Redacción. El comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, ha anunciado que doblará los fondos disponibles en septiembre, de 30 a 60 millones de euros, para financiar la promoción de productos agroalimentarios en mercados terceros, como principal medida con la que limitar las pérdidas de los productores europeos afectados por el veto ruso.
El comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, ha dicho que no es “nada pesimista” en cuanto al futuro de las producciones europeas, porque“tendremos la posibilidad de reorientarnos” hacia nuevos mercados, si se consolida el veto de Moscú a largo plazo.
Los programas de promoción son financiados al 50% por las arcas comunitarias y los interesados, lo que en la práctica supone que las organizaciones de productores dispondrán de 120 millones de euros. Para ser elegibles, los planes deberán ser presentados antes de finales de septiembre y los aprobados se pondrán en marcha a partir de 2015.
El Ejecutivo comunitario reparte anualmente 60 millones de euros para estos programas. Los fondos que ha decidido doblar corresponden a uno de los dos tramos de 30 millones que asigna este año.
Los fondos se ofrecen para impulsar acciones de promoción de cualquier sector agrícola de la UE tanto en el mercado interior como en países terceros, pero, a la luz del castigo ruso, Bruselas dará “prioridad” en su selección a aquellos que beneficien a los sectores más perjudicados por el veto. Por ello, Ciolos ha pedido a las organizaciones que presenten programas “ambiciosos” antes de que finalice el plazo a finales de mes. “Necesitamos una reacción comunitaria”, ha advertido, para pedir el respaldo de todos los gobiernos a las medidas a escala europeo.
Rusia decidió cerrar su mercado a los alimentos de la Unión Europea este verano como represalia a las sanciones que los Veintiocho adoptaron contra Moscú por su papel en la crisis ucraniana. Esta decisión frena las exportaciones comunitarias de productos como el melocotón, la pera, la manzana, tomate y otras frutas y verduras, así como lácteos, pero no afecta a otros sectores de interés para la Unión Europea como el vino, las bebidas espirituosas y el aceite de oliva, que se siguen exportando al mercado ruso.
Los servicios de Ciolos han vigilado desde entonces la situación del mercado y el impacto de esta medida en los precios de las producciones en cada Estado miembro, pero por el momento no estima que haya “grandes problemas”, según fuentes comunitarias. Por esta razón, el comisario es partidario depotenciar la promoción como principal medida a corto y medio plazo, a la espera de ver cómo evoluciona la situación.
El comisario, además, ha abierto la puerta a la posibilidad de activar “ayudas específicas” para los subsectores más afectados por el veto, si bien ha dejado claro que el “presupuesto es limitado” por decisión de los Estados miembros y del Parlamento Europeo.
La Política Agraria Común (PAC) cuenta con una “reserva de crisis” de 423 millones para 2014 y de unos 433 millones para 2015, pero su uso está condicionado a la decisión de los gobiernos europeos.
Bruselas ya ha activado ayudas urgentes para sectores que considera vulnerables, como el del melocotón y las nectarinas que recibirán 33 millones de euros y otras producciones perecederas de temporada como eltomate, el pepino o la pera, que se repartirán 125 millones de euros para su retirada del mercado.
También ultima un apoyo de entre 10 y 20 millones de euros para elalmacenamiento privado de leche en polvo desnatada, mantequilla y queso, una medida respaldada este mismo martes por los Estados miembros.
Además, los ministros de Agricultura europeos se reunirán este viernes, 5 de septiembre para examinar los planes de la Comisión y valorar si son necesarios pasos adicionales para contrarrestar los efectos del veto ruso.
Entre las opciones sobre la mesa el viernes estarán el adelanto de ayudas directas o la asignación de subsidios específicos. Sobre este asunto, el comisario Ciolos ha dicho que “se analizará la posibilidad” de ayudas concretas con los ministros, porque “Bruselas solo puede actuar en los límites presupuestarios que los Estados miembros y el Parlamento Europeo le han dado, que es bastante limitado”.
Rusia es el segundo mayor mercado al que exportan los agricultores comunitarios y absorbe en torno al 10 % de las exportaciones de alimentos de la UE, equivalente a entre un 1 y un 3 % de la producción total europea. También afecta al 33 % de las exportaciones de queso europeo y al 28 % de mantequilla.
En el caso de España, que exporta productos agroalimentarios por valor de 572 millones de euros al mercado ruso, sus producciones afectadas son sobre todo frutas y hortalizas como el melocotón, la nectarina, los cítricos y el tomate, por un valor de unos 326 millones de euros.