Redacción. El Simpecado de la Hermandad del Rocío de la Palma ha hecho su entrada este domingo, 10 de marzo, en la parroquia de la Asunción de Almonte, templo que acoge, en este año tan especial de traslado y jubileo, a la Virgen del Rocío, arropado por una multitud de aplausos.
Era el preámbulo de los instantes más importantes de la peregrinación que la hermandad palmerina ha protagonizado para postrarse a los pies de la Blanca Paloma, tras recorrer a pie el camino que separa la ermita del Cristo de la parroquia almonteña.
La llegada a la iglesia de la multitudinaria comitiva se produjo justo a las 12 horas, acompañada de la flauta y el tamboril que anunciaron ante la puerta principal de la parroquia la proximidad de los peregrinos de La Palma. Al frente de ellos estaban los integrantes de su junta directiva, con su presidente, Enrique Martín Cera, a la cabeza, acompañados del primer teniente de alcalde, Manuel García Félix, y de la concejal de Festejos y Turismo, Rosa Arteaga, y de un incondicional de la hermandad, el coronel de la Guardia Civil de Huelva, José Antonio Hurtado, entre otras personalidades.
La peregrinación de La Palma, a la que este año se han sumado la hermandad madrileña de Hortaleza y la Hermandad Valenciana de Cultos, tiene un significado muy particular por ser la hermandad que puso en marcha en el año 1948 las Peregrinaciones Extraordinarias que se realizan a El Rocío al margen de la romería. Además, es la segunda en antigüedad y la decana de las hermandades filiales de la provincia de Huelva.
La eucaristía ha estado rodeada en todo momento de gran solemnidad. Ha sido presidida por el párroco de la iglesia de San Juan Bautista de La Palma, Francisco José Martín Sirgo, y por el párroco de Almonte. Poco antes de finalizar la ceremonia religiosa, y tras la lectura del secretario de la hermandad de los documentos correspondientes, tuvo lugar el relevo de hermano mayor. Esa responsabilidad, que incluye la organización de la romería de 2013, recae desde este domingo en María Teresa Martínez Ogazón. La designación fue recibida con una gran ovación.