Redacción. El XXX Festival de Teatro y Danza Castillo de Niebla cierra el sábado 16 esta edición tan emblemática presidida por la celebración de su 30 aniversario y lo hace de la mejor manera posible: colgando el cartel de ‘no hay entradas’. La obra ‘El Eunuco’, estrenada en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, se representará sobre el escenario del patio de armas del Castillo de los Guzmán, ofreciendo una trepidante versión, libre, llena de humor de la obra de Terencio que dirige Pep Anton Gómez.
Coproducida por el propio festival extremeño, esta versión libre de “El Eunuco”’ de Terencio cuenta con un elenco de actores y actrices de reconocida trayectoria escénica como son Anabel Alonso, Pepón Nieto, Alejo Sauras, Jorge Calvo, Antonio Pagudo, Marta Fernández Muro, Eduardo Mayo, Jordi Vidal y la onubense María Ordóñez.
El cuadro artístico se completa con el coreógrafo Chevy Muraday y los encargados de la composición musical Asier Etxeandia y Tao Gutiérrez, mientras que el diseño de iluminación, escenografía y vestuario ha sido realizado por Miguel Ángel Camacho, Eduardo Moreno y Sandra Espinosa respectivamente. Asimismo, los autores de esta versión, que ha convertido este clásico griego en comedia disparatada llena de divertidas situaciones y ubicada en Atenas desde el principio al fin han sido Jordi Sánchez y el propio Gómez.
La sinopsis nos presenta una comedia musical de enredo en el que cada uno busca el amor mediante argumentos casi absurdos. Pepón Nieto rivaliza en el papel de Fanfa con Antonio Pagudo, es decir, Fedrias, por lograr el amor de Thais, Anabel Alonso, y decide regalarle un eunuco, Alejo Sauras, como Lindus, que, a su vez, anhela tener un affaire con Pánfila, María Ordóñez. Se trata de un regalo verdaderamente especial este eunuco, ya que aquí da comienzo este desternillante enredo.
Sobre el escenario nueve personajes locos que ofrecen a la obra un ritmo vertiginoso y endiablado, aliñado por los muchos equívocos que se repiten y se convierten en la “salsa” de la historia. Nueve personajes y otras tantas historias que se entrecruzan para conformar un espectáculo que transita, sin rubor ni complejo alguno, por el teatro clásico grecolatino y el musical. Porque este particular Eunuco está también a caballo entre la comedia de situación y el vaudeville a través de una visión desenfadada de una época y una versión disparada de un clásico. Es sin duda una cita llena de diversión y oleadas de risas.