Redacción. El presidente de CEPYME-Almonte, Pedro Roldán, ha expresado su preocupación por la situación de incertidumbre que vive el sector agrícola de la corona norte de Doñana, especialmente en la zona de Matalagrana, cerca de la Aldea del Rocío, donde se pretende, por parte de la Fiscalía General del Estado, el cierre cautelar de sus pozos.
Según Pedro Roldán, “la clausura de explotaciones agrícolas supondría el empobrecimiento de nuestros pueblos, la pérdida de población y como consecuencia sobrarían comercios, bares y colegios, por lo que el tejido socioeconómico y el bienestar en esta comarca se verían irremediablemente dañados”, por lo que insiste en que “agricultores somos todos”.
“Parece una broma de mal gusto –continúa el presidente de CEPYME-Almonte- que cuando estamos en el momento de mayor concienciación de la importancia del equilibrio entre desarrollo y conservación, se tomen estas medidas drásticas, por la sencilla razón de que las administraciones no han hecho sus deberes, al llevar más de 30 años mirando para otro lado, sin dar las soluciones”. “Además –explica- se ha permitiendo que se perpetué una situación alegal, pendiente de las soluciones prometidas, donde paradójicamente los agricultores están dando ejemplo de agricultura respetuosa con el medioambiente, con producciones integradas, ecológicas y con inversiones cuantiosa, en algunos casos incluso con ayudas financieras de las mismas administraciones que son responsables de esta situación”.
Para acabar con situaciones como esta, los empresarios de Almonte piden a las autoridades competentes continuar las políticas hidráulicas superficiales pendiente acometer en la provincia de Huelva para garantizar el futuro de la agricultura en nuestra provincia.