Redacción. La directora general de Espacios Naturales y Participación Ciudadana, Esperanza Perea, ha participado hoy en el Cerro de los Ánsares, la mayor duna móvil del Espacio Natural de Doñana, en una recogida de perdigones de plomo, para evitar que puedan ser ingeridos por los gansos que cada invierno llegan a este enclave natural, procedentes del norte de Europa. La iniciativa, que se celebra con motivo del II Día de la Red Natura 2000, ha sido organizada por SEO/BirdLife y la agencia de noticias EFE.
En el transcurso del acto, la directora ha destacado la importancia que tiene este tipo de actuaciones para preservar la rica biodiversidad de Doñana, cuyos valores excepcionales lo convierten en un referente entre todos los enclaves protegidos. Además, ha resaltado la colaboración de los voluntarios ambientales y ciudadanía en general en las tareas de conservación que desarrolla la Junta en este espacio natural.
El plomo depositado en el Cerro de los Ánsares supone un grave problema de conservación de esta ave acuática, ya que muchas se lo tragan confundiéndolo con las piedrecitas que necesitan para favorecer su alimentación, provocándoles de esta manera la muerte por plumbismo. Además, el plomo se bioacumula, permaneciendo en el cuerpo del ganso tras su muerte y pasando a formar parte de la cadena trófica, de forma que puede llegar a afectar a aves carroñeras y a grandes predadores, como el águila imperial.