Mari Paz Díaz. Que en Huelva tenemos palabras propias, sólo de esta tierra, es una cuestión que todos nos damos cuenta con tan sólo cruzar las fronteras de la provincia. Sin embargo, pocas veces se ha recopilado o analizado cuál es la forma de hablar de los onubenses. Una cuestión que a partir de ahora tiene una respuesta.
Porque el historiador Gustavo Castillo Rey lleva diez años investigando este tema. El resultado es la elaboración de un ‘Palabrario del Habla de Huelva’, que hasta ahora cuenta con más de seiscientos vocablos onubenses, si bien asegura que no para de añadir nuevos términos, por lo que está constantemente actualizándolo.
Su fuente de información ha sido la gente de la calle, lo que le ha permitido recabar palabras que eran muy utilizadas en los años cincuenta y sesenta en Huelva, muchas de las cuales han dejado de utilizarse, aunque no todas. Para Gustavo Castillo Rey, «el tema no sólo tiene un interés anecdotario y curioso, sino que además es un reflejo de cómo ha cambiado Huelva a lo largo de estos años».
De su ‘Palabrario’ hemos logrado extraer algunos términos, muchos de ellos muy reconocibles. Es el caso de ‘abombao’, que el historiador asegura que no es ningún insulto, sino tan sólo la pérdida de la razón durante un instante; ‘anca’, una abreviatura de ‘a casa de’, algo muy parecido a ‘antier’ (antes de ayer) o, incluso, ‘trasantier’.
Entre las palabras que forman parte de la Huelva de antaño uno de los nombres más utilizados fue ‘El Agromán’,es decir, como los onubenses llamaban al ya desaparecido Hospital Manuel Lois de Huelva, porque se hacía referencia a la empresa constructora del edificio. Y lo mismo sucede con ‘camioneta’ o ‘La Damas’, que era como se decía al autobús.
Algo similar ocurría con ‘El Avellano’, que la gente le decía a la sede de la Policía Municipal cuando se encontraba situada en la Plaza de San Pedro, haciendo esquina con la calle San Andrés, porque en el patio del edificio había un avellano.
Es curioso que la cultura marinera de Huelva haya dado lugar a que existan muchos conceptos propios de esta tierra relacionados con el mar. Entre ellos se encuentran ‘aguamala’ (medusas), ‘barrilete’ (bocas), tapaculo (una especie de acedía pequeñas) o ‘berdigón’ (berberechos), una palabra que también se utiliza en Cádiz. Y es que Castillo Rey ha encontrado muchas similitudes entre el habla de Huelva y el de los gaditanos, pueblos entre los que se ha notado mucha influencia a la hora de expresarse.
Otros términos forman que parte de nuestra vida cotidiana son ‘búcaro’ (botijo), ‘calentitos’ (churros), ‘citrato’ (regaliz), ‘copa’ (estufa) o ‘chocho’ (altramuces).
También es curioso cómo en esta especie de diccionario aparecen muchas palabras de juegos de la infancia de los onubenses de décadas atrás, como sucede con ‘butre’, referida al juego de las bolas y que también se utiliza para cuando quieres decir que una chica te gusta; o ‘pandorga’, una cometa; ‘ziquitraque’, una tiras de cartón con un poco de explosivo que hacían saltar los niños; y, por supuesto, en el juego de los trompos, dependiendo si tenían la punta bien o no, se decía ‘rascancia’ o ‘paita’.
Y así un sinfín de palabras que nos sacan una sonrisa cuando nos damos cuenta que las hemos incorporado a nuestro vocabulario habitual para conversaciones coloquiales, aunque algunas se hayan ido perdiendo con el tiempo: ‘canoa’ (piragua), ‘gañafote’ (saltamontes), ‘gamboa’ (especie de membrillo) o ‘refino’ (mercería).
Otras cuestiones que llaman la atención del ‘Palabrario’ de Castillo Rey son las expresiones típicas de Huelva. Una de las más llamativas es la de ‘No ni ná’, tres negaciones juntas que dan como resultado una afirmación.
Y lo mismo sucede con las palabras procedentes del pasado histórico de Huelva, en el que se deja notar la presencia inglesa, como sucede con el ‘manguara’ para referirse al aguardiente, tanto en Huelva capital como el Andévalo. Algo similar a ‘Sabe más que Brijan’ en referencia a un médico inglés llamado ‘Brian’.
Aunque si hay algo característico de Huelva es ‘illo’ para referirse a alguien. «Es el equivalente a ‘mi alma’ en Sevilla, ‘picha’ en Cádiz o ‘cipote’ en Córdoba», explica el investigador.
También son interminables los vocablos referidos a peleas, riñas o coloquios entre amigos, prueba de la riqueza del lenguaje. Entre ellos podemos citar ‘un cosqui’ (golpe en la cabeza), ‘una mascá’ (un puñetazo), ‘un meco’ (golpe), ‘tragantá’ (dar un golpe con la mano abierta en el cuello), ‘zurriagazo’ (una caída) o ‘barrigazo’ (caída con un golpe en la barriga). Luego, ‘nasca’ es una interjección que utilizamos coloquialmente, ‘trola’, una mentira; y ‘una trochería’, una tontería.
Juegos y personajes de Huelva. Otra de las facetas que ha querido introducir Gustavo Castillo Rey en este trabajo de investigación se refiere a los juegos antiguos, personajes conocidos de Huelva e, incluso, motes.
Entre los muchos juegos de antaño se recogen las canicas (bolas), la ‘Estatua y Múo’, que había que quedarse quieto; ‘Chicharito la Jaba’, el ‘burro’; ‘Ladrón y Ministro’, ladrones y policías; o ‘El Teje’ de las niñas en la calle.
Por último, entre los personajes típicos de Huelva encontramos a la familia de ‘La Maína’, que era pescadera y casi siempre estaba sucia; Diego ‘El Espía’, que solía andar por la calle Concepción, al igual que ‘Penalti’ y Bizco Pardá. También estaba una mujer muy mayor que dio lugar a la expresión ‘Más vieja que la Cotaína’. En cuanto a motes se puede decir el de ‘Peón de Ajedrez’, que era un profesor de Historia del instituto.
Con todo, después de estos diez años de trabajo, la ilusión de Castillo Rey sería publicar esta investigación, ya que no sólo hace una recopilación de palabras, expresiones, personajes y juegos, sino que además explica la procedencia y el uso de las mismas. Un estudio de este profesor de la UNED que no dejará indiferente.
9 comentarios en «Un estudio recopila más de 600 vocablos típicos del habla onubense»
Donde se puede encontrar su estudio?
Esta Mari Paz no da tregua a mi curiosidad enciclopédica. Ni en verano. Ya ando con la inquietud puesta respecto a este estudio, que, de entrada, es iniciativa admirable. De momento, enhorabuena y gracias a Gustavo Castillo.
Ya diré algo cuando logre tener este prometedor trabajo en mis manos. Y ojalá lo lea mucha gente, más allá de los amantes de nuestro pasado.
Bien por Mari Paz y su criterio profesional.
Alguna, como trilla, es conocida en otras provincias. llamar a los calzoncillos bralis es genial. Pero, arvellana, chaleco sin mangas…
Que bueno Mari Paz, eres increible, muchas gracias tambien a Gustavo por su buen hacer siempre para con nuestra HUELVA.
Existe en Huelva dos expresiones:
Andalla (en una conversación como que no te lo crees) y Andapalla (vete para otro lugar) que su significado son diferentes
Soy de un pueblo del Andevalo y me gustaria hacer algunos apuntes:
Al juego de las «canicas», se le dice «bolinches».
Al «bucaro», le llamamos «piporro».
Al juego de la «lima» le llamabamos «foché».
«Marimanta», equivalente al «coco» con el que se metia miedo a los niños.
«Zajurda» o «zahurda», es una pocilga o cochinera.
«Andancio» es una enfermedad epidemica, normalmente que afecta al estomago.
«Calduche» se le llama al semen.
«Zocotroco» es alguien bruto o torpe.
y muchas mas palabras, que aqui seria largo de enumerar. En cada pueblo de Huelva hay palabras particulares del sitio, que van cayendo en desuso, lamentablemente.
La marimanta era una mujer que salía a la calle tapada pa asustar a la gente y asi los amantes podían reunirse ya que todos estaban en sus casas asustados. Está figura aparecía en los pueblos
Está incluida la palabra PERGEÑO?
Mi madre, nacida en 1905, vivió hasta los 40 años en Calañas. Posteriormente se trasladó a Huelva, dónde naci yo. Solia usar mucho la expresión «No salgas a la calle » en forgueta » refiriéndose a no salir desabrigado. No se la he vuelto a oir a nadie más