Redacción. Más de 400 niños y niñas que cursan segundo ciclo de primaria en los colegios de la localidad, participaron este lunes 17 en la teatralización de la llegada de la carabela Niña al puerto de La Ribera tras descubrir el Nuevo Mundo, dentro de la programación con la que la Fundación de Cultura conmemora el aniversario de la destacada participación de Moguer en la empresa colombina.
La nave construida en los astilleros moguereños con madera de pino y chaparro de nuestros montes, se convirtió en capitana de la expedición en el tornaviaje, llegando a bordo de ella hasta el antiguo muelle de La Ribera, el propio Cristóbal Colón junto a los hermanos Niño y decenas de marineros moguereños que participaron en la gran gesta descubridora.
Una compañía de teatro se encargó de representar la llegada al puerto de Moguer de la carabela hace 522 años, entre la expectación de los chavales que también se sumaron a la comitiva que discurrió desde el antiguo puerto hasta el monasterio de Santa Clara.
Antes, en el propio muelle, se teatralizó el encuentro de Colón y los Niño con la abadesa del convento moguereño Inés Enríquez que esperaba su llegada, una religiosa cuya mediación resultó decisiva para hacer posible la organización del gran viaje trasatlántico. La abadesa recibió de Colón una muestra de la riqueza que atesoraba el Nuevo Mundo, y pudo admirar a uno de los primeros indígenas de la tribu de los taínos que habitaban las tierras de ultramar.
Marineros, descubridores y chavales de los colegios, a los que se sumó también una representación municipal compuesta por el alcalde Gustavo Cuéllar y los concejales de Cultura, Lourdes Garrido, y de Turismo, José Antonio Rodríguez, ascendieron posteriormente por la calle Ribera hasta llegar a la plaza de las Monjas donde, junto a la estatua que recuerda a los navegantes, un grupo de teatro del colegio Pedro Alonso Niño representó también la llegada a la ciudad de la comitiva colombina, y el revuelo que organizó entre sus habitantes la noticia del descubrimiento del Nuevo Mundo.
Los chavales del colegio Pedro Alonso Niño, que desde hace años preparan con esmero la representanción de algunas de las escenas que, con toda seguridad, se produjeron en la ciudad de Moguer al regreso de la expedición americana, se sienten especialmente cercanos a la gesta colombina al estar dedicado su centro escolar a la memoria del gran navegante moguereño que fue piloto de la flotilla. Los jóvenes actores dieron vida con gran soltura a personajes como pescadores y navegantes, comerciantes, artesanos y, por supuesto, monjas del cenobio de clarisas en el que Colón encontró los apoyos y la mediación necesarias para hacer posible el encuentro entre dos mundos, desarrollando una puesta en escena que fue seguida por cientos de alumnos y alumnas de todos los centros.
Rememoración en Santa Clara. Ya por la tarde se realizó en la iglesia de Santa Clara la conmemoración del Voto Colombino y del regreso de la Carabela Niña a Moguer, en un acto en el que participaron como cada año la Real Sociedad Colombina Onubense y el Ayuntamiento de Moguer, quienes rememoran conjuntamente.el voto formulado por el marino genovés para dar gracias por el regreso tras la gran tempestad que sorprendió a las carabelas Pinta y Niña a la altura de las Azores, en la travesía de vuelta a España.
En la iglesia conventual en la que el Almirante pasó en vela y oración la madrugada del 15 al 16 de marzo de 1493, se dieron cita una amplia representación de la Corporación Local presidida por el alcalde Gustavo Cuéllar, la directiva de la Colombina, con su presidente José María Segovia al frente, autoridades civiles y militares, así como vecinos que se sumaron al acto de homenaje a los descubridores moguereños.
Tras la lectura por parte del secretario de la Colombina del diario de a bordo en el que se da cuenta con todo detalle de la tormenta que azotó a las naves en el tornaviaje y de cómo Colón fue el elegido por la suerte para «echar un romero a Santa Clara de Moguer» si la tripulación salía con vida de la tempestad, el alcalde de Moguer escenificó la cumplimentación del Voto por parte de Cristóbal Colón, encendiendo y portando junto al presidente de la Colombina, José Maria Segovia, el Cirio Votivo que recuerda la estancia del marino genovés en el monasterio moguereño.
Finalizada la Misa de Acción de Gracias, los alumnos y alumnas del Pedro Alonso Niño a los que dirige el que fuera profesor del centro, Manuel Burgos, volvieron a representar en el interior del templo, las escenas del regreso a Moguer de los descubridores, recibiendo pro parte de la corporación local un diploma como reconocimiento a su participación en esta efemérides colombina que llena de orgullo a la ciudad de Moguer.
Como colofón al acto, Cuéllar y Segovia portaron hasta el monumento dedicado a la memoria de Colón, los Hermanos Niño y todos los intrépidos descubridores moguereños, una corona de laurel como recuerdo y homenaje a quienes hicieron posible una de las mayores aventuras de la humanidad.
Conferencia. Continuando con la programación cultural en torno al regreso de la Niña a Moguer, hoy martes tendrá lugar en el salón de sesiones del ayuntamiento, a partir de las 20,30 horas, una interesante conferencia a cargo del director del Archivo Histórico y Biblioteca Iberoamericana de la ciudad, Diego Ropero-Regidor, que lleva por título ‘El retorno de los Niño y las repercusiones de la navegación descubridora en el Señorío de Moguer’.
Moguer en el descubrimiento. El 16 de marzo es la fecha colombina más emblemática para la ciudad de Moguer, ya que ese día regresaron a la ciudad del Tinto los marineros que acompañaron a Colón en el Descubrimiento de América.
Hace cinco siglos Moguer era un centro económico y comercial de primer orden en toda la comarca, que contaba con casi 5.000 habitantes. La entonces señorial villa de Moguer disponía de muelle de carga, calzada hasta la ribera del Tinto, varadero, astilleros y una alota que, junto a la de Huelva, era la mayor del litoral onubense.
En este ambiente de gran actividad comercial y marinera se construyó y botó en el muelle de la Ribera la carabela Niña, y se fraguó la participación moguereña en el viaje colombino, una empresa en la que tomaron parte decenas de navegantes que se enrolaron en la aventura de la mano de los hermanos Niño, Juan, Pedro Alonso y Francisco, propietarios de la carabela y miembros de una de las familias más influyentes de la villa.
Luego tomarían parte en los viajes de exploración y colonización Cristóbal Niño, que fue maestre de la carabela Cardera, y otros muchos moguereños como Alonso Vélez de Mendoza, repoblador de la isla de Santo Domingo, Bartolomé Ruiz de Estrada, descubridor y navegante del Pacífico, el franciscano Quintero, que participó con Hernán Cortés en la expedición a México, o Diego García de Moguer, que acompañó a Magallanes en el primer viaje que se realizó alrededor del mundo.
Este importante pasado marinero de la ciudad, y el espíritu aventurero de los moguereños de la época, son parte del legado histórico que se pretende reivindicar y mantener vivo con actos como los que se celebran estos días.
Además del regreso a Moguer de la nave descubridora, se conmemora también la cumplimentación del Voto Colombino de Santa Clara, que realizó el propio Almirante pasando la noche del 15 al 16 de marzo de 1493 en vela y oración en el monasterio moguereño, para dar gracias por haberse salvado de la gran tempestad que amenazaba con hacer zozobrar a las carabelas Pinta y Niña a la altura de las islas Azores, en el tornaviaje