Redacción. La Secretaría General de Consumo, a través de los servicios provinciales de Consumo, está procediendo a la recogida y análisis de casi un centenar de muestras de pequeños electrodomésticos de cocina y otros artículos como secadores, moldeadores, planchas y rizadores de pelo. Estas actuaciones se enmarcan en la campaña de control de calidad y seguridad de productos industriales no alimenticios que se inició el pasado mes de marzo y que se prolongará hasta diciembre próximo, periodo en el que se prevé realizar un total de 720 controles de etiquetado y 169 toma de muestras.
Las muestras se obtienen principalmente en establecimientos de precio reducido para su posterior análisis por parte de un laboratorio especializado denominado AT4 Wireless, que se ubica en el Parque Tecnológico de Andalucía. En estas instalaciones se realizarán ensayos de seguridad eléctrica de los aparatos mencionados.
El análisis de muestras complementa los controles generales que se están realizando para verificar si los productos industriales cumplen los requisitos mínimos y generales del etiquetado. Si en los controles se detectaran irregularidades que puedan afectar a la salud o seguridad de las personas consumidoras, se valorará el riesgo y, en su caso, se incluirá el producto afectado en la Red de Alerta de Productos de Consumo.
La Secretaría General de Consumo elabora cada año un plan de inspección en el que se incluyen controles de los más variados productos y sectores con el fin de garantizar y reforzar los derechos de las personas consumidoras y usuarias.
Campaña de 2013. En la campaña realizada el pasado ejercicio sobre este tipo de productos se levantaron un total de 870 actas, con un resultado del 34,25% positivas (298 actas frente a 311 en 2012). Por su parte, de un total de 201 muestras, el 49,75% (100) fueron no conformes.
Entre los defectos de etiquetado detectados, el 8,91% de los productos inspeccionados no identifica al responsable, en el 4,66% no se indica la denominación del producto y en el 5,27% no figura el etiquetado en la lengua española oficial del Estado.
Además, en productos que lo requieren, el 11,51% no indica correctamente el marcado CE y un 11,35% no presenta de forma adecuada instrucciones o advertencias de seguridad. Por último, en el 17,56% de los productos no se indica el domicilio de la empresa responsable.
Recomendaciones. La Secretaría General de Consumo recomienda, antes de adquirir un producto, leer detenidamente el etiquetado para asegurarse de que es correcto. La información debe ser visible, legible, comprensible e imborrable, además de figurar en castellano y en un lugar destacado.
Igualmente, es aconsejable no comprar material eléctrico si en el artículo o en su envase no figuran las siglas CE, así como tener especial cuidado con las advertencias de seguridad y las instrucciones de uso.
La Junta recomienda pedir siempre el ticket o factura de compra, puesto que es imprescindible para efectuar cualquier reclamación, devolución o cambio del producto. Los establecimientos están obligados a disponer de hojas de quejas y reclamaciones a disposición de las personas consumidoras, así como a informar en un cartel claramente visible de su existencia. En caso de que se produzcan daños por productos inseguros, el usuario tendrá derecho a ser indemnizado.