I.L.G. Septiembre es el mes del vino y en muchos municipios de la provincia de Huelva, durante estos días, se afanan en la colecta de la vid y la producción del caldo que caracteriza a la zona del condado. Bollullos del Condado, La Palma, Chucena, Rociana, Villalba del Alcor, Manzanilla, Moguer, Almonte, Beas, Bonares, Niebla, Trigueros y Villarrasa, son algunos de los pueblos del Condado onubense en los que se elabora y produce el vino. La naturaleza de sus tierras y su clima han dotado al suelo de la comarca de unas condiciones especiales para el cultivo de la uva, una uva
específica con Denominación de Origen y que han hecho que los caldos producidos en la comarca salgan de nuestras fronteras, enriqueciendo el paladar de gourmets y aficionados al vino de toda la nación.
La producción, elaboración y exportación del vino en el Condado se remonta a siglos pasados.
Aunque el origen del cultivo de la uva en la comarca hay que fecharlo en el siglo XIV, si bien existen legendarias referencias de los intercambios llevados a cabo entre los Tartessos y los griegos, de partidas enviadas a Roma y de la
tolerancia de los musulmanes con el cultivo y elaboración del vino.
Ya en el siglo XIV, los vinos del Condado llegaron a Sevilla y en el siglo XV, desde los puertos de Palos y de Moguer, llegan hasta Inglaterra y Países Bajos. En esta época, años del Descubrimiento, los vinos llegaron a las indias, según manuscritos, en las embarcaciones de Colón y gracias a los marineros que le acompañaron en su viaje, por lo que probablemente sería vino de Moguer.
De igual forma, la comercialización del vino del, por aquel entonces, Condado de Niebla se extendió por toda Europa llegando incluso a Francia, que a pesar de ser un importante productor de vinos, encontró en los caldos onubenses un sabor e interés especial.
Así, los sabores del Condado onubense han dado la vuelta al mundo y ha llegado incluso a nuestra la literatura. El Nobel Juan Ramón Jiménez ha sido embajador y máximo expositor de las virtudes de los vinos onubenses.
“Es como si el sol se donara en líquida hermosura”, Juan Ramón Jiménez.
Hasta nuestros días
La exportación del vino onubense ha continuado durante siglos y la producción del vino ha ido creciendo y experimentándose hasta nuestros
días. En 1933 se instituyó la D.O., seguida por la de Vinagre en julio de 2002 y la Denominación de Origen andaluza ‘Vino Naranja del Condado de Huelva’, en julio de 2011.
En sus últimos años, las Denominaciones de Origen Condado de Huelva han evolucionado de manera positiva a través de promociones en ferias gastronómicas y vinícolas de todo el mundo.
Los vinos, vinagres y vinos naranja de la comarca onubense se exportan a naciones de la Unión Europea como Reino Unido, Holanda, Bélgica, Francia, etc., así como a países iberoamericanos, sobre todo del cono sur, a Estados Unidos, países bálticos y un largo etcétera.
Desde el Consejo Regulardor se está trabajando para que los caldos onubenses sigan alcanzando fama tanto fuera como dentro de la provincia onubense. Por eso, sus trabajos
lo llevan a establecer una estrecha relación entre el vino y el turismo, de forma que los caldos del Condado sean una pieza clave en el turismo gastronómico llegando a formar una pieza fundamental en la oferta de ocio de Huelva.
Otro elemento de gran importancia y relacionada con la exportación del vino es la participación en ferias a nivel internacional. Cada vez más es más demandada la presencia de bodegas del condado en las ferias y citas gastronómicas que se reparten por todo el mundo.
Un producto estrella de Huelva que conforma el mapa de los productos gastronómicos que se generan en la provincia de Huelva. Ya nuestros antepasados vislumbraron la exquisitez de su sabor y vieron una oportunidad de negocios igual a la de nuestros días, ya que los vinos blancos, dulces y olorosos de las bodegas del Condado de Huelva continúan creciendo y exportándose por todo el mundo.
1 comentario en «El vino onubense, el tesoro del Condado»
No eran vinos de Moguer, según historiadores y ciertas publicaciones en revistas, los primeros vinos que salieron para América cuando el descubrimiento fueron de mi pueblo Villalba del Alcor y en concreto de una bodega (hoy cerrada) de mi propiedad, por lo que el edificio lo tengo protegido y catalogado.