Mari Paz Díaz. Fátima Gallardo Moreno es una onubense que tras finalizar el Bachillerato se marchó a estudiar Ingeniería de Telecomunicaciones en Sevilla. Los primeros años en la capital hispalense los pasó en un colegio mayor hasta que se fue a vivir a un piso compartido con unas amigas.
Durante la carrera ya sintió la necesidad de salir al extranjero. Encontró esta oportunidad a través de una beca Erasmus, con la que pudo irse a la ciudad de Graz, en Austria. Fue su primera estancia fuera de España, que le resultó muy positiva y gratificante.
A partir de aquí, regresó de nuevo a Sevilla a finalizar sus estudios y, al año siguiente, se trasladó junto a su pareja a Barcelona para iniciar su carrera profesional en la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT). También hizo un Máster en Gestión Empresarial y, poco después, comenzó a trabajar para una empresa americana. De esta etapa, la joven recuerda que «aprendí mucho y gané mucha experiencia. Viajaba al extranjero con frecuencia por motivos de trabajo y tuve ocasión de conocer muchos países diferentes».
En enero de 2014, su vida dio un giro al decidir cambiar de trabajo y marcharse a vivir a Alemania, donde reside actualmente. En concreto, esta onubense vive en la ciudad de Nuremberg, en la región de Baviera. Una experiencia de más de un año que Fátima nos cuenta en esta entrevista.
-¿Por qué decidiste irte fuera?
–Quise salir de España no sólo para mejorar profesionalmente y desarrollar mi profesión en un nuevo entorno, sino también como experiencia enriquecedora en lo personal, porque me apasiona viajar, conocer gente nueva y descubrir otras culturas.
-No era tu primera experiencia en el extranjero…
-No. Durante mis estudios de Ingeniería estuve todo un curso académico de Erasmus en Graz. Allí mejoré bastante el inglés y el alemán, conocí mucha gente de otros países y fue muy provechoso para mis estudios. Aprendí mucho en la universidad en Austria.
-Por tanto, tu nivel de idiomas al llegar sería bueno.
-No tengo certificado oficial de inglés, pero era el idioma que empleaba en mi trabajo desde hacía varios años y ya lo hablaba fluidamente cuando llegué a Alemania. De alemán cursé hasta el nivel B2 en la Escuela Oficial de Idiomas en Barcelona.
-¿Cuál es tu balance de la experiencia?
-El balance siempre es positivo.
-¿Cómo es vivir en Alemania?
-Obviamente es muy diferente a España por el clima, la luz, el idioma, los horarios… Pero es uno quién hasta cierto punto decide si prefiere mantener sus costumbres o, por el contrario, se atreve a experimentar cosas nuevas. A mí, personalmente, me gustan los cambios y trato de adaptarme al sitio al que voy. Pruebo a cambiar mis hábitos, mi alimentación, mi vestimenta…, e intento aprovechar y disfrutar al máximo de la experiencia.
En Alemania llevo una vida más diurna, madrugo más, uso la bici, llevo flores cuando visito a un amigo (algo típicamente alemán), reciclo escrupulosamente, intento ser muy puntual… Mi vida ahora es algo más ordenada.
-¿Dónde vives? ¿Cómo es Nuremberg?
-Vivo en un piso antiguo y espacioso, enfrente del río que atraviesa la ciudad y a unos diez minutos andando hasta la muralla que confina al centro histórico. La ciudad de Núremberg está hermanada con Córdoba. Es pequeña, cómoda, manejable y muy bonita. El casco antiguo está dividido por el río Pegnitz, que hace que algunas de sus calles, sobre todo las más antiguas, estén conectadas por viejos puentes de piedra.
La ciudad es muy conocida, entre otras cosas, por su impresionante mercado navideño que, durante las cuatro semanas en los que tiene lugar, es visitado por más de dos millones de personas de muchas partes del mundo. El nombre de Núremberg también se asocia a los juicios desarrollados contra los nazis a final de la Segunda Guerra Mundial. Es una ciudad cargada de historia.
-Y sus habitantes, ¿cómo son?
-Gente educada, tranquila y ordenada, que encaja bien con el tópico alemán -aunque también me he encontrado para mi sorpresa con numerosas excepciones a la regla. Además, hay un alto porcentaje de extranjeros que rompen la monotonía y le dan a la ciudad cierto aire cosmopolita.
-¿Cuál es la imagen que tienen de España?
-De nuevo nos encontramos con el tópico “nice and warm” español. Para ellos España es sol, playa, paella y sangría. Olé.
-¿Te has marcado algún nuevo objetivo o reto?
–Muchos, pero a corto plazo me quiero centrar en mejorar mi nivel de alemán.
-¿Qué piensa tu familia de tu aventura?
-Siempre me apoyan y se enorgullecen de que sea tan independiente y decidida. ¡Aunque preferirían que no estuviera tan lejos de casa!
-¿Y tus amigos?
-Mis amigos más íntimos piensan, más o menos, lo mismo que mi familia.
-¿Cuáles son tus planes futuros?
-No planeo mucho el futuro. Vivo más bien el presente. Tengo muchas ideas en mente, pero mi plan ahora es aprender y disfrutar de Alemania. Después ya veremos. Por el momento, no me planteo regresar a Huelva.
-¿Qué es lo que más echas de menos de Huelva?
-El sol y el cielo azul. También la playa y el océano.
-Por tanto, ¿recomiendas a la gente que viva un tiempo fuera?
-Definitivamente: aporta mucho personal y profesionalmente.
-Para terminar, ¿cuál sería tu mensaje a los onubenses?
-Love it, change it or leave it!