Sergio Borrero. Los cofrades de la Hermandad de la Merced aprobaron en la noche de ayer en Cabildo General de Hermanos la salida extraordinaria del Cristo de Jerusalén y Buen Viaje para el próximo año 2016. Lo hará como uno de los actos centrales de la celebración del 75 aniversario de su inclusión como titular de la hermandad mercedaria.
Entre otros actos de carácter cultual y culturales que se darán a conocer próximamente, el Cristo será trasladado el 6 de febrero de 2016 a la Parroquia de la Purísima Concepción. Allí permanecerá durante una semana en la que se celebrará el triduo en su honor. El día 13 regresará la imagen en procesión extraordinaria a la Catedral de la Merced. Junto a estos actos, la hermandad llevará a cabo también una obra social extraordinaria por el aniversario.
El Cristo de Jerusalén y Buen Viaje es una magnífica talla anónima del siglo XVI atribuida a la Escuela Gaditano Genovesa. Propiedad de la Diputación provincial y restaurado recientemente en el año 2010 por el IAPH, procesionó por vez primera en 1937. No fue hasta 1941 cuando se incluyó como titular de la Hermandad de la Merced y a partir de entonces se comenzó a trabajar para realizar su primera salida como titular de la hermandad en 1945. Desde entonces se fueron sucediendo los años en los que procesionaba con los años en los que la penuria de la hermandad y el estado de la imagen lo obligaron a permanecer en el templo mercedario. No será hasta 1983, tras la restauración efectuada por Díaz Roca, cuando la imagen del crucificado vuelva al cortejo ya de manera ininterrumpida hasta nuestros días en la noche del Jueves Santo onubense.
Así mismo, en otro de los puntos del orden del día del Cabildo de Hermanos se informó sobre el nuevo misterio que acompañará al Cristo de las Cadenas y que se estrenará el próximo Jueves Santo. La obra del palmerino Martín Lagares se presentará el jueves 12 de marzo en el salón de plenos del Ayuntamiento de Huelva. El conjunto escultórico quedará expuesta en el consistorio onubense hasta el 19 de marzo, siendo bendecido en la Catedral de la Merced al día siguiente, 20 de marzo.