‘La Cubanía’, un nuevo nexo de unión entre Huelva y Cuba

M. P. D. ‘La Cubanía’ es un grupo de Huelva dedicado a la música cubana, que se ha convertido en un nuevo nexo de unión entre ambos lugares. Un proyecto creado y dirigido por Carlos Barranco Molina, un onubense que ha estado desde siempre relacionado con la música en proyectos como la Tuna del Colegio Menor Sta. Mª. de la Rábida, la Tuna de ICADE de Madrid, el Grupo folk Santa María de la Rábida -germen del posterior Jarcha- o el Coro Lírico de Huelva, entre otros. Un recorrido que cuando cumplió los cuarenta derivó en el descubrimiento personal del bolero cubano, lo que le hizo convertirse en un seguidor incondicional de ‘Los Sabandeños’. A partir de ahí, Barranco viajó a Canarias, compartiendo muchos momentos con los grupos de aficionados de las islas.

Fue así como surgió el sueño, junto a Juan Romero -el niño-cantor-, de viajar a Cuba para perderse por las calles de La Habana con los grupos de habaneros que cantan y tocan de manera espontánea, con sus guitarras, maracas y güiros. “Pensé que solo sería un sueño, pero…,  se hizo realidad. Fue con motivo del Congreso Internacional en La Habana, donde participé con mi grupo de investigación de la Universidad de Huelva, aunque el niño cantor se quedara en tierra”, nos explica Carlos.

Ese viaje –según añade- “fue el punto de inflexión. Lo tuve claro. Había que formar un grupo como fuera. Como miembro de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería, lo intenté, pero la convocatoria no tuvo éxito. Parece como si los alumnos solo pensaran en estudiar, idea ingenua y  aberrante por mi parte, por supuesto.  Desalentado, pensé en tirar la toalla, pero me fueron llegando noticias de gente que le gustaba la música y cantar; aunque no eran jóvenes, sino “adultos” que sobrepasamos casi todos los 45 años. Tres, siete, diez, y hasta diecinueve llegó a ser en número de miembros que actualmente lo componen”.

Un proyecto que hoy está plenamente consolidado, tal y como Carlos Barranco nos cuenta en esta entrevista en la que nos presenta a ‘La Cubanía’.

-Carlos, ¿por qué esa fascinación por Cuba?
-¿Que tiene Cuba, musicalmente hablando, que no tenga otro país americano? Realmente, hay otros muchos países que no tienen mucho que envidiar al folclore musical de Cuba, pero los lazos que nos une con ellos quizá sean mas sólidos que con otros, comenzando porque nuestros ancestros onubenses fueron los primeros europeos que pisaron esas islas.

Supongo, sin temor a equivocarme, que si sintonizáramos a la vez todas las emisoras de radio de España, seguro que en un porcentaje considerable estaría sonando alguna canción cubana. Colombia, Venezuela tienen un folclore riquísimo, pero nos decantamos por Cuba por este lazo de unión y por ser La cuna del son.

-¿Cuál es la relación de Cuba y Huelva?
-La relación más directa es el encuentro entre nuestros paisanos y los habitantes de las islas hace 522 años. Relación que continúa actualmente. Es prácticamente igual a la relación de Cuba con Cádiz o con Sevilla, quizá por ser puertos de salida al Atlántico. Además, se podría relacionar como lo hace la letra de Antonio Burgos ‘La Habana es Cádiz con más negritos, Cádiz es La Habana con más salero’. En Cuba hay una considerable población de originarios y descendientes onubenses, y en Huelva existe a su vez una población de cubanos. La relación también se ha formalizado, entre ambos pueblos, con el matrimonio.

-¿Quiénes son los componentes de ‘La Cubanía’?
-En total somos 9 mujeres y 10 hombres de diferente procedencia geográfica y laboral. La mayoría de Huelva capital, pero también algunos proceden de pueblos de la provincia. Amas de casa, funcionarios, enfermeros y profesionales libres, todos con amplio recorrido musical por coros y agrupaciones onubenses, siempre como aficionados. El nexo común es el gusto por este tipo de canción.

-¿Qué acogida está teniendo el grupo?
-Estamos en un primer periodo. Llevamos funcionando escasamente un año. Ensayamos en el Colegio Mayor San Pablo, que nos cede sus instalaciones. Por ahora, hemos actuado en la residencia de Mayores de La Dehesa Golf, en el Mirador del Conquero (Mandala) y en los jardines de verano de la discoteca Lux de Huelva.
Inicialmente, nos parecía una osadía interpretar canciones del otro lado del charco, especialmente cuando tuviéramos público cubano. A pesar de esta temeridad, nos planteamos que nuestra existencia como grupo se debía exclusivamente al gusto por cantar, y por tanto, nos tiramos al agua. Es cierto que tenemos que pulir algunos aspectos, los cuales se trabajan con el tiempo a base de ensayos, pero el público que ha seguido nuestra trayectoria, tiene una crítica positiva del camino recorrido.

-¿Vuestras próximas actuaciones?
-Tenemos para este invierno previstas actuaciones sin especificar fechas, como la Prisión de Huelva, El Hogar de Mora Claros, El Concurso de Villancicos del Gran Teatro…, y encuentros y certámenes de coros en la provincia de Huelva.

-Y ¿vuestras expectativas?
-A esta pregunta, y como director y responsable, la respuesta es calidad; ahora es lo único que me preocupa. Se encuentran en un segundo plano las actuaciones y la notoriedad, pero en el primero está la Calidad y divertirnos cantando, pues eso hará que los demás aspectos pasen a tener más importancia.

-¿Están acostumbrados los onubenses a los sonidos cubanos?
-Los onubenses sí están acostumbrados a la música cubana -Antonio Machín, Celia Cruz, Lucrecia, Pablo Milanés, Carlos Puebla (Y en eso llegó Fidel) son un ejemplo de ello-  e, incluso, a cantarlas, pero a la hora de acompañarlos con música ya es otro “cantar”. Los onubenses, en general, no están acostumbrados a tocar e interpretar música cubana. En la agrupación es una lucha, incluso en algunos de nuestros músicos, que suelen derivar instintivamente a la rumba andaluza, que aunque son ritmos parecidos, no son iguales. Y en ese sutil matiz, está la diferencia.

Que no estén acostumbrados, no significa que no les guste. Todos estamos más que habituados a escuchar -de pequeños y en la actualidad- canciones como ‘El Son de la Loma’, ‘Moliendo café’, ‘Lágrimas negras’, ‘Cartagenera’, etcétera.

-Pues, ¿presentamos ‘La Cubanía’ a los onubenses?
-Sé que es, musicalmente más correcto, el reivindicar que no debemos abandonar el flamenco y que no olvidemos nuestras raíces, y eso debe ser así. Pero lo que yo propongo no es abandonar nuestros cantes, sino añadir a nuestro acervo musical este tipo de canción. Que escuchen música tradicional sudamericana en particular y cubana en general. Que escuchen boleros, sones, Cha cha chá…
Para comprender la espléndida actual música cubana y la “Nueva trova”, es necesario haber escuchado la tradicional “Vieja trova” y los numerosos grupos que interpretan estas canciones, ya clásicas. Este último estilo, junto con el folclore canario, es precisamente el que principalmente cantamos. Que escuchen y se bajen canciones del Trío Matamoros, Compay Segundo, Pablo Milanés, Ibrahin Ferrer, Omara Portuondo, Polo Montañez y cualquier grupo de música canaria. En resumen, una música más cercana a nuestras raíces.

-Carlos, ¿unas palabras para finalizar?
-Por último deciros que la única pretensión que tenemos es la de cantar y pasarlo bien; esto es lo que ahora se llama terapia musical. No somos un grupo formal, ni profesional, aunque a veces nos convertimos en niños de 50 años, capaces de hacer, piruetas y levantar el vuelo, como ‘Juan Golondrina’. Si me lo permites, quisiera agradecer desde aquí la disposición del director del Colegio Mayor San Pablo, Domingo Carvajal Gómez, al ofrecernos desinteresadamente sus instalaciones para los ensayos.
Acabo dejando unos versos del gran cantor guajiro cubano Polo Montañez:

“Te voy a hacer un bolero, si llega la inspiración
Para decir que te quiero en Do Re Mi Fa y Sol
Voy a robarme una estrella, te la voy a regalar
Para que veas en ella toda la felicidad.”