Tharsis, de capital del reino de Tartessos a región volcánica de Marte

P.C.G. Decir Tharsis en la provincia de Huelva es referirse a uno de los pueblos históricos de la cuenca onubense, estrechamente vinculada con la explotación minera por parte de compañías británicas y francesas, a las que debe su actual nombre con “hache” intercalada.

El ingeniero Ernest Deligny, que inició en 1853 los primeros yacimientos de piritas es el fundador de la actual localidad onubense y el responsable de que hoy esta zona que, según el registro, era conocida como Sierra Tharsis o Tarse -por un monte cercano- se llame hoy solamente Tharsis.

Sin embargo Tarsis -sin “hache”- es además un topónimo y un nombre propio extendido mundial e históricamente cuyos orígenes se remontan a la Biblia y se vinculan con la antigua civilización de Tartessos. En ella podemos encontrar menciones a Tarsis haciendo referencias a una persona, a un lugar geográfico y a unas embarcaciones: “los barcos o las naves de Tarsis”.

Así, en el primer libro de la Biblia se incluye una descripción de los primeros pobladores de la Tierra tras el Diluvio Universal, en el que Tarsis es hijo de Jafet, hijo a su vez de Noé, cuyos descendientes son los denominados los “pobladores de las islas”.

En los libros de los Reyes se relata que el rey Salomón, último monarca del reino unido de Israel -es decir de Judá e Israel-, tenía dos flotas, una de ellas llamada “de Tarsis”, de grandes barcos programados para viajes largos, que cada tres años llegaba precisamente de Tarsis, con oro, plata, marfil, monos y pavos reales. Por aquel entonces los fenicios, marinos que tripulaban estas embarcaciones, ya tenían colonias en el Mediterráneo occidental (Cádiz 1100 a.C.) y todos esos enseres, salvo los pavos reales se han encontrado en el sur de España.

Tarsis y Tartessos
En cualquier caso en estas menciones bíblicas que se repiten y se suceden en otros libros como el de las Crónicas, el de Jeremías o el de Isaías, entre otros, nunca se dice donde está Tarsis exactamente, aunque bien podrían relacionarse con Tartessos (cultura que comprendía las actuales provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz).

El principal argumento de esta hipótesis es que estas naves fueron obra de los fenicios, en cuyos astilleros se construían barcos de hasta 30 metros de eslora. Eran capaces de recorrer los 4.000 kilómetros que separaban Tiro en la región de los fenicios, originarios de una estrecha franja de costa ubicada aproximadamente en el actual Líbano, del sur de España, posible ubicación de Tarsis, a través del Mediterráneo, mar que les ha dado riquezas y un lugar en la historia.

Esta teoría se ve reforzada con las aportaciones posteriores de autores como el erudito y ministro de la Iglesia Reformada de Francia, Samuel Bochart (1599-1667) o Joseph Herman Hertz (1936), quienes identifican Tarsis como la capital del reino de Tartessos.

Tarsis y Tharsis, de Huelva a Marte
Más recientes son el Tharsis, de la provincia de Huelva y curiosamente con la misma grafía una región de Marte que fue denominada así por el astrónomo e historiador de la ciencia italiano Giovanni Schiaparelli a finales del siglo XIX.

El Tharsis del planeta rojo, tiene aproximadamente el tamaño de Europa unos 4.000 kilómetros de superficie y unos 10 kilómetros de altitud. De hecho, aunque el tamaño total de Marte es aproximadamente la mitad del de nuestro planeta, cuenta con algunos volcanes -varios de ellos ubicados precisamente en grandes elevaciones o domos de la región de Tharsis- cuya escala supera la de los volcanes terrestres. Entre ellos destacan los tres conocidos como Montes de Tharsis. Al norte descansa el Monte Alba o Alba Patera, uno de los volcanes más grandes del Sistema Solar en términos de superficie y volumen.

En definitiva, relacionados o no entre ellos, Tarsis, Tharsis y Tartessos son tres nombres y dos topónimos íntimamente vínculados histórica y geográficamente con la provincia de Huelva y que une a su vez a esta con Marte, el planeta rojo.