¿Sabes cuál fue el origen del carnaval en Huelva?

ILG. Desde tiempos ancestrales, Huelva ocupó un lugar importante en la historia del carnaval. Es difícil demostrar cuando fue el origen de las fiestas de las carnestolendas, aunque la primera vez que se cita el carnaval en Huelva fue en 1863, en el Boletín Oficial de la Provincia. En ese escrito se establece una fecha documental y se argumenta que la celebración se originó con anterioridad.

Aunque, en la actualidad, Cádiz y Tenerife son punteros en tradiciones carnavalescas, el historiador y gran conocedor de las fiestas de las carnestolendas onubenses, Blas Miguel Hernández afirma que “según publicó José Antonio Navarro en su libro ‘Aquellos incomparables carnavales de Huelva’,  Huelva y Madrid eran las ciudades más punteras en lo que se refiere al carnaval en la antiguedad”. Y es que son muchos los onubenses que se vuelcan con las fiestas carnavalescas y que han recorrido los teatros de la provincia y de fuera de ella con sus letras alabando la tierra y haciendo una crítica de los sistemas.

El carnaval en Huelva ha pasado por diferentes etapas y se ha arraigado en distintos municipios con fuerza.

En el año 1936, con el inicio de la Guerra se prohibieron las manifestaciones carnavalescas en Huelva y en la provincia y durante años desaparecieron. Sin embargo, en distintos puntos de la provincia se siguieron conservando aunque de forma clandestina, como son las ‘Fiestas de la primavera’; ‘Fiestas típicas de invierno’, en Isla Cristina o ‘Fiestas de la Alegría’, en Ayamonte, .

Una vez instaurada la democracia, el carnaval vuelve a las calles onubenses. Isla Cristina fue el primer municipio en el que se reedita la fiesta, en torno a 1968, bajo el nombre ‘Fiestas típicas de invierno’. Se trata de la fiesta más antigua y más importante del calendario isleño y una de las más conocidas tras el carnaval de Cádiz y Tenerife. Según Blas Miguel Hernández, las fiestas llegaron al municipio traídas por los marineros levantinos que fundaron el puerto en el siglo XVIII, por lo que surgieron de la mano con el nacimiento del pueblo.

El teatro Horacio Noguera es el templo del carnaval de Isla Cristina donde cada año distintas agrupaciones de la localidad se dan cita para elevar sus composiciones y sus críticas de forma que se ha considerado como Bien de Interés Turístico de Andalucía. Pero, a diferencia con la capital, el carnaval isleño es un carnaval que se vive en la calle, en cada rincón del municipio donde pequeños y mayores componen sus letras y conservan una tradición centenaria en Isla Cristina.

Ayamonte es otro de los municipios onubenses donde se viven intensamente las fiestas del carnaval. Su arraigo viene a la intensidad con la que se viven las fiestas en la localidad ayamontina, que según, Blas Miguel, pudo ser su cercanía con Isla Cristina el motivo por el que las fiestas se desarrollasen en el municipio. Tras la recesión, en Ayamonte volvieron a celebrarse las fiestas en 1975 y se denominaron como ‘Fiestas de la alegría’.

Carnaval Colombino

Huelva fue la última en volver a celebrar las fiestas. Según Blas Miguel Hernández, “en Huelva estuvimos cerca de 40 años sin carnaval y sin concurso. Fue el 26 de marzo de 1983 cuando renació el carnaval en Huelva con las tradicionales carrozas de carnaval. El año siguiente, fue la primera vez que, tras los años de dictadura, vuelve a pregonarse el carnaval de Huelva, se celebra el Concurso de Agrupaciones y se elige la choquera de las fiestas carnestolendas de Huelva”.

Entre 1981 y 1985, se reeditaron las fiestas de carnaval en toda la provincia como es el caso de Aracena, El Campillo, Cortegana, Bollullos Par del Condado, La Palma del Condado, Punta Umbría, Riotinto, Rociana o Moguer. Todas renacieron siguiendo los pasos de las fiestas de Isla Cristina y Ayamonte que sirvieron como ejemplo para el desarrollo y la propagación de los carnavales en la provincia.

En la capital siempre ha existido una clara inclinación hacia la fiesta pagana. Según José Antonio Navarro en su libro ‘Aquellos incomparables carnavales de Huelva’, una prueba de la tradición carnavalesca en Huelva eran los populares bailes de disfraces y las agrupaciones musicales.

Por su parte, Blas Miguel Hernández asegura la existencia de unas fiestas populares conocidas como ‘El coso blanco’, muy similar a los carnavales y en que los participantes se vestían de blanco. Era una fiesta de primavera que desapareció antes de la guerra y de la que ya no se conserva nada.

El carnaval de Huelva se ha asentado en Huelva desde que se reeditase tras la guerra, de forma que es una de las citas más destacadas del calendario festivo en la capital. Durante el mes de febrero, el Gran Teatro de Huelva acoge el Concurso de Agrupaciones de Carnaval que se ha convertido en uno de los certámenes punteros en la provincia y con una participación destacada. “Aunque el carnaval de Huelva pasa por altibajos y ahora está sufriendo una crisis de identidad. A pesar de eso hay mucha gente al que le apasiona el carnaval y las agrupaciones onubenses”, asegura el historiador.

En relación a los grupos carnavalescos, en Huelva capital y provincia se diferencian en murgas o también conocidas como chirigotas, comparsas o estudiantinas, una modalidad similar a los coros.  “El concurso de agrupaciones es la esencia, el Gran Teatro es la casa del carnaval y engloba a las tradiciones culturales de toda la provincia”, cuenta Blas Miguel Hernández.

Según ha contado a Huelva Buenas Noticias el historiador, fue en 1984 cuando de da el nombre a la fiesta de ‘Carnaval Colombino’. Unas fiestas que han vivido tres etapas diferenciadas en cuanto a la amplitud del concurso. Una primera que va desde 1984

hasta 1991 y que destaca la amplia participación de agrupaciones locales, que superaron las 40. Una segunda etapa, desde 1992 hasta 1999, en la que se amplía el concurso y se abre a la provincia, por lo que agrupaciones de Ayamonte, Isla Cristina, Punta Umbría, Cartaya y Lepe, participan en el certamen capitalino. La última etapa y quizás la más larga la que va desde el año

2000 hasta la actualidad que se caracteriza por la abertura del concurso para agrupaciones de toda Andalucía. En la actualidad, grupos de Sevilla, Cádiz y Málaga participan en el concurso onubense.

Un hecho que hace que el carnaval se centre en el teatro y que, según los aficionados, diferencie al carnaval de la capital con los del resto de la provincia que se celebran prioritariamente en las calles.

Cuna de grandes letristas

El carnaval de Huelva, además de fomentar e implantar una tradición desaparecida en años de guerra, ha descubierto a importantes compositores que han cantado a Huelva, a la provincia, han mostrado sus críticas y han ensalzado la propagación del carnaval onubense.

Entre los letristas y compositores que han surgido gracias a las fiestas de las carnestolendas en Huelva destaca Antonio Cabeza, uno de los primeros onubenses en subirse a las tablas del Gran teatro para exaltar el carnaval de Huelva. La redacción de este periódico se ha puesto en contacto con el compositor para conocer desde dentro cómo fueron esos primeros años de carnaval en la capital y su trayectoria en la provincia, fuera de ella.

Según Cabeza, su afición por la música comenzó “cuando era muy pequeño. Por mis malas calificaciones en el instituto mis padres me castigaban encerrado en la biblioteca. Allí había muchos libros y una guitarra, me los leí todos y tocaba la guitarra. Hasta que un día le puse música a uno de los libros»,

Antonio Cabeza se inició en el mundo del carnaval desde que resurgiese en el año 1984. “Aún era un crío y estaba estudiando en el instituto cuando un grupo de compañeros nos enteramos de que se iban a recuperar los carnavales y decidimos colaborar. Nos subimos a las cabalgatas y llevábamos nuestras guitarras para cantar”, cuenta el escritor.

Ese fue el inicio de toda una trayectoria carnavalesca a nivel local y en la provincia. “Comenzamos a formarnos cogiendo

como referencia el carnaval de Cádiz. En 1987 formé mi primera murga ‘Limpieza a domicilio’ y en 1988 hicimos historia con ‘Aterriza como puedas’. En el año 1991 me casé y me fui a vivir a Punta Umbría y desde allí continué escribiendo letras”, dice cabeza.

Uno de los hitos más importantes, en 1992, cuando pisó el escenario del templo del carnaval, el Teatro Falla, con la chirigota ‘Que noche de aquel día’. “Fue muy importante. Cuando nos presentaron el público del Falla comenzó a levantarse de sus asientos y cuando empezamos con la presentación volvieron a sus sitios. Terminamos poniendo en pie al público”.

No solo conquistaron el Falla, Antonio Cabeza ha conseguido ocupar las primeras posiciones en certámenes de toda la provincia. Pero no solo él ha pasado por la “catedral del carnaval”, Fali Ramos o Joaquín Quiñones también llevaron sus composiciones al teatro gaditano. Una de las incorporaciones onubenses más destacadas al carnaval de Cádiz ha sido la del comparsista Alejandro Molina que forma parte de la agrupación de Juan Carlos Aragón.

“Me gusta escribir. Hay algunos compañeros de mundo del carnaval que han sacado libros de poesía y prosa. Yo defiendo que el carnaval es una fiesta muy cultural, hace que la gente escriba versos, que se cree música y poesía”, sentencia Antonio Cabeza.

Una fiesta que lucha para asegurar un futuro carnavalesco prometedor para lo que cuenta con una amplia cantera que mantendrá vivo el espíritu del carnaval. Se trata de la peña ‘Los peques’ que, según cuenta el carnavalero Manuel Suárez, forma a jóvenes aficionados al carnaval para asegurar la supervivencia de las carnestolendas en la capital.

El carnaval se ha consagrado en Huelva y en la provincia como una de las manifestaciones culturales y artísticas más importantes. Una exaltación cultural que cada año va cobrando más fuerza entre sus seguidores.