Enrique Castellano. La historia viva del vestir onubense

Enrique Castellano.
Enrique Castellano.
Enrique Castellano.
Enrique Castellano.

Miguel Ángel Velasco. Nació en la provincia de Huelva, pues hasta los nueve años no residió de forma estable en la capital, en la populosa Isla Chica, en concreto. El trabajo de su padre, Gonzalo Castellano Ortiz, natural de Calañas, como director de la línea Huelva-Zafra de RENFE, hizo que la familia se desplazara por diferentes puntos del mapa ferroviario provincial, como Valdelamusa o San Juan del Puerto, entre muchos otros. Curiosidades de la vida hicieron que Enrique, después de cursar los estudios primarios con su tía Isabel, maestra de profesión y en el colegio Tartessos, se topó en este centro con un sacerdote que le habló sobre la vida clerical y todo su credo. De tal forma que Enrique, apoyado por sus padres, estamos en la España de finales de los cincuenta y principio de los sesenta, decide cursar sus estudios académicos en el Seminario de Huelva. De aquella época, según dice, menos a estudiar, aprendió mucho. El comportamiento, el trato con los demás, respetar a las personas y su comportamientos y modales. Cualidades estas que ha intentado y conseguido mantener como reglas o puntales esenciales en el transcurrir de su vida.

“Con una sola mano cogió una pañoleta y con un movimiento de ella hizo una flor”, estas palabras son un recuerdo emocionado a uno de sus grandes maestros dentro del escaparatísmo de Huelva, a Paco Contioso. Y, a la vez, a su vocación por naturaleza, el escaparte como referencia de una buena tienda. Un encargado suyo en Confecciones Varón, el Sr. Garrido,   le enseñó a desmontar y montar una tienda y cuando a los veintidós años le nombraron Encargado general de todos los establecimientos de la cadena puso en práctica, entre otras  muchas cosas, su idea sobre la importancia de un escaparate bien montado es esencial para la vida comercial. En Superdescuentos, también de la cadena, solía reunir a todos los encargados de los demás establecimientos con la idea de coordinar esfuerzos y unificar criterios. Una nueva técnica o método de implicación en aquella Huelva de los setenta. Mantener viva y renovada la ilusión en el trabajo y ampliadas las metas a conseguir. Aparte de intentar involucrar a todos ellos, no sólo en el devenir de sus respectivas tiendas, sino en Arcos que era su Empresa. Muchos métodos, tácticas profesionales comerciales nuevas, sugerentes y, por supuesto innovadoras, para aquellos sesenta y setenta que corrían por la un tanto perdida Huelva.


Festival de Cine de Huelva

Por todo ello, cuando sobre los noventa del pasado siglo, Abelardo Arcos, ese hombre al que en dos ocasiones le había dicho no a una subida de sueldo hasta que le pudiera demostrar su valía, y que durante tanto tiempo le había depositado su confianza, no dudó ni un instante en hacerle encargado del centro comercial Fantasios, en el pasaje del cine del mismo nombre,  cuando por avatares de la vida tuvo que cerrar todas las demás tiendas de la ciudad y la provincia.

“Fueron siete años muy intensos. Tuvimos que readaptarnos todos a las nuevas circunstancias y a una panorámica un tanto difícil. Los primeros seis años los puedo calificar de muy buenos. Le dimos una vida increíble a la Isla Chica e hicimos a mucha gente del centro  desplazarse hasta allí para realizar sus compras. Sin embargo, al séptimo años las cosas se torcieron y hubo de cerrar”, asegura Enrique.


Puerto de Huelva

– ¿Qué hiciste entonces, Enrique?

– Pues que D. Abelardo me propuso crear una sociedad con él pero yo no vi nada claro aquél asunto y llegamos a la conclusión de que lo mejor para todos era dar por finiquitada aquella relación laboral. Como no había dinero se nos pagó en especie y como indemnización nos quedamos gran parte de las mercancías existentes.  Y con dos compañeros más seguimos el negocio. Todo marchó perfectamente hasta la llegada del euro. No supimos adaptarnos. Pagábamos todo al contado y nos encontramos en un momento sin liquidez. A pesar de estas circunstancias negativas pudimos mantenerla abierta durante tres años. Al final tuvimos que hacer una liquidación total grandísima para poder salvar la nave y tapar los agujeros y nos encontramos, de pronto, después de tantos años, en la calle.

– Duro panorama para una persona como tú acostumbrado a esta vida…

– Imagínate. Afortunadamente creo que tenía un nombre y una clientela propia y enseguida me llamó Manolo Santamaría para que trabajase con él en su tienda de la calle Rascón. Y allí he estado durante diez años.

La tienda Sermana está ubicada en la calle Rábida.
La tienda Sermana está ubicada en la calle Rábida.

– Y la vida nos devuelva a Enrique Castellano al frente de una nueva tienda, en una de sus calles favoritas de Huelva, la calle Rábida, y con el hombre como objetivo de sus ventas. ¿Por qué Serma ahora, Enrique?

– Porque me siento joven y con muchas ideas que ofrecer al público onubense. Tengo la posibilidad de hacer algo propio, sin ideas ajenas preestablecidas. Por fortuna, cuando menos me lo esperaba, en verdad, se me cruzó en el camino la persona de Sergio García al que pronto consideré como un hombre íntegro, educado, honrado y charlamos largamente del asunto, pues él venía con la idea de afincarse en Huelva e invertir en ella. Le gustó enseguida los proyectos que acumulaba y me dio manos libres para hacer este maravilloso proyecto según mi criterio y entender, sin interferencias de ningún tipo.

– Y ahí está Serma…

– Efectivamente. Serma como nombre comercial también fue idea mía. Se trata de un acrónimo del nombre de Sergio- Ser- y el de mi hija y compañera de Sergio, Ana María. Y nace como vocación de vestir al hombre onubense, como una tienda amiga, que viene a cubrir un espacio bastante deficitario en el sector de la moda de Huelva como es la moda masculina. En esta ciudad tenemos muchas tiendas de señoras y chicas, pero contadísimas son las que puede ofrecer al hombre vestir con cierta garantía sin necesidad de tener que acudir a otros establecimientos fuera de nuestra localidad. Seremos la tienda de toda Huelva.

– ¿Qué tiene Serma que no tenga otras tiendas?

– Mira en este sector todo está inventado. La imaginación puede dar o tener un resultado a corto plazo e, igualmente, morir también a corto plazo. Lo que no fenece y siempre pervive es la calidad y el trato exquisito al público, a tu público que son, en definitiva, tus amigos. Con Serma pretendo mezclar la moda joven con la clásica. Va a ser una tienda en la que tanto los jóvenes podrán encontrar todas las tendencias actuales como lo más mayores los trajes o vestimentas más clásicas y sobrias. En sport tenemos una grandísima variedad de chaquetas, chalecos, una camisería increíble en variedad y colorido, fulares de ensueños y todos los complementos propios para el buen vestir de estas prendas.

– Parece que el onubense tiende cada vez más a seguir el pulso de las tendencias, en cuanto moda se refiere. Ir más al día.

– Sin lugar a dudas. Es inimaginable la evolución del onubense con respecto con la moda. Cuando empecé en este mundo, allá por los sesenta, el traje era como un uniforme para funcionarios. Muchos eran de confección y de una calidad baja que sólo servían para cubrir el expediente, desde el punto de vista estético. Cierto es que también existían buenos trajes y grandes sastres, las sastrerías estaban en boga, pero era ya para un público con mayor poder adquisitivo. En definitiva era una línea muy continuista y sobria, muy pobre en colores. Hoy en día, sin embargo, todo es diferente.  Vestimos,  mucho y bien, de forma consustancial a nuestro carácter. Los colores abundan porque el color de nuestra tierra así nos lo requiere. No queremos corbatas oscuras, buscamos otras más alegres y acordes con nuestro carácter. Otro ejemplo del cambio en la forma de vestir, es el foulard. Hace unos años era impensable ver por la ciudad a los hombres portando esta prenda y, sin embargo, en el día de hoy, se han convertido en un complemento esencial en el vestir y lo saben llevar a las mil maravillas. La tendencia en el hombre es vestir cada día mayor y eso lo podemos ver en los casos de nuestros padres. Antes con sesenta años vestían de forma lúgubre y parecían mayores; hoy, a esa edad, nos puedes ver con vaqueros y camisas o chaquetas de sport, de atrevidas y juveniles formas, sin perder su personalidad, y aparentar mucha más jovialidad.

– Llegó a la conclusión de que tu público es heterogéneo.

– Nuestro público, como en las películas, es de todas la edades, sin distinción alguna. Y aquí, en nuestra tienda en Serma, van a venir todos los onubenses, desde el Alcalde hasta la persona el más desconocido de ellos. Huelva nos conoce, hace muchos años que nos tratamos, y estoy convencido de que van a responder. Pero no ya solo por mi persona, por Enrique Castellano, sino porque el lema de Serma es dar calidad y precio. Y otra cosa fundamental, dar amistad. Y no es un slogan baladí. No. Pretendo, y esa es mi ilusión, que la gente, el público, los amigos vengan, contemplen y analicen lo que les ofrecemos, no ya para comprar en sí, sino para verme y para darme una respuesta analítica de qué y cómo le parece la tienda y la existencia, qué cosas pueden ser mejoradas o cuales de ellas son aprobadas. Su opinión es tan o más importante que la nuestra. Pues, en definitiva, es la suya, su opinión, la que va a hacer que vuelvan a venir, se sientan implicados en el proyecto, y la miren, a Serma, como algo propio y suyo.

Socios de Serma, nueva tienda de moda masculina en Huelva.
Socios de Serma, nueva tienda de moda masculina en Huelva.

– Por último, Enrique, me imagino que con Serma tus proyectos han llegado a meta.

– ¿Fin del trayecto? Jamás, imposible, mi cabeza no para, siempre está fabricando ideas. Una tienda, como un hijo, no solamente es parirla, es darle vida, acomodarla a los tiempos y mantenerla fresca en todo momento. Por todo ello, pienso realizar en su interior desfiles de moda masculina, exposiciones de cuadros o fotografías y todo aquello relacionado con el mundo de la cultura y del Arte a la que es tan aficionado el onubense. Deseo convertir Serma en un foro de la moda y la cultura, en un centro abierto a cualquier tipo de eventos socio-cultural. Que sea una tienda abierta a todos los onubenses, vengan o no a comprar.  Y quisiera terminar esta entrevista subrayando un deseo. El deseo de que nos llevemos bien entre todos porque Serma es una empresa familiar y que sean mis nietas las que en un futuro tiren del carro de ella, pues significaría que tanto Sergio como Enrique lo han hecho bien. Que este, en fin, sea el comienzo de una rama familiar en el sector de la moda del hombre en Huelva.

2 comentarios en «Enrique Castellano. La historia viva del vestir onubense»

  1. Enrique te deseo lo mejor en tu nueva andadura, quiero felicitarte y decirte que somos nosotros quienes nos beneficiamos con tu presencia,profesionalidad y sabiduria, tienes la ilusion de un joven y la sapiencia de un adulto, el comercio de huelva gana contigo, suerte para ti y toda tu familia que te apoya.

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