Paula Crespo. Solo con ver a José Miguel Torres, o “Torres” como todo el mundo le llama y a él le gusta que le conozcan, es más que evidente que nació para la comedia. A los ocho años ya hacía teatro y en la adolescencia se dio cuenta de que no quería ser otra cosa que no fuera actor. De hecho trabajó como administrativo para pagarse los estudios en la Escuela de Artes Escénicas de Sevilla, pero mientras trabajaba “sabía que iba a dejar de ser administrativo. Lo mío es vivir del cuento”.
Lo que hace especial a este actor onubense es que en sus actuaciones, en los espectáculos de teatro y cuentacuentos ‘Les buffons du Roi’, no se transforma, nunca deja de ser él: “lo que hago no es más que una extensión de mí mismo. El humor forma parte de mi día a día. Soy igual aquí que encima de un escenario en pleno show”, reconoce.
Fascinado por los bufones, los primeros comediantes de la corte francesa, siempre quiso ponerle un nombre relacionado con ellos a los grupos de teatro en los que participó cuando era alumno del Colegio Molière y del IES Diego Guzmán de Quesada. Allí creó y formó parte de los grupos de teatro “Magdalena Bella Easo” y “Teatro El Femenino”. Tampoco en la mili, que hizo con 24 años, pudo reprimir su pasión por la interpretación y la comedia.
“Una vez que fui libre pude crear ‘Les Buffons du Roi’, le puse así para diferenciarlo de Les Buffons, una compañía de teatro que ahora está inactiva”, explica Torres, que ha orientado su carrera y su vida al género del cuentacuentos: “rara vez hago teatro. alguna vez en Sevilla, pero prefiero el cuentacuentos, que es un género teatral en el que conviven la comedia, la música y la participación. En esos tres pilares está basado mi espectáculo que en realidad no es exclusivamente para niños. De hecho, algunos no se enteran, pero les viene muy bien ir acostumbrándose a las actuaciones”.
Sobre sus espectáculos, que ya le han hecho archiconocido en Huelva y Sevilla, explica que son exactamente “relatos de humor con temas musicales de todo tipo, hasta las Spice Girls. Es el show ideal para un público familiar, no en el sentido religioso, por ejemplo profesores y alumnos porque intento tratar temas que de los que se desprenden determinados valores educativos que pueden ir desde la coeducación, la igualdad de género hasta las redes sociales. Todo de forma muy festiva y participativa. Fomentar la alegría y que todos nos lo pasemos bien, a través de la inteligencia emocional esa es mi ambición”.
Muchas son las anécdotas que guarda Torres en su memoria de todas las actuaciones que ha realizado desde que comenzó con ‘Les buffons du Roi’, pero hay una que recuerda con cariño y que es especialmente conmovedora: “en uno de los espectáculos que hice había una niña autista. Su padre me pidió que por favor no la sacara. A mitad del cuento la miré y estaba sonriendo, entonces decidí sacarla y se lo pasó en grande. El padre me dio las gracias y me dijo que era la primera vez en 14 años que veía a su hija sonreír«.
Detrás de este carismático «bufón» onubense se esconde una persona humilde y feliz con su vida: «Soy un tipo afortunado por poder vivir del cuento. Como dice Wyoming, yo actúo para no trabajar. Cuando realmente amas lo que haces no hay trabajo, no existe el esfuerzo y eso me pasa a mí. Yo nunca miro el reloj en mis actuaciones. Si estoy a gusto y el público se lo está pasando bien y sobre todo, si no me tengo que ir a otro sitio, no me importa para nada estar más tiempo.
Torres es un actor cómico muy sencillo y reconoce que para actuar solo necesita «una toma de luz para el equipo de sonido. Lo demás lo pongo yo todo porque no me gusta molestar a nadie. Mi trabajo consiste en llegar temprano para montar, actuar, recoger e irme de puntillas, sin causar problemas a la organización«.
Así es José Miguel Torres, Torres o Les buffons du roi, un tipo simpático, que contagia positivismo y que vive regalando su arte, sus cuentos y su alegría.