S. D. Dicen los entrenadores que las finales se ganan, no se juegan. El Marbella-San Roque de Lepe no era una final, pero sí era uno de esos partidos que te ofrece el calendario en el que puedes cambiar el rumbo de los acontecimientos. El San Roque no desaprovechó la ocasión y, en un ejercicio de fe y de casta, se hizo con el triunfo (0-2) en un partido que se le complicó en el segundo periodo con la expulsión de Álex Hornillo.
Con un rival sin entrenador -parece que al final será Pablo Alfaro-, y con su defensa en cuadro por mor de las bajas, la ocasión era propicia para que el San Roque mandara al garete los cuatro partidos sin ganar, tres de ellos perdidos, que le habían ido alejando de la zona noble, y acercando en demasía a los puestos de peligro. Se vio desde el inicio que el cuadro sanroquista llegó a Marbella dispuesto a ganar, aunque curiosidades del fútbol, fue el equipo marbellí el que, por mediación de Airam y de Añón, pudieron marcar. Estas oportunidades para nada arredraron a los leperos, que en apenas dos minutos, tanto Keita como Iván Aguilar pusieron la réplica oportuna, lanzando el primero fuera, y topándose con el meta loca el segundo.
Fueron el aviso de lo que iba a suceder a continuación. Un balón perdido por la zaga local quedó a merced de Manu Fidalgo, que no desaprovechó esa ocasión para poner por delante al San Roque (23′).
Fue un duro golpe para un Marbella, de por sí cogido con alfileres. Aún así, sus jugadores pudieron equilibrar la balanza en varias acciones a balón parado. Añón, Diego Segura, Nacho Matador y Airam protagonizaron remates con peligro, todos ellos resueltos por Nico Monclova.
En la segunda parte el San Roque apretó aún más los dientes, dificultando por completo cualquier intentona local por elaborar fútbol. Y además, sus hombres se mostraron siempre prestos a cualquier oportunidad de contragolpe. En una de esas acciones, Keita disparó con peligro, pero fuera.
Conforme pasaron los minutos los locales insistieron en su dominio, pero mucho más con el corazón que con la cabeza. Aún así tanto Rubiato como Añón pudieron equilibrar la balanza, pero no atinaron.
Fue en el minuto 66 cuando al San Roque se le complicó bastante el partido con la expulsión de Álex Hornillo. Con más de veinte minutos por delante, el San Roque se fajó con un hombre menos, y lo hizo con mucho orden, minimizando los riesgos ante el portal de Nico Monclova, que solo se vio inquietado de verdad en una acción de Airam a siete minutos del final.
Con el Marbella volcado en busca de lo que no iba a llegar nunca, en una contra el San Roque cerró el partido. Llevó la firma de Juan Gómez, quien tras hacerse con el balón, se metió en el área y resolvió ante Fran. Punto final a un partido, y tres puntos de oro para el San Roque.
MARBELLA: Fran; Álex Herrera, José Mari (Casi, 80′), José, Garrido, Nacho Matador, Airam, Añón (Souni, 75′), Rubiato, Sergio Narváez (Carlos Portero, 65′), Diego Segura.
SAN ROQUE: Nico Monclova; Fran Lepe, Llano, Súper, Álex Hornillo, Samu, Mustafá, Manu, Iván Aguilar (Juan Gómez, 80′), Rubén (Germán, 67′), Keita (Prieto, 71′).
Árbitro: Milla Alvendiz (Sevilla). Expulsó por doble amonestación a Álex Hornillo, del San Roque. Mostró la cartulina amarilla a Airam y Diego Segura, por los locales; y a Rubén, por los visitantes.
Goles: 0-1 (22′) Manu Fidalgo. 0-2 (88′) Juan Gómez.
Incidencias: Algo más de 600 aficionados en el municipal de Marbella.