Redacción. El Museo de Huelva acoge mañana miércoles a las 18.30 la conferencia titulada ’La evolución de la costa de Huelva a través de la historia’, a cargo de Juan Antonio Morales, doctor en Geología por la Universidad de Huelva. La charla está integrada en la programación cultural anual de la Asociación Amigos del Museo Onubense, AMO, y está abierta al público en general.
El dinamismo natural del litoral de Huelva es el tema central de la charla, caracterizada por la rapidez en la evolución de los procesos. De hecho, la configuración costera actual es el resultado de la actuación del régimen hidrodinámico costero que modela esta costa desde la última transgresión postglacial y que se ha visto modificada en tiempos más recientes por la acción humana.
El punto de partida de la evolución reciente de esta costa se inició hace unos 11.000 años cuando el nivel del mar comenzó a elevarse a causa de la Transgresión Flandriense. A lo largo de este ascenso progresivo de más de 100 metros, los cursos bajos de los sistemas fluviales fueron invadidos por el mar y en ellos tuvo lugar una sedimentación compuesta por la alternancia de cuerpos de acreción estuarina de arenas y fangos, con una clara influencia marina. Dicha fase transgresiva concluyó hace entre 6.000- 4.500 años, cuando el índice de subida disminuyó drásticamente hasta alcanzar el nivel actual.
En ese momento, la costa quedó configurada con una forma irregular con grandes bahías en forma de embudo en las desembocaduras fluviales y cabos en los interfluvios. Desde esta estabilización del nivel del mar, el litoral onubense ha tendido a la regularización. En primer lugar tuvo lugar la erosión de los salientes originando la formación de acantilados y amplias plataformas de abrasión suavemente inclinadas hacia el mar. En una segunda fase, la llegada de arena procedente de la erosión de estos acantilados y del aporte fluvial dio lugar a la generación de sistemas de islas-barrera y playas y al comienzo de la colmatación sedimentaria de los estuarios, generando barreras arenosas en sus bocanas y cuerpos de fangos mareales en su parte interna.
En los últimos 500 años los sistemas costeros han tendido al relleno total. En el interior de los estuarios, los cuerpos fangosos han sido colonizados por la vegetación, constituyendo grandes extensiones de marisma. En las zonas de costa lineal configurada por sistemas de islas barrera la colmatación de las lagunas costeras situadas tras las barreras ha contribuido también a su transformación en marismas y la falta de drenaje mareal de estas áreas ha hecho que muchos de los canales que separaban las islas se hayan cerrado, transformando las islas barrera en flechas arenosas. Todo el proceso de evolución descrito ha tenido un carácter continuo y progresivo, aunque ha sido interrumpido al menos en 14 ocasiones por eventos puntuales de alta energía como son los tsunamis. Cada uno de estos eventos ha supuesto el desmantelamiento total o parcial de las formas de cierre de los sistemas, generando una nueva morfología de la costa y suponiendo un punto de partida para una nueva fase de evolución costera.