Redacción. El primer día de romería propiamente dicho es el 14 de agosto. A primera hora de la mañana la diana recorrió las calles del pueblo, anunciando a las gentes el inicio de la fiesta.
El día 14, a las 9 en punto de la mañana, la Virgen de los Clarines estuvo bajo el alfiz de la puerta del Sol de la parroquia para iniciar su camino hacia el santuario, a 3 kms de Beas, acompañada de su pueblo. Caballos y carrozas, gentes andando, promesas, costaleros… Todos recorren pausadamente el camino hacia la ermita, a donde se llega al mediodía, en medio del abrasador sol de agosto. Tras la llegada al santuario se procede al desfile de romeros ante la Virgen y al cántico de la Salve en el interior del templo, uno de los actos más emotivos y entrañables de la romería.
El día 15, festividad de la Virgen de los Clarines, es el día grande de la romería, que será anunciado muy temprano por la diana que recorrerá las calles de la aldea. Al mediodía tendrá lugar la Misa en el santuario, y ya de noche, sobre las 10 la Virgen saldrá en procesión por las calles de la aldea.
El día 16 es el día de la resaca y el cansancio, muchos romeros ya han abandonado la aldea para reposar en el pueblo. Es una mañana mucho más tranquila, en la que apenas se ven reuniones de amigos en la aldea, pero en la que la fiesta continúa. A media mañana se procede a oficiar la Santa Misa y ya por la tarde (cada cuatro años), a eso de las 7,30 la Virgen iniciará junto a los romeros el camino de vuelta al pueblo. El camino se tornará procesión a la entrada del pueblo, continuando el desfilar de romeros hasta la Plaza de España.
