P.C.G. La historia del onubense Miguel Mata está repleta de vivencias viajeras, las que le han proporcionado sus distintas estancias fuera de Huelva. Antiguo alumno del Colegio Moliére y del IES Alto Conquero, se marchó a Sevilla para estudiar Comunicación Audiovisual en la Universidad hispalense.
Ya en su último año de carrera decidió empezar un periplo de viajes que comenzó en París, la ciudad de la luz, con una beca Erasmus que le permitió estar en la capital de Francia cerca de un año y poner a prueba el francés estudiado desde la infancia.
Otra beca le brindó la posibilidad de hacer prácticas en Florencia y aprender una nueva lengua. Y después de unos meses a caballo entre Huelva y Sevilla, se estableció en Barcelona, donde estuvo trabajando cuatro años, antes de mudarse definitivamente a la ciudad italiana de Bolonia, donde lleva tres años trabajando como editor de contenidos y traductor de una empresa internacional con sede en Italia.
Según sus propias palabras se marchó fuera «por curiosidad, primero empecé a viajar y fueron experiencias tan enriquecedoras que luego quise vivir en lugares diferentes, conocer otras realidades y aprender de ellas».
– ¿Y cómo valoras la experiencia?
– La experiencia es positiva. Conoces en profundidad otro país, y también coges perspectiva con respecto al tuyo propio, lo cual te permite entender algunas cosas y cuestionarte otras.
– ¿Qué tal se vive en Italia?
– Italia no es un país muy diferente de España. Las mayores diferencias son los horarios y la luz; todo se hace una hora y media antes porque el sol se va también una hora y media antes. Eso cambia muchas cosas, a la hora de ver amigos, hacer compras, etcétera. Otra diferencia es la importancia que dan los italianos a la comida y a la estética. Es muy fácil hablar de cómo se hace una receta o de un pueblecito bonito que has visitado o quieres visitar. Pero de todas maneras la cultura mediterránea es la base de ambos países.
– ¿Cómo es es Bolonia en concreto?
– Es la capital de la región de Emilia-Romagna. Una ciudad mediana con una Universidad muy importante (dicen la más antigua de Europa), lo cual hace que la ciudad esté llena de estudiantes. Las casas se suelen pintar en tonos ocres y la mayor parte de las calles tienen pórticos. Diría que es una muy buena ciudad para vivir en Italia.
– ¿Y sus habitantes, cómo son?
– Pues por lo general son charlatanes y simpáticos, pero para conocer a los romagnolos (la Romagna es la parte derecha de la región) lo mejor es ver la película de Federico Fellini, ‘Amarcord’, que en dialecto de Rímini significa “me acuerdo”, y son los recuerdos del director de su infancia en esta ciudad.
– ¿Qué imagen que tienen de España en esta parte de Italia?
– Hay varios estereotipos, dependiendo de la persona con la que hables; el que seguramente todos tienen es el de la fiesta; también la de España como potencia turística. La ciudad que más conocen y han visitado es, sin duda, Barcelona.
– Trabajas como editor de contenidos y traductor por cuenta ajena, ¿te has marcado algún nuevo reto laboral?
– Siempre tengo mis objetivos pero nunca son a muy largo plazo.
– ¿Y algún plan de futuro?
– Boh! (Es una expresión italiana que es el equivalente a encogerte de hombros o decir “qué se yo”). Prefiero no hacer planes y vivir el presente.
– ¿Entran en esos planes una vuelta a Huelva?
– En breve no creo, pero en un futuro quién sabe. En todo caso vuelvo a menudo y lo disfruto mucho.
-¿Qué es lo que más echas de menos de tu tierra?
– Mi familia, mis amigos, la luz (por cantidad y claridad) y el pescado.
– ¿Recomiendas la experiencia de vivir un tiempo fuera de España?
– Si es por elección sí. Se aprende mucho y bien vivido puede ser muy divertido.