Paula Crespo. El puntaumbrieño José María Beltrán es un hombre de retos, de hazañas deportivas. Si el año pasado -2013 para el lector-, por estas mismas fechas les contábamos que acababa de recorrer España de norte a sur en su bicicleta, haciendo el Camino de Santiago desde su Punta Umbría natal, este verano se ha propuesto repetir hazaña realizando la travesía más dura que existe en la península ibérica: la Transpirenaica en apenas diez días.
Completamente solo y con 12 kilos de peso en su mochila recorrerá los 1.000 kilómetros que separan el mar Mediterráneo del mar Cantábrico a través de los Pirineos uniendo las localidades de Llançà e Irún y cumpliendo con el ritual de bañarse en el Mediterráneo, recoger agua de allí y llevarla hasta el Cantábrico. Todo ello con más de 30.000 metros acumulados de desnivel positivo.
HBN ha hablado con José María, Puntiti como le conocen cariñosamente, durante su segunda etapa en Planoles, en pleno pirineo catalán, para conocer de primera mano sus impresiones y sus motivaciones. De sus palabras se deduce que es un hombre apasionado, entusiasta y muy positivo, que ha encontrado la felicidad pedaleando.
– Un año después del Camino de Santiago y ya estás en medio de otro gran reto, ¿cómo surge la idea de realizar esta travesía?
– Así es, pero esta si que es una prueba seria. Fue precisamente hablando con un compañero durante el Camino de Santiago. Me comentó que venía de hacer la transpirenaica y me entró el gusanillo. Esta es la ruta más dura que se puede hacer en toda la Península Ibérica. Son 1.000 kilómetros, 30.000 metros de desniveles, 2.000 metros de altitud, es serio.
– ¿En cuánto tiempo te has propuesto realizarla?
– La ruta original, tal como la publicó el que la ideó que fue Jordi Laparra a principios de los 90, está concebida para realizarse en 16 días. Yo de momento llevo dos y he cubierto el equivalente a cuatro etapas, así que calculo que si me respetan los problemas mecánicos y no ocurre nada puedo hacerla en unos 10 días.
– Un esfuerzo físico de esta magnitud requerirá de una preparación previa especial…
– Yo no me he preparado específicamente para esta prueba en concreto porque ya en mi día a día realizo entrenamientos, corro maratones y compito en el circuito provincial de BTT (mountain bike). Llevo 20 años montando en bici casi a diario, así que mi preparación viene de años atrás. Cuando hice la TrasAndalus o la Ecovía no podía haber hecho esto. Esto es lo máximo.
– ¿Qué es lo que verdaderamente te motiva a llevar a cabo este reto?
– Esto es lo que me hace feliz. Las endorfinas que se liberan cuando haces ejercicio a mí se me deben multiplicar por cuatro (risas). Realmente es un sufrimiento cuando tienes que hacer una subida de 20 kilómetros, después una bajada y otra subida de 18 kilómetros, pero es el mismo sufrimiento el que te hace subir y a mí me hace feliz. Me siento muy bien pedaleando. Es mi momento de felicidad. Me gustan la bicicleta, la aventura y los retos deportivos y también disfruto estando solo en el monte.
– Estarás disfrutando de las vistas…
– ¡Y tanto! Los de los Pirineos son unos paisajes espectaculares y muy especiales. Se parecen a los de los Alpes. Estoy pasando por lugares de esos a los que sabes que volverás algún día. Y tengo claro que volveré, pero en coche para poder disfrutarlos aún más.
– Y tu familia, ¿qué opina al respecto?
– Lo llevan regular, me dicen que si estoy loco por venirme solo y recorrer los caminos perdidos del campo por la crestería de los montes, pero yo me sentí más en peligro en el AVE que aquí. De todas maneras ya están acostumbrados porque todos los años hago una ruta de este tipo solo. No voy a parar hasta que no pedalee por la Luna.
– No es un poco arriesgado realizar esta travesía sin ayuda de ningún tipo…
– La verdad es que no te deja margen de error porque estás solo y además no sabes si vas a dormir bajo techo o no cuando empiezas la etapa, así que hay que echarle un poco de valor.
– Viajas solo con una mochila, ¿dónde comes?
– Nunca tengo planeado dónde voy a comer o dormir, todo sale como venga cuando llega el momento. Durante el día no me siento a comer, me como un bocata montado en la bici, junto con frutos secos y algo dulce, ese es mi menú diurno. Siempre sin dejar de pedalear. Para la cena sí que me siento y es la gran comida del día. En la mochila llevo una muda, otras mallas y un polar y las herramientas, así que cuando llego al hotel me toca lavar la ropa.
– ¿Cómo superas los momentos de bajón?
– Con los ánimos de la familia y los amigos, los comentarios que me dejan a través de Facebook cuando como o ceno repaso lo que me han dicho unos y otros y eso me da fuerzas. En los momentos de bajonazo, que los hay, recuerdo los comentarios de unos y otros y eso me da fuerzas para seguir pedaleando.
– ¿Hay vida después de la Transpirenaica?
– ¡Claro! Me quedan muchas cosas por hacer aún: los Alpes, Marruecos…esta última es la que iba a hacer. Era Marruecos o la Transpirenaica, pero mi familia se mostró reticente a la primera porque era otro continente, la falta de agua…Pero la haré, me queda mucho por hacer y no me faltan la ilusión ni las ganas.
– Muchas gracias José María y mucha suerte con tu reto.
– Muchas gracias a vosotros.
1 comentario en «La travesía transpirenaica en diez días, el nuevo reto del puntaumbrieño José María Beltrán»
Ánimo,amigo,tenemos que subir éste a?o el Mulhacén y comer alguna lechuguita juntos todo el grupo, admiro tus aza?as, no te olvides de mandar noticias a la familia
que se preocupa con tus locuras, saludos de Juan desde aquí abajo