HBN. Uno de los principales atractivos de la provincia de Huelva es sin lugar a dudas su rico patrimonio natural. Aunque Doñana es la joya de la corona de una red conformada por un total de 24 espacios naturales, existen varios paraísos que a su vez contienen otros de menor dimensión y más desconocidos, pero que merece la pena reseñar por lo que representan como reservas naturales, no solo en el ámbito provincial y regional, sino también en el nacional e incluso en el europeo.
Es el caso de Marismas del Odiel, declarada paraje natural tal día como hoy –19 de octubre para el lector- de 1984. En esa misma declaración se recoge la denominación de reserva integral para otros dos regalos de la naturaleza como son la isla de Enmedio y la Marisma del Burro.
Huelva Buenas Noticias ha querido recordar esta efemérides y dar a conocer algo más de este último refugio natural que comparten los términos municipales de Huelva y Gibraleón.
La Marisma del Burro se encuentra localizada en la zona más meridional del Paraje Natural de Marismas del Odiel, por lo que es considerada también Reserva de la Biosfera. Son 597 hectáreas de marisma mareal ubicada en la confluencia del río Odiel con el caño del Burro Chico y el estero Carlota con los ecosistemas mejor conservados de las marismas, junto con la Reserva Natural de la Isla de Enmedio.
Dada su estrecha vinculación con el mar, algo que caracteriza a esta reserva natural es que está continuamente inundada y sometida a las oscilaciones de la marea. Esto provoca un alto nivel de salinidad, pese de que recibe aportes de agua continental. Su agua aparece turbia debido a la suspensión de sedimientos arcillosos, procedentes de los arrastres del río Odiel.
Este sedimento es una mezcla de arcilla y limo con algo de arena y cierta cantidad de grava, pero los primeros constituyen la fraccio?n mayoritaria, algo habitual en los sedimentos de las marismas.
El Convenio Ramsar incluye desde 1989 la Marisma del Burro como humedal y ha sido declarada Zona Zepa (1987), además de estar propuesta como Lugar de Interés Comunitario (LIC). Y es que en este refugio de casi 600 hectáreas es más que notable y variada la existencia de flora y de fauna.
En este sentido destaca la avifauna, en la que la espátula es la especie más representativa. La Marisma del Burro alberga una colonia de cría que supone el 30 por ciento de la población de este ave existente en Europa.
La garza real -que nidifica directamente sobre la vegetación del suelo- y la imperial, la cigüeña, el morito, la grulla, la garceta, y rapaces como el águila pescadora y el aguilucho lagunero también habitan en este espacio de la marisma onubense.
También es el hábitat de diversas poblaciones de una especie endémica de mariposa de las marismas de la provincia de Huelva que se encuentra en vías de extinción, la Malacosoma laurae.
En lo que respecta a los mami?feros en la Marisma del Burro se produce la presencia ocasional de lince, la gineta, el zorro, el tejo?n, la nutria, la liebre y el conejo.
En cuanto a la vegetación, las más abundantes en esta zona mitad onubense, mitad olontense son los tarajes, la sabina negra, la jara, el lentisco, la coscoja, los almajos e incluso el pino piñonero. En las zonas más cercanas al litoral aparecen especies características por su salinidad, como son la borraza y la alacranera de las marismas, mientras que en la periferia se encuentra una vegetación palustre de juncos y espadañas.
Este espacio, entre Huelva y Gibraleón, que ofrece un paisaje único, compuesto por pequeñas dársenas y playas, así como lagunas interiores de aguas saladas, es visitable circulando por las vías marcadas y su acceso desde la capital onubense se realiza por la carretera N-431.