporáneos, como dice D. Miguel, “con objetivos” y buscando las “herramientas” que me hacen falta para andar ese camino, sea “casinero” u otro, pero… para ello hace falta previsión y organización dentro de una labor de “grupo”, y la «creación y puesta en marcha de una biblioteca dinámica y eficaz”, bien podría ser el primer objetivo de esa dinamización colectiva
Efectivamente Don Benito, en Azoteas vamos a ofrecer gratuitamente a los casinos que lo deseen, la elaboración y ejecución del proyecto de desarriollo de una biblioteca eficaz y dinámica en el casino. Será en estas mismas páginas, una vez terminada la propuesta teórica del proyecto MEC.
Mientras tanto, una censura a Don Benito: En lugar de estudiar Física (O además de eso), debíó hacer un doctorado en Filosofía o Sociología, porque su perspicacia y buen mirar a su alrededor es admirable. No le falta razón cuando pone el ojo en el hombre y sus lastres, que tenemos muchos.
Para nosotros es un honor contar con su amistad y para Huelva es un privilegio tenerlo como enamorado de sus pinares y su cielo.
Gracias Don Benito.