Redacción. Con el título ‘Otras miradas’, Paz Vera y Manuel Delgado exponen una colección de sus obras fotográficas en la taberna ‘NO NI NÁ’, en la calle Eslora de Mazagón, popularmente conocida como calle ‘El Negro‘. Una decena de fotografías componen esta exposición que se inauguró en la mañana del domingo y que se podrá visitar hasta el día 23 de diciembre.
El dibujo ha sido la primera pasión y aproximación al mundo de las imágenes de la fotógrafa Paz Vera. Ya de niña era feliz con una simple caja de ceras; con 17 años empezó a introducirse en el mundo de la fotografía, que poco a poco la fue atrapando, hasta que finalmente en el 2011 se decidió a estudiar Fotografía Artística en la Escuela de Arte de Huelva. “Con la fotografía consigo unir tanto lo que amo como lo que sueño, conocer diferentes culturas, descubrir rinconcitos mágicos escondidos por el mundo, vivir nuevas experiencias y captar la esencia de las personas. Detrás de cada una de mis imágenes siempre hay un significado, pretendo hacer fotografías que transmitan sensaciones y lleguen al interior de cada persona, porque para mi, la fotografía es arte, y el arte ha de conmover, revolver, denunciar, embotar los sentidos, transmitir y básicamente hacernos sentir”, nos comenta Paz Vera.
Manuel Delgado se inició en el mundo de la fotografía allá por los años 70, cuando su padre llevó a casa una cámara Yashica, en uno de los turnos que realizaba como marinero en un barco de pesca. La compró para retratar’, como él decía, a la familia y poder tenerlos junto a él, en el barco durante los turnos, que llegaban a superar los diez meses.
Como de alguna manera la Yashica quedaba en casa, se hizo propietario de ella y fue cuando comenzó su afición por la fotografía. Desde entonces, siempre lleva una cámara cerca para poder captar el momento que todo fotógrafo ansía descubrir. “La foto es un momento tan corto que no te da tiempo a nada. Tienes que ir preparado mirando la luz y saber en todo momento que diafragma y que tiempo de obturación tienes que ajustar. En cuanto a las fotos en blanco y negro, para mí ha sido muy importante haber trabajado en el cuarto oscuro, oliendo a química y viendo aparecer la imagen poco a poco”, añade Manuel.