José Luis Rúa. La magia de la palabra elaborada en versos y apoyada en sentimientos de denuncia, de indignación, de reivindicación, de experiencia o de romanticismo en sus más variadas expresiones, volvió a escucharse en el patio exterior del Centro Cultural Casa Grande de Ayamonte. En la noche de ese agosto misterioso y tan lleno de arte, capaz de convocar a tanta gente como espacio disponible había, a tanto entusiasta del verso y a tanto poeta como sensaciones se pudieran dar. Era la noche de los Poetas del Guadiana.
Un acto que lo abría y lo conducía el poeta ayamontino Diego Mesa. Unas palabras de Paco Blázquez, concejal de cultura, que elogiaba y agradecía de manera especial a todos los participantes, ya fuera actuando o escuchando. El primer paso se dio a través de un bloque de lectura que fue desgranando esa poesía popular, mística, social o amorosa con el sabor especial de quienes la crearon. La fueron soltando con ritmo y cadencia en la libertad de ese patio andaluz. Aníbal Álvarez, Diogo Francisco, Fátima Javier o Mari Ángeles Carnacea precedieron a sus compañeros de grupo, tanto ayamontinos como villarealenses.
Los sonidos de un viejo violín arrancados por las manos de Paco Barrera introdujeron al poeta de Canela, Eladio Orta, a presentar el poemario Entre líneas de la autora ayamontina Clemen Esteban. Ella, con su voz serena y sus versos nuevos, fue agradeciendo y recitando lo mejor de ella misma, dominando como nadie la noche y acariciando las palabras.
Unos minutos mágicos fueron cuando las voces nuevas, las más jóvenes, las que vienen pisando las rimas consonantes y asonantes de manera distinta, se dejaron escuchar por primera vez. Enrique Martin, David Álvaro, Isabel Ramírez o Adonai Segura, entre otros, nos dejaron su impronta sin sobresaltos y nos regalaron sus versos envueltos en el calor de la noche.
La música también se unió al programa. Primero se escuchó la guitarra de Carlos Cañada haciendo cobertura a la voz sorprendente de María. Su quejío se quedó en el ambiente, como el jazmín de la huerta vecina. ‘Proyecto Cangrejo’ rompió la noche en mil sensaciones. Con estilo distinto, con sonidos distintos, con esa voz tan especial, Miss Parker agrandó la noche con una delicadeza única. Un lujo para los poetas, un deleite para el público.
El segundo poemario a presentar le correspondió a jlrua, que desmenuzó con la naturalidad y el desparpajo que se merecía, la obra de Amin Gaver /Eladio Orta, Ridiculum Vitae. El propio autor justificó en un contexto general este poemario nuevo, repleto de poemas viejos, que salen a la luz para reivindicar todas las cosas que conforman su antipoesia. Eladio arrancó aplausos y robo sonrisas.